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El músico Jean-Michel Jarre hará sonar los coches eléctricos de Renault

Ya existen estamentos que piden un sonido, que sin ser molesto, ayude a viandantes a ser conscientes de su presencia

El músico Jean-Michel Jarre hará sonar los coches eléctricos de Renault

El músico Jean-Michel Jarre en un vehículo Renault.

No es un misterio: los coches eléctricos no suenan, y esto tiene ventajas e inconvenientes. Como ventajas es que la contaminación sonora de calles y carreteras por las que circulan se rebaja, sobre todo en las ciudades. Como inconveniente es que en un mundo en el que los de combustión siguen dominando, la percepción de peatones, otros coches con los que comparten asfalto, y resto de actores en movimiento a su alrededor, cambia.

Si para los militares de operaciones que usan motos eléctricas son una enorme ventaja, para las personas con problemas de tipo sensorial son un verdadero peligro. Al igual que el resto de marcas, las mecánicas basadas en motores de combustión de Renault van a ir desapareciendo en favor de los propulsores eléctricos. Por eso ya existen estamentos que piden un sonido, que sin ser molesto, ayude a viandantes a ser conscientes de su presencia.

Sonido sí, ruido no

Napoleón decía que «la música era el menos desagradable de los ruidos». Por eso las marcas de coches están echando mano de músicos de reconocido prestigio para dotar de banda sonora a unas mecánicas que no lo producen. Si BMW contrató al prolífico músico de películas Hans Zimmer, los de Renault más franceses no pueden ser al fichar al hombre que revolucionó la música electronica ambiental, como es Jean-Michel Jarre.

La decisión de contar con el creador de los míticos discos Oxígeno o Cantos magnéticos comenzó cuando el artista y Luca de Meo, director general del Grupo Renault, se sentaron juntos durante el Salón Internacional del Automóvil de Múnich en 2021, a metros de donde se exponía el Megane E-Tech eléctrico. En una charla informal, se propusieron mejorar la experiencia sonora de los vehículos pero no solo por fuera, sino también por dentro.

El músico Jean-Michel Jarre.

Los coches tienen sonidos para su entorno circundante pero también para sus pasajeros. Lo que vemos en los concesionarios tiene cada vez más de producto tecnológico que de vehículo. Pantallas panorámicas, sistemas de infoentretenimiento, conexiones con servicios online, cámaras, radares de posición, sensores de origen aeronáutico, computadoras de a bordo, y una larga lista de soluciones digitales hacen que un coche se parezca más a una nave espacial que a lo que hemos conocido en las últimas décadas. Durante años, los únicos sonidos que un vehículo generaba en su interior han procedido de la radio, los intermitentes y poco más. Esto va a cambiar.

Jean-Michel no está solo

El hijo del también músico Maurice Jarre fue un pionero que revolucionó la música con el uso de sintetizadores y sus atmósferas electrónicas. Su influencia llegó a incluso a la NASA, que le invitó a actuar en su 25 aniversario ante 1,3 millones de personas en Houston, todo un récord de asistencia. Para poner sonidos a los silenciosos coches del rombo tendrá la ayuda del IRCAM y el equipo de diseño sonoro del grupo automotriz.

Más de cien investigadores trabajan en el IRCAM Amplify, el mayor laboratorio de audio de Francia. Entre sus soluciones está una especie de Shazam de las versiones musicales. Si un grupo toca una versión de una canción de digamos, los Rolling Stones, los sistemas de detección musical se confundirán al entender que el sonido del Satisfaction se parece, pero no es Mick Jagger el que canta. Sin embargo el software de IRCAM pone título a la canción, y ello deriva en que sus autores son conscientes de que sus derechos se están utilizando. El IRCAM es socio técnico de Renault desde hace años, y aporta un equipo de diseño de sonido que está al día de los últimos requisitos técnicos y legales que la normativa exige.

Para Jean-Michel Jarre es una página en blanco y tiene luz verde para exponer sus ideas según crea oportuno, siempre y cuando sean validadas por la normativa y cumplan los requisitos técnico-sensitivos para los que se diseñen. Una de sus metas es la de crear un sonido inicial. Los coches eléctricos no arrancan, no hay una ignición de un motor, sino que sencillamente se pisa el acelerador y se mueven. Es por ello que Jarre ha puesto su mira en este sonido, el de inicio, como el conocido «Tu-dum» de Netflix, o las fanfarrias cinematográficas previas a las películas.

A partir de ahí, todo es ir desarrollando necesidades al modo que hiciera el músico Thomas Dolby. El británico fue uno de los mayores valores infravalorados en la música de los años 80, y sin embargo con lo que hizo fortuna fue con los teléfonos móviles. Creó una empresa llamada Beatnik en la que generó todos los pitidos, zumbidos, y alarmas de millones de móviles.

En el caso de Jean-Michel Jarre, muy aficionado a lo tecnológico, creó una aplicación disponible para iPhone llamada EōN capaz de crear una sintonía infinita que va cambiando de manera permanente, algo muy difícil de catalogar en su discografía. En lo sucesivo, la música de Jarre se podrá escuchar por partida triple: al arrancar el coche, desde fuera, y cuando se reproduzca su música a través del equipo de sonido. Los que controlan los de los derechos no va a dar a basto.

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