Cupra marca su futuro con el primer SUV 100% eléctrico: el Tavascan
Con un estilo muy agresivo, y muy publicitado por la firma desde que en 2019 se mostraron sus primeras imágenes, resulta impactante a la vista
El valle de Tavascan es un lugar de la alta montaña pirenaica, de una belleza extraordinaria, y donde se pueden hacer varias cosas. Una de ellas es pescar truchas, otra esquiar cuando hay nieve, o también se puede visitar a cambio de siete euros su central hidroeléctrica. Tiene sentido pues, que el coche más ambicioso de la historia de Cupra, lleve el nombre de donde fabrican la energía que lo mueve.
«Sin voltios no hay paraíso», es el mantra que entonan los fabricantes de automóviles la tercera década del siglo con solo abrir la boca. Es por eso que la marca filial de Seat, y la que más alegrías —y dinero por unidad vendida— está dando a los de Martorell, es un eléctrico puro. Si además es un SUV, ya remata la ecuación de todo aquello que demanda el comprador, es tendencia en el mercado, y/o marca el devenir de hacia dónde va el mercado de cabeza.
Más Cupra, menos Seat
Wayne Griffiths, el alemán de origen británico que lleva las riendas de la firma, ya no oculta las pautas marcadas desde Alemania. Seat quedará en un segundo plano, dedicado a la movilidad —eso ha declarado—, mientras que la firma que traiga los dividendos con la fabricación de coches será Cupra, más deportiva y con un marcado aire de modernidad. Esto determinará el futuro de lo que ocurra en el grupo formado por este bloque ‘español’, aunque su nuevo producto esté fabricado en China. A pesar de ello, su diseño y concepción es plenamente barcelonés, pero armado sobre la plataforma MEB de uso común entre las diversas marcas del grupo.
Llegará al mercado en 2024, con líneas de SUV deportivo, de aspecto similar al superventas Formentor, pero algo más alto, largo y ancho. Visto desde fuera, parece diseñado para competir con el Tesla Model Y, el Polestar 4, el Ford Mustang Mach-E o el Nissan Ariya.
Con un estilo muy agresivo, y muy publicitado por la firma desde que en 2019 se mostraron sus primeras imágenes, resulta impactante a la vista. El diseño resulta complejamente atractivo, y está basado en los cascos de los pilotos de competición. La idea no es otra que la de atrapar a un público más joven, que de un tiempo esta parte parece no interesarse por los coches tanto como generaciones anteriores.
Dos versiones, y una tercera en camino
En principio Cupra ofrecerá el Tavascan en dos acabados. Una versión básica utilizará el nuevo motor de tracción trasera del grupo Volkswagen de 282 caballos. La versión más deportiva será capaz de transmitir 340 caballos al suelo a través de las cuatro ruedas. En un futuro, y en un trayecto análogo al de marcas premium, llegará una tercera motorización de acceso, con un propulsor de 140 kW, lo que equivale a unos 188 caballos (Con lo eléctrico hay que ir acostumbrándose a estas medidas y proporciones).
El nuevo hijo de Martorell mide 4,64 metros de largo, por 1,86 de ancho y 1,59 de alto. Cuenta con un enorme maletero de 540 litros de capacidad, y promete una autonomía de 517 kilómetros en su versión más potente, y 547 en la más básica. Su aceleración de 0 a 100 km/h es de 5,6 segundos y su velocidad máxima ha sido limitada a 180 km/h. La batería para los dos es la misma: 77 kWh.
Para detener a esta bestia se ha confiado en el tren delantero a generosos frenos de la firma italiana Brembo, mientras que en la trasera, y esto ya se vio en el Born, lleva extrañamente frenos de tambor. La explicación es sencilla: el regenerador eléctrico del que el vehículo absorbe energía en las frenadas está montado en el eje posterior.
‘Software’ avanzado
El grupo Volkswagen está realizando un notable esfuerzo en el desarrollo del software de a bordo, y la proyección de posibilidades presentes en el Tavascan da fe de ello. Cuenta con detector de fatiga, control de crucero predictivo, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de carril y podrá aparcar de manera autónoma manejado a distancia por un teléfono inteligente.
Los acabados se encuentran en una zona intermedia entre los coches de gama media y los premium, aunque es justo decir que los premium de hace no tanto, eran peores que el de este Cupra. Se avanza mucho en esta materia, y un detalle es el de sus faros Matrix Led. Han sido encargados a la empresa de Sabadell Microrelleus, que tiene una tecnología de tallado de precisión quirúrgica única en Europa, que aporta un nivel de detalle exclusivo. En el interior, una pantalla de 15 pulgadas igual a la que lleva el Volkswagen ID.7, muestra los controles de habitabilidad del vehículo y algunas configuraciones de su pilotaje. Una más pequeña de 5,3 pulgadas, tras el volante, otorgará la información habitual al conductor. Una tercera podrá reflejar datos en el parabrisas. Ofrece una opción que pocos poco está apareciendo en el mercado: poder elegir asientos de fibra textil reciclada. Una docena de altavoces desarrollados ex profeso por la marca Sennheiser atenderá al sonido distribuido por el Apple CarPlay o su equivalente en Android.
Hoy, los coches con un mero motor de explosión ya no levantan las apetencias del público, entre otras cosas porque la etiqueta ECO los está sacando de la ecuación. Sin ella es muy posible que no puedan ni entrar en su barrio dentro de no mucho y la alternativa no pasa por otra puerta que por la electrificación. Es el público más joven el que pide esto con más ahínco, y es la diana a la que apuntan los modelos de Cupra. Emoción, estética, pasión y mucha visualidad. Llegarán más modelos, como ese concepto virtual de deportivo biplaza presentado de manera virtual, el llamado Cupra DarkRebel. Es un plan arriesgado y ambicioso, aunque todo apunta a que tienen el producto adecuado. Habrá que esperar un poco para ver cómo lo digiere el mercado y que ofrecen sus competidores. Expectación, mucha, en el Valle de Tavascan y en bastantes más sitios.