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La policía se está llevando 'detenidos' a coches Tesla por haber sido testigos de delitos

Los departamentos de investigación ya no buscan huellas dactilares o rastros de sangre, sino coches de la marca

La policía se está llevando ‘detenidos’ a coches Tesla por haber sido testigos de delitos

Un vehículo Tesla. | Archivo

Un extraño intento de robo ocurrió el pasado 1 de julio. Una turista canadiense hospedada en el hotel Quinta Inn de San Francisco observó como se estaban llevando su Tesla del aparcamiento. Al ser consciente, bajó como un rayo a proteger su vehículo. El problema es que los que le estaban intentando sustraer el coche eran policías.

Cuando pidió a los agentes una explicación de por qué su coche estaba siendo subido a una grúa, la respuesta no pudo ser más sorprendente: «Su coche puede haber sido testigo de un asesinato, y nos lo llevamos para que nos cuente lo que sabe». Los patrulleros se lo estaban llevando para someterlo a un tercer grado, y que cantara sin más coacciones que las de un técnico en software.

Minutos antes, la patrulla policial había llegado al establecimiento, tras ser advertida de que habían sido oídos disparos. Tardaron poco en encontrarse a un hombre en una autocaravana que sufría heridas de bala y arma blanca; más tarde fue declarado muerto en un hospital cercano. Frente al citado Tesla, que lo había visto todo, encontraron otro de color gris al que también sometieron a un interrogatorio.

Los dos coches habían sido testigos del crimen y de acuerdo con el informe, estaban situados en un ángulo perfecto para poder visionar lo sucedido. Esta es la razón por la que la viajera tuvo que discutir con los agentes por qué, en sus vacaciones, estaba a punto de quedarse sin su coche. Por fortuna, se puso de acuerdo con los agentes, que pudieron acceder a la memoria del Model 3, y descargaron toda la información alojada en ella. Su conductora pudo volver sin mayores incidencias a Calgary.

Pero no ha sido el único caso. En al menos tres ocasiones, entre julio y agosto, la policía de Oakland, al oeste de San Francisco, ha tratado de remolcar más Teslas aunque no tuviera relación con otros hechos delictivos.

El pasado 13 de julio, una discusión entre varias personas a las puertas de una tienda de artículos de belleza se intensificó más allá de lo razonable. A resultas del acaloramiento, cinco de ellos sacaron armas y comenzaron a dispararse entre sí. El resultado acabó en la muerte de una mujer de 27 años de edad.

La policía recibió órdenes de registro que les permitía remolcar tres Teslas aparcados en las inmediaciones. Una semana más tarde y tras la investigación pertinente, dos hombres fueron acusados de asesinato y una serie de otros delitos graves en relación con el tiroteo. Las pruebas salieron de esos coches.

Las cámaras interiores pueden ser la clave en otro incidente de este tipo. El 12 de agosto, el sistema de detección sonoro de disparos que posee la ciudad advirtió de un tiroteo en una zona muy concreta. Al llegar, la patrulla encontró a un ciudadano con un disparo en la cabeza en los asientos traseros del Tesla, de la que se identificó como su novia. El herido fue conducido a un hospital, y el coche arrastrado hasta la comisaria donde se estudiarán los datos de su memoria. Nadie vio nada, pero puede que el coche sí.

El vídeo del Tesla podría ser crucial también para procesar a un joven por un homicidio ocurrido en enero en San José, al sur de San Francisco. El vehículo no estaba relacionado ni con el sospechoso ni con la víctima, pero que se encontraba aparcado en las inmediaciones cuando el conductor de un Infiniti atropelló intencionadamente a un hombre y siguió su camino.

Tecnología superior

Los Tesla destacan por la fuerte carga tecnológica que alojan, y entre ellas, sorprende la enorme cantidad de cámaras, más de una docena en algunos modelos. Cámaras tienen muchos vehículos, ya sea en la parte trasera para aparcar, delante para esta misma función o grabar el tráfico, o en Rusia, donde los conductores las instalan en el salpicadero para aportar pruebas en caso de accidente. Lo que no tiene casi ninguno es el Modo Sentry, o Modo Centinela.

No está disponible en todos los modelos, ni en todos los mercados debido a cuestiones legales, pero es un mecanismo que no para de dar sorpresas. Con el coche aparcado y cerrado, este sistema mantiene activas sus cámaras que vigilan el entorno y graban las imágenes en su memoria. Aunque el Tesla parezca inanimado, todo lo relacionado sigue recibiendo energía y está activo.

Funciona como una suerte de perro guardián. El vehículo no emite luces, ni muestra signos de actividad, pero cuando detectan movimientos o ruidos alrededor, sus cámaras se activan y se ponen a grabar. Incluso transmiten dichas imágenes a través de la app a su propietario.

Como una alarma, pero muy avanzada

Si el coche es contactado, se agita, golpea, o entiende que es remolcado, hace saltar las alarmas, enciende sus luces y dispara un aviso a través de la aplicación. Las imágenes se almacenan en una memoria USB que se puede conectar en la guantera, y funciona siempre y cuando la batería esté por encima del 20% de su capacidad.

Dentro de este sistema hay dos opciones más, y una bastante curiosa. Las cámaras dentro del habitáculo también pueden grabar si alguien accede al interior del coche, y la app tiene un botón con el que se puede hablar al teléfono que la lleve instalada. La voz será transmitida a los altavoces del coche, y será escuchada tanto dentro como en el entorno cercano.

Ante este reguero de datos, los departamentos de policía más avanzados ya no buscan solo casquillos de bala, huellas dactilares o rastros de sangre, sino que localizan coches de la marca Tesla. Las pruebas incriminatorias de crímenes pueden estar alojadas en sus memorias, y albergan la esperanza de que puedan aportar pruebas en sus investigaciones. El resultado palpable no es otro que remolcar el coche, y llevárselo como una prueba más para analizar todo dato que el vehículo en cuestión pueda contener.

Va a ir a más

Esta tendencia muestra cómo la vigilancia masiva, con la popularización de las cámaras, escáneres de matrículas, y el seguimiento preciso de los teléfonos móviles, está cambiando la lucha contra la delincuencia. Aunque pocos coches tienen sistemas de cámaras similares a los Tesla, eso podría cambiar rápidamente, sobre todo a medida que siga mejorando la tecnología de los vehículos. Si va a cometer un crimen, asegúrese de que no le vea ninguna persona… ni tampoco ningún coche.

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