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El nuevo Toyota C-HR apunta al trono en las ventas de la marca japonesa

La nueva generación trae cambios en lo estético y en su mecánica, disponiendo ahora de una versión híbrida enchufable

El nuevo Toyota C-HR apunta al trono en las ventas de la marca japonesa

El nuevo Toyota C-HR apunta al trono en las ventas de la marca japonesa.

Si Tesla le acaba de arrebatar el cetro del coche más vendido, le va a costar algo de tiempo robar a Toyota la corona de marca más vendida del mundo. Y si esto se le va a atragantar a Elon Musk, es porque los japoneses tienen un abanico de posibilidades muy acertado dentro de su catálogo. El aserto, que se escucha con frecuencia, es fácil de entender: «Ofrecen justo lo que el mercado pide». Ni más, ni menos.

Los coches deportivos nos encantan, los SUV están de moda, o los eléctricos están llamados a cubrir la demanda futura. Pero la gente acaba comprando los coches que necesita. De esta manera, en lo de albergar un precio que se pueda asumir, una usabilidad apropiada, prestaciones razonables, y nivel de acabados acorde al de los tiempos que corren, los reyes como marca unitaria son los Toyota.

Como fabricante más grande del mundo, atiende a un mercado global y fabrica vehículos que cubren una amplia gama de necesidades. Con sus acertadas decisiones se encuentran en una zona media en la que domina a todos los demás. Todos los observadores creen que con el nuevo C-HR, Toyota ha acertado de pleno, y el modelo promete ser uno de los mayores superventas de los próximos años.

SUV, híbrido, y con etiqueta ECO

Toyota tiene unos nombres excelentes para gran parte de su gama. Corolla, Avensis, Yaris, Camry, Supra o Land Cruise son varios ejemplos. Sin embargo, el cuarto coche de la marca más vendido en Europa en 2022 sigue representado por esas tres letras, impersonales y jeroglíficas, que se pueden leer en su portón trasero: C-HR. Con 109.543 unidades (15.987 en España), puede que la segunda generación del modelo no necesite un cambio de nombre, pero sí del resto. De acuerdo con lo mostrado en esta segunda generación, no se trata de un lavado de cara, sino unas obras de orden mayor para relanzar un producto con el que quieren dar un salto adelante. A muchos les escamó que en muchos mercados del Viejo Continente no quisieran traer el espectacular nuevo Prius enchufable, y los orientales dejaron caer que «es que estos mercados piden otro tipo de producto». Lo que no dijeron era que producto traerían y se conoce que es justo este C-HR. 

Dos colores distintos del C-HR. | Toyota

La nueva generación trae cambios en lo estético y en su mecánica, disponiendo ahora de una versión híbrida enchufable, inexistente con anterioridad. Se trata de un SUV mediano, de 4,36 metros de largo, 1,83 de ancho y 1,56 de alto, que resulta algo más corto y ancho que su predecesor. Su maletero varía entre los 310 y 388, dependiendo de si es el enchufable, o el híbrido a secas. Vendrá con tres mecánicas distintas. La híbrida y ya conocida de 140 CV, otra más potente con un motor térmico de 1,8 litros y 198 CV. La tercera es la ya visible en el nuevo Prius de 223 CV y enchufable, con motor térmico de 2 litros.

En este último caso, la marca asegura unos 66 kilómetros de autonomía el ciclo eléctrico puro. El consumo en los primeros ronda los cinco litros en ciclo WLTP, y en el enchufable —y esto siempre conduce a cierta confusión— afirma que su consumo no llega a un litro. El problema es que cuando en un trayecto largo la batería se descarga, el consumo del propulsor térmico se dispara a unas cifras propias del motor de combustión que porta. La medición suma el consumo de gasolina si se añadiera al recorrido ejecutado el modo eléctrico, de ahí la exótica cifra.

Otros equipamientos 

El C-HR trae de serie el control de crucero adaptativo, frenada de emergencia, sensor de ángulo muerto, es capaz de mantener el carril por el que se desplaza, y dispone de asistencia en el aparcamiento. También dispone de frenada de emergencia, si el sistema entiende que el conductor se encuentra en problemas. El salpicadero muestra dos pantallas de 12,3 pulgadas, compatibles con Android Auto y Apple CarPlay.

Interior del vehículo. | Toyota

Por fuera, sus formas evocan a la del nuevo Prius, aunque sin perder una línea muy identificativa de la marca. De un marcado estilo coupé, su luna delantera es muy inclinada, el techo muy corto y deja en la trasera un cristal aderezado por un spoiler. Destaca en su parte trasera el grupo lumínico, que cruza de lado a lado su parte trasera, y que se está haciendo muy popular de un tiempo a esta parte. Siguiendo la tendencia actual, los tiradores de las puertas están integrados en la carrocería. Aún no tiene precio de salida, y debería rondar los del modelo anterior, que arranca en los 29.100 euros. Toyota comenzará a anotar pedidos en septiembre, y espera entregar las primeras unidades del híbrido antes de Navidad; las del enchufable llegarán en 2024. 

El modelo trae una sorpresa final. El C-HR dispondrá de la versión GR Sport Premiere Edition con dos acabados extra. Llantas de 20 pulgadas, pintura bicolor, sistema de audio afinado por JBL, un potente Head-up Display, y la preparación deportiva recetada por su departamento especialidad en competición. 

Coche adecuado, momento preciso

De momento a Toyota no parece pesarle demasiado la tendencia planetaria hacia lo eléctrico, y aunque tiene planes, los lleva a su propio ritmo. Sus modelos de esta tipología suman cifras que rayan lo anecdótico en el mercado mundial, pero donde van como un avión es con las mecánicas híbridas. Llevan décadas de adelanto al resto de fabricantes en la materia, supieron leer el futuro y son el referente. Las regulaciones medioambientales estañan barriendo a los motores de combustión de los concesionarios, y lo eléctrico no le acaba de encajar a todo el mundo.

España es, en esta materia, uno de los mercados más lentos en la adopción. Es un país montañoso, en el que un 80 % de los coches ‘duermen’ en la calle, tenemos un tercio de los cargadores públicos que estaban previstos, y con una clase media ha sufrido mucho en los últimos años. Con unos mimbres naturales, industriales y sociológicos como estos, es un momento favorecedor de los coches híbridos. Las Zonas de Bajas Emisiones se están empezando a imponer, y esta es la solución de compromiso entre una tecnología que tiende a desaparecer, y otra a la que le cuesta trabajo llegar. Es por eso que el C-HR sin duda se va a convertir en uno de los modelos que más que se van a ver en los próximos años por nuestras calles. Toyota ya ha apostado su dinero a que va a ocurrir.

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