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BYD presenta el urbano eléctrico más vendido del mundo a un precio irresistible

El pequeño de BYD trae soluciones y acabados propios de coches más caros

BYD presenta el urbano eléctrico más vendido del mundo a un precio irresistible

El BYD Dolphin Seagull. | BYD

El dragón chino está desatado. La avanzadilla oriental en el mercado europeo va como misil tierra-aire, y acaba de presentar un modelo muy esperado, el BYD Dolphin Seagull eléctrico. En el viejo continente se denominará Surf, se adapta con tamaño y equipamiento a las necesidades regionales, y llega a un precio de derribo: desde 11.780 con la oferta de lanzamiento y las ayudas del plan MOVES.

El Surf es el benjamín de la familia BYD en nuestro mercado, octavo modelo de la marca, y que viene precedido de un enorme éxito. Lanzado hace justo dos años, lleva matriculadas 930.000 unidades, tanto en su país de origen como en Latinoamérica, donde se denomina Dolphin Mini. Sin embargo, ha sufrido diversas adaptaciones para ser homologado en el nada fácil mercado europeo, con suspensiones, sistemas de seguridad, paragolpes más amplios y algo más de tamaño.

Con 3,99 metros de largo y 1,72 de ancho, pertenece al segmento A, el coche casi exclusivamente urbano. Las líneas son modernas, y a muchos recuerdan, salvando las distancias, a las propias de los Lamborghini. El morro ha sido retocado para admitir las regulaciones relativas a la protección de peatones, y los 2,5 metros que hay entre ejes, dejan mucho espacio interior.

Su estructura es, en esencia, una batería a la que han colocado una rueda en cada esquina. Adquiere un aspecto de elementos conocidos, entre un utilitario muy alto, un monovolumen pequeño, y con algún ingrediente propio de un SUV muy corto. No parece un coche de estilo demasiado chillón como los de otros eléctricos radicales, ni anticuado, con líneas muy chinas; es un buen equilibro, actual, con detalles interesantes como ese alerón que prolonga el techo en la zaga.

Sus baterías no son muy grandes, pero tampoco las necesita. La idea de BYD no fue crear un gran coche versátil y capaz, sino un vehículo accesible, urbano, para desplazamientos cortos, sin que los viajes a distancias medias o largas estén entre sus tareas habituales. A pesar de lo que muchos puedan pensar, sí existen los usuarios que no necesitan de grandes autonomías. De hecho, el 40 % de los Renault 5 eléctricos vendidos, casi la mitad, atienden al de su batería más pequeña.

Este no es un coche para todos ni para todo, sino un perfecto segundo vehículo de casa, perfecto para ir a hacer la compra, ir al colegio o el trabajo, visitar a amigos, o entrar sin problemas en zonas de bajas emisiones (ZBE). Todo ello a un coste contenido, que empieza a igualar, cuando no a estar por debajo de sus equivalentes térmicos, como es el caso si se accede a ayudas públicas y ofertas.

El Surf llega a nuestro mercado con dos baterías, de 30 y 43 kWh. A primera vista son capacidades modestas, pero tampoco necesitan mucho más. Con potencias asociadas de 88 y 156 CV, siempre en tracción delantera, aseguran unas autonomías homologadas de entre 220 km y 322 kilómetros. En la segunda versión, pueden irse a algo más de 500 si solo se hacen recorridos urbanos.

The Objective pudo probar la versión más potente, y en esa asignatura va sobrado. Tanto que en el modo de conducción Sport, casi le cuesta contener tanta capacidad y se puede hacer patinar las ruedas delanteras con facilidad si se presiona con fuerza el acelerador. Los otros modos son más suaves, y modifican el tacto del acelerador y freno, y la entrega de potencia. La versión de 88 CV debería ser más que suficiente para trayectos urbanos.

Si se empiezan a abrir puertas, a través de la más grande se accede al maletero, que sin con 308 litros parece algo justo, aunque alineado con sus competidores. Se pueden abatir los asientos traseros en una proporción 50/50, lo que deja un espacio que se va hasta los 1.037 litros. Las de acceso, con los tiradores enrasados, muestran un buen aspecto y denotan una calidad poco habitual en coches de tipo básico.

Un interior de calidad

En el interior, se prolonga esta percepción, con calidades y cualidades propias de vehículos de mayor fuste. Da la sensación de que uno se sube a un coche que cuesta el doble. Lo cantan los acolchados en puertas, reposabrazos, salpicadero, y guantera, y ausencia casi total de plásticos duros. Los asientos, al menos los de la gama alta, son excelentes, con perforaciones para su calefactado, con una estructura sencilla pero más que suficiente y superior a la media.

El interior del BYD Dolphin Seagull.

Los mandos encajan muy bien, con acabados en cromado, y más botones de lo habitual, algo que es muy de agradecer. Su tacto es bueno, y el accionamiento es preciso y poco «plasticoso», casi metálico. Hay dos pantallas, sin grandes alardes, pero con lo necesario. La del conductor es algo pequeña, de 7 pulgadas, pero indica lo necesario. La de la consola central es de 10,1 pulgadas, y como es acostumbrado en la marca, rota para ser horizontal o vertical a voluntad.

El volante está repleto de botones, con los mandos de la radio o el sistema de control de velocidad. Todo el interior destila una calidad impropia de un coche barato, aunque queda en el aire lo modesto de sus cotas. Un ejemplo es la carga inalámbrica del teléfono, que resulta algo lenta y se calienta un poco; indica que un sistema de carga con ventilación forzada y mayor potencia costaría mucho más. Dicho de otra manera: tiene de todo, pero que sea barato, que la batalla del precio es la clave.

Y una tecnología exuberante

Y en el plano de la tecnología, es un derroche si nos vamos a lo más alto de la gama. Carga de dispositivos externos con el sistema V2L, cámara de 360 grados, un enorme abanico de sistemas ADAS y la panoplia digital propia de coches prémium de hace cinco años. Equipa sistema de monitorización del conductor, sensor de ángulo muerto, airbags de cortina, retrovisores calefactables, apertura desde el teléfono, o control de diversos parámetros desde una app dedicada. Desde el teléfono se podría abrir el coche, bajar las ventanillas o activar el climatizador en días calurosos antes de llegar al vehículo aparcado.

El sistema de infoentretenimiento del nuevo BYD Dolphin Seagull.

El BYD Dolphin Surf llega en tres acabados: Active, Boost y Comfort, cuyos precios en concesionario viajan desde los 19.990 euros y a los 26.490 euros del más caro antes de descuentos, ofertas y ayudas del plan MOVES. Con la posibilidad de llevarte a casa el más barato desde 11.780 euros, se hace una opción irresistible que seguramente hará reaccionar a competidores como el Dacia Spring, Citroen e-C3, Leapmotor T03 o Renault 5 en sus versiones más sencillas.

El hijo pequeño del dragón se lo va a poner difícil a todos ellos. Si quieres un coche para todo, busca otro, pero si quieres lo justo y necesario, que sea eléctrico, y complementar a otro que ya tienes, no dejes de mirar este. Puede que salgas del concesionario subido en uno.

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