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El último pódium de Alonso tiene más mérito aún: su motor fallaba en las últimas vueltas

El piloto logró la tercera posición con un coche lesionado, no de gravedad, pero sin la velocidad y eficiencia mostrada al inicio de la carrera

El último pódium de Alonso tiene más mérito aún: su motor fallaba en las últimas vueltas

Fernando Alonso celebra el podio. | Rula Rouhana (Reuters)

El pasado domingo Fernando Alonso cruzó la meta en tercera posición en el Circuito Corniche de Jeddah, Arabia Saudí. El asturiano estaba pletórico al bajarse de su coche, sus compañeros de equipo le jaleaban, y en España las redes sociales hervían. Lo que muchos de ellos no sabían es que lo hizo con un coche lesionado, no de gravedad, pero sin la velocidad y eficiencia mostrada al inicio de la carrera.

En los compases finales de la prueba, uno de los seis cilindros de su motor Mercedes comenzó a mostrar síntomas de agotamiento. No era una avería de orden mayor, pero restó potencia al conjunto. Durante un Gran Premio, el motor de un Fórmula 1 efectúa unas 9,25 millones de explosiones de la mezcla de aire y combustible; millón y medio por cada pistón. En una de ellas, el poderoso propulsor que monta Alonso arrojó una señal de debilidad con respecto a lo esperado. Si hubiera sido una falla grave desde boxes le hubiera pedido que detuviese su coche, como hicieron con su compañero Lance Stroll, pero no fue el caso.

Con toda seguridad, el bicampeón notaría una falta de potencia en algún momento, que fue compensada con varias correcciones en los ajustes de a bordo del conjunto impulsor. Con una variación en la electrónica que maneja el encendido, y ajustando la entrega de potencia del Sistema de recuperación de Energía, pudo paliar la tesitura sin que afectase en exceso al comportamiento general del monoplaza.

Tras dos carreras disputadas, el corredor verde es de facto el mejor piloto de Mercedes, esto es, equipado con sus propulsores, y el único capaz de seguir la estela de los imparables Red Bull. Tanto en los test de pretemporada como en las dos carreras disputadas ha sido el más rápido de todos los demás, y el único participante no Red Bull que ha pisado la madera en lo que va de temporada. 

Temores en directo

Lance y Sainz durante la carrera GP Arabia Saudí 2023 F1
Lance y Sainz durante la carrera. | Foto: Hamad I Mohammed (Reuters)

No todo fue fácil en Jeddah para Aston Martin. Fue precisamente el otro piloto de la escudería el que provocó la salida del coche de seguridad cuando se llevaba disputada un tercio de la prueba. En AMR23 de Lance Stroll se encontraba batallando con Carlos Sainz en puestos avanzados, cuando de repente su mecánica comenzó a perder velocidad.

Muchos pensaron en una avería en los frenos porque el sonido del motor y los datos visibles no hacían imaginar otra cosa. Stroll recibió por radio la orden tajante de detenerse y apartarse de la pista tal y como ordena el reglamento. Lance obedeció sin más explicaciones. Más tarde, Mike Krack, director de la escudería, declaró que había sufrido un problema relacionado con el sistema de recuperación de energía.

Esto era cierto, pero algo impreciso y a la hora del cierre de este artículo estaba bajo investigación interna. Lo que ocurrió puede haber sido una avería, una rotura, o lo más probable: las dos cosas. Lo primero hubiera sido una falla mecánica por debilidad o sobreesfuerzo en el colector del escape. Esta pieza se está usando desde el año pasado —sí, es el mismo de las últimas carreras de 2022—, y acumula un periodo de uso considerable, ronda los 7.000 kms.

Se baraja fatiga del metal, sin olvidar que los gases de la combustión salen en esa zona a temperaturas que alcanzan los 2.600 grados de temperatura. Lo segundo puede ser algo provocado de manera exógena, que podría sumarse a lo anterior. En algún momento de su pelea con Sainz, Lance pasó por encima de un piano y golpeó con excesiva fuerza la panza de su coche.

Los pianos son los límites marcados con señales de varios colores (generalmente rojos y blancos o azules y blancos) y que indican los límites de hasta donde pueden pisar los monoplazas a su paso. Esta suerte de frontera entre lo legal e ilegal añade una cascada de baches elevados a modo de ‘guardia tumbado’ que invita a los pilotos a volver al interior de la pista. Cuanto más se abusa del piano, más traquetea al coche, hasta el punto que si se ataca uno demasiado fuerte, alerones y mecanismos de las suspensiones pueden quedar dañados.

