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Cupra refresca el Formentor y el León para crecer como marca y distanciarse de SEAT

Cupra presenta tres modelos distintos por fuera pero que comparten planta motriz e interior

Cupra refresca el Formentor y el León para crecer como marca y distanciarse de SEAT

Cupra León.

Cupra quiere adelantarse a sí misma. Para eso lava la cara de sus dos modelos más exitosos, el Formentor y el León —con tilde—. Ya conocidos, y con pocos cambios, llevan en volandas al Plan B de SEAT, para ir más allá y ser la mayor fuente de alegrías de la marca española… de propiedad germana.

El Formentor ha sido, desde su lanzamiento, un vehículo icónico dentro del spin-off de SEAT. Un crossover de líneas musculadas, y mucha personalidad, que ha sido digerido por el mercado europeo de forma tan positiva que está rumiando entrar en el estadounidense. Para ello ha de mejorar aún más un excelente producto, sacar más versiones, y tener al menos ese prometido modelo 100% eléctrico que dicen viene de camino.

Mientras, y para ir calentando el ambiente, en Martorell lo han sometido a una operación de cirugía. Han sido algunos cambios de aspecto y ciertos retoques mecánicos dentro del habitual lavado de cara de media vida. Con ello se alarga el modelo hasta la llegada de la siguiente generación de un coche que ha encontrado su sitio en este competido segmento.

El nuevo diseño se aprecia en un frontal, que la marca denomina nariz de tiburón, más deportiva si cabe. El logotipo sale de la parrilla y trepa hasta el limité del capó delantero. Dicha parrilla, partida en dos, deja la zona inferior para proporcionar aire fresco a la mecánica, mientras que la superior es más estética. A los lados, los faros encierran un conjunto óptico triangular formado a su vez por tres triángulos.

Pocos cambios en el lateral, aunque la familia de llantas en opción, ya sean de 18 o 19 pulgadas, crece hasta nueve posibilidades distintas. En la parte trasera las luces triangulares riman con las delanteras, y una línea de luz atraviesa de lado a lado el portón trasero.

Una vez dentro, aparece una nueva pantalla de 12,9 pulgadas, más grande y dotada de una interfaz renovada. Un cambio muy solicitado por los usuarios era extraer la botonera del climatizador de la propia pantalla. Ahora no habrá que bucear en el menú y submenús, sino que habrá pulsadores fuera. Además, retroiluminados, mucho más fáciles de manejar por la noche.

Los asientos son espectaculares, de aire sofisticado, con detalles metálicos al más puro estilo de la competición y aspecto aeronáutico. De acuerdo con la tendencia actual, la tapicería es de microfibra vegana, cuero respetuoso con el medioambiente o materiales reciclados.

Estos acabados internos, el diseño, cuadro, accesorios, posibilidades, equipo de sonido Senheiser y todo lo que alberga el Formentor en sus interiores se replica en el Cupra León y Cupra León ST presentados al mismo tiempo.

El spin-off de SEAT no ha presentado un coche sino tres. Cortados por el mismo sastre, basados en la misma planta, y que comparten su interior; aunque por fuera sean distintos, pero cada vez están más hermanados en sus líneas. Cupra necesitaba alejar al León, un modelo compartido con SEAT, del León originario. Había diferencias, pero necesitaba alejarse un poco más.

Alejarse de sus orígenes

El nuevo Cupra León es ahora menos parecido a sus orígenes y los elementos diferenciales, sobre todo en calidad de acabados, tenía que reflejarse de una forma más contundente. Lo han conseguido. El Cupra León muestra los cambios en el leguaje de diseño tanto en su berlina de cinco puertas como en el ST (Sportourer), una ranchera de alma deportiva.

Algo de lo que goza el renovado trío es de una gama de motorizaciones envidiable; menos eléctrico puro, tienen de todo. Gasolina, híbridos, híbridos enchufables y diesel. Esta última mecánica está cayendo en desuso, aunque a Cupra se la siguen pidiendo, y si se vende, ellos te la hacen. Es el mercado el que marca esta pauta.

La gama abre con motores de 1,5 litros y 150 CV de gasolina, misma potencia para un diesel TDI, un gasolina de 204 CV, otro de 265, un Mild Hybrid de 150, y un gasolina de 333 caballos. Por si fueran pocas las opciones, se les unen dos motores híbridos enchufables de 204 y 272 CV. Prácticamente todos traen cajas de cambios automáticas de siete velocidades, los enchufables de seis marchas, y la única opción manual viene del motor más pequeño de todos, el modelo de acceso a la gama. Por opciones que no sea.

Dos modelos llamativos

Hay dos Formentores que brillan con luz propia. El de 333 caballos, al que se le pueden poner frenos Akebono, procedentes del mundo de las carreras en opción, y existe la posibilidad de tracción total. Dispone de varios programas de pilotaje, y hay uno denominado Performance, pensado para exprimir sus capacidades hasta el límite; si eres amigo de meterte en circuitos, este es tu coche. Una de las tecnologías que alberga es el de la distribución de potencia separada en el eje trasero a través de dos embragues electrohidráulico independientes. Traducido: cada rueda adquiere vida propia y separada de su gemela, lo que le aporta una manejabilidad sin precedentes en la marca.

Los otros dos que llaman la atención, sobre todo desde que los gobiernos comenzaron a establecer las zonas de bajas emisiones, son los enchufables. Los llamados Formentor e-Hybrid superan los 100 kilómetros de autonomía con impulso exclusivamente eléctrico según ciclo WLTP. Su batería de iones de litio de 19,7 kWh le permite recorrer ese espacio sin necesidad de arrancar el propulsor de gasolina de 1,5 litros. Admiten cargas rápidas de hasta 50 kW y puede recargarse en casa usando un Wallbox de hasta 11 kW (antes era de 3,6 kW).

Mucha tecnología, lo pide el mercado

Toda la gama disfruta de los sistemas más avanzados de ayuda a la conducción que existen en el mercado, algo que ya es norma en todos los coches que salen a la venta. Entre ellos destaca el asistente de crucero adaptativo y predictivo, asistente lateral y de salida involuntaria de carril y el asistente de emergencia. El primero posiciona al vehículo mediante GPS y le permite corregir su velocidad en función del trazado de la carretera. Puede ajustar la velocidad del vehículo cuando cambian los límites gracias al reconocimiento de señales de tráfico. El de viaje mantiene el vehículo centrado en todo momento y ajusta su ritmo al tráfico existente.

La alerta de salida dispara una alarma si algo se acerca cuando está estacionado y los pasajeros se disponen a abrir las puertas. A ellos se une una panoplia de siete airbags, uno entre los dos ocupantes delanteros; para que no choquen entre ellos en caso de colisiones laterales.

Cupra pondrá estos tres modelos en la calle durante el tercer trimestre del año, a la vuelta del verano, aunque no ha facilitado precios. Deberían estar rondando los actuales, en un rango medio-alto, pero acorde con el excelente producto que comercializan.

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