Cuando su monoplaza llegó a boxes, sus mecánicos detectaron que llevaba el tubo de escape descolgado, algo anómalo. Al abrir toda la zona trasera descubrieron que (muy probablemente) la energía cinética del golpe se había transmitido de forma vertical, había dañado el suelo y parte del acumulador del sistema de recuperación de energía. Un trastazo semejante deja rastro en los múltiples sensores que rodean la zona.

Es lógico que desde boxes, conscientes del porrazo, le pidieran detener su coche y sobre todo el motor. Un daño de orden mayor en el propulsor no solo conlleva costes, sino sanciones pagaderas en puestos en parrilla en caso de sustituir piezas importantes.

Otros clientes del motorista Mercedes

El segundo equipo Mercedes en la tabla, o sea Mercedes, pasa su calvario con un coche que disgusta a sus pilotos, no convence a sus directivos, y está creando fuertes disensiones en el seno de la formación. El dedo acusador ante su falta de eficacia apunta al equipo de aerodinámica, que dirigido por Mike Elliot pone a este ingeniero en la picota con mucho rumor en su entorno.

Tanto mecánicos como ingenieros no están contentos con esta sensible área. Hasta el propio Lewis Hamilton, primer espada de la escudería, afirma sin tapujos que siente cierta desconexión con el W14 y que no le transmite la confianza necesaria.

A día de hoy Mercedes empata a puntos a su cliente Aston Martin, pero se debe a la ausencia de puntos recaudados en la segunda cita por parte de Stroll tras su abandono. En ningún momento han parecido tener la consistencia necesaria para dar caza a los coches verdes. En la parte buena tienen que en Ferrari están aún peor, cuartos. 

Por otra parte, Mercedes tiene que cuadrar sus cuentas con McLaren. Entre ambas partes, equipo y proveedor de motores, hay abierta una disputa tras una falla en el propulsor de Oscar Piastri en la prueba inaugural. McLaren pasa por un momento muy amargo, con un inicio de temporada terrible, cero puntos en su casillero, cerrando la tabla de constructores.

Tienen además a un Lando Norris muy desmotivado, y al prometedor novato Piastri que hasta hoy ha logrado un abandono y un decimoquinto puesto. Cuando este último toreó a Alpine el año pasado en una incómoda y dolorosa guerra legal para irse a McLaren, jamás esperó vivir esto; a estas alturas y mientras esto no cambie, resulta obvio que debe estar arrepentido.

El piloto australiano posee el dudoso honor de haber protagonizado el primer abandono por avería mecánica de toda la temporada y en toda la parrilla: en la vuelta número trece del Gran Premio de Bahréin, su MCL60 se detuvo debido a una fuga hidráulica achacable a su motor. Mercedes lo reparó, pero en McLaren no confían en la eficacia tras el apaño, y han solicitado otra unidad… unidad que Mercedes se resiste a ponerles porque esto conllevaría gastos extra.

Ambas posturas, sobre todo por parte del cliente, parecen formar parte de una negociación que hay en marcha acerca de estos propulsores. Mercedes quería deshacerse de al menos uno de sus compradores —atiende a cuatro equipos incluidos ellos mismos—, y muchos pensaban que el más cercano a abandonar el barco de la estrella podría ser Williams, los menos dotados económicamente del grupo. Pues parece ser que los más proclives a irse del regazo de Mercedes son los de McLaren, y tienen a su vez un plan dual si miran hacia la calle: Honda y Ford.

Con Honda acabaron muy mal en la etapa de Fernando Alonso, y cortaron de raíz al acabar la temporada 2017. Una vuelta con los que ahora tienen un gran motor, pero con los que chocaron tanto, no sería lo idóneo. Sin embargo ven que Ford, que vienen de camino con miras a 2026, tiene una ventaja de la que carecen los japoneses: instalarán toda su actividad en el Reino Unido. La experiencia con Honda, con el diseño, reparaciones y desarrollo de la sección térmica de sus propulsores les dieron muchos problemas en el pasado y no quieren volver a caer en aquel error.

La política interna de la Fórmula 1 y lo que se mueve entre bambalinas es a veces más apasionante que lo que pasa sobre el asfalto. Todo forma parte del mismo circo. 

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