Ferreras, Iglesias y la rebelión del muñeco de vudú
«Podemos va camino de ser un cadáver político, una representación virtual, una anécdota como lo fue Syriza en Grecia o el movimiento Cinco Estrellas en Italia»
La ovejita del hombre pobre
Un día, el Señor envió a Natán a hablar con David,(1) y Natán le dijo:
«En cierta ciudad vivían dos hombres. Uno de ellos era rico, y el otro era pobre. 2 El rico tenía muchas ovejas y vacas, 3 pero el pobre sólo tenía una corderita que había comprado y criado, y que era como su propia hija, pues comía de su mesa, bebía de su vaso y dormía en su regazo; era como de la familia, pues había crecido con él y con sus hijos. 4 Un día, el hombre rico recibió a un visitante y, como no quiso matar a ninguna de sus ovejas o vacas para ofrecerle de comer al visitante, fue y tomó la oveja del hombre pobre, y la preparó para su visitante.»
5 David se puso muy furioso contra aquel hombre, y le dijo a Natán:
«Juro por el Señor que ese hombre merece la muerte. 6 Y por haber actuado así, sin mostrar nada de misericordia, tiene que pagar cuatro veces el valor de la oveja»
Samuel, 12. 1-6
La historia de la oveja del hombre pobre es relevante a la hora de explicar la hipocresía tremebunda de Podemos con respecto a lo que ellos han dado en llamar el Ferrerasgate.
Podemos se queja de que publicaron una historia falsa sobre Pablo Iglesias, pero a Iglesias no le importó lo más mínimo que su compañera y madre de sus tres hijos iniciara una campaña de acoso contra mí, ni que su mejor amigo publicara una noticia falsa sobre mí, ni que el medio de su supuesta mejor amiga -amiga íntima, amiga entrañable- publicara también dos noticias falsas sobre mí.
Por lo tanto, quizá les parezca a ustedes que no hay comparación entre perder las elecciones y lo que me hicieron a mí, que no es lo mismo difundir una noticia falsa en un periódico y un medio digital que hacerlo en un programa de televisión que cuenta con dos millones de telespectadores de audiencia. Pero yo me siento como el hombre pobre que solo tenía una oveja. Para mí, la oveja era mi trabajo, todas las colaboraciones que perdí, todas las librerías que retiraron mis libros, todas las conferencias y cursos que se cancelaron.
Para mí, la oveja era mi hija que tuvo que dejar de asistir al colegio – y de hecho suspendió todo el curso- porque se la había señalado como la hija de una plagiadora y una tránsfoba, e incluso se había hecho correr su foto por internet desde un anillo de cuentas, siendo una de esas cuentas la de una amiga personal de Irene Montero. Para mí, la oveja era mi propia integridad física, porque durante meses no pude salir sola a la calle, ya que recibía amenazas a todas horas, algunas dejando claro que sabían dónde vivía, algunas hechas desde la calle, a través del telefonillo. Y yo no tengo escoltas, ni guardias civiles apostados a la puerta de casa, como la pareja Iglesias-Montero.
La gran diferencia entre el Ferrerasgate y lo que me pasó a mí estriba en esta declaración de Pablo Iglesias, que el tertuliano y ex vicepresidente ha concedido recientemente a uno de los digitales de su esfera mediática:
«Es muy importante que la gente escuche los audios. Además, Ferreras lo sabía porque me lo preguntó a mí. Me llamó y yo le dije: ‘Esto es una tomadura de pelo’. Y él me manifestó que estaba de acuerdo conmigo y que lo iba a dar y que, en todo caso, me dejaba intervenir. Es gravísimo porque estamos hablando de uno de los periodistas más poderosos del país, que está dando una información falsa sabiendo que es falsa, con una clarísima intencionalidad porque estábamos a un mes de las elecciones generales. Es enormemente grave y si tuviera un mínimo de decencia periodística no volvería a ejercer jamás».
En fin, Pablo, según tus propias declaraciones, tu amigo del alma y tu amiga entrañable, esa a la que le guardas en casa la tarjeta con las fotos «en tetas» (no digo yo lo de «fotos en tetas», lo dijiste tú), no deberían volver a ejercer jamás. (Ah, lo de «guardar las fotos en tetas» de tu amiga en la misma casa que compartes con la madre de tus tres hijos… sinceramente, qué quieres que te diga, bonito no queda).
En estas declaraciones, Iglesias nos cuenta que sabía desde 2016 que Ferreras publicó una noticia falsa. Desde 2016, insisto. Pero, en aquel momento, a Iglesias no le interesaba montar el numerito que está montando hoy.
Los fallos del relato del Ferrerasgate
- El doble rasero
A Pablo Iglesias le parece «enormemente grave y carente de un mínimo de ética periodística» que se difundan informaciones falsas sobre una persona… siempre que esa persona sea él. Si soy yo, ya es otro tema. Es como el tipo que le pone cuernos a su mujer con todas las mujeres del barrio pero se cabrea muchísimo el día que descubre que su legítima tiene un amante.
Pero ojo, que los medios títeres de Pablo Iglesias no han publicado noticias falsas exclusivamente sobre mí. Porque si solo hubieran publicado noticias falsas sobre mí, este artículo sería una venganza, no un artículo «con un mínimo de ética periodística».
¿Se acuerdan de cuando Podemos hablaba alegremente de los «40.000 millones de euros perdidos por evasión fiscal de las grandes fortunas»? Y lo decían y lo repetían como un mantra, aunque ningún dato sustentara la afirmación.
¿O el bulo de los 48.000 millones de euros que, supuestamente, pierde España cada año por corrupción?
¿O de cuando decían que la policía había matado de un porrazo a un mantero en Lavapiés? (El mantero había fallecido de un infarto). ¿De cómo la difusión de este bulo a través de las redes sociales de destacados miembros de Podemos como Juan Carlos Monedero e Irene Montero, entre otros, contribuyó decisivamente a que se desencadenaran graves disturbios en el barrio? Disturbios que se saldaron con seis detenidos y una decena de agentes heridos. Poca broma.
En fin, yo no les dejo aquí un listado de todas las noticias falsas que ha hecho correr Podemos desde sus cuentas o desde sus medios. Pero les animo a participar en comentarios para que hagamos una lista.
La última de estas fake news viene siendo que en España existen un montón de personas no binarias que reclaman su identidad y que tienen muchos problemas para acceder a medios sanitarios.
Todo esto se cuenta desde un informe encargado a dedo, y lanzado a bombo y platillo esta semana desde la cuenta de Irene Montero. Un informe que se presenta sin ficha técnica, un informe en el que se entrevistó a 17 personas y en el que se dice que se han realizado 2.000 encuestas, pero en el que no se aporta ningún instrumento o herramienta para verificar que dichas encuestas son reales. Un informe que da, en suma, vergüenza ajena.
En dicho informe se limitan a coger los resultados de unas encuestas y volcarlos en un programa informático. Eso es lo que me ha tocado hacer a mí en diversas asignaturas durante cuatro años en la carrera de psicología. Una de mis prácticas, por ejemplo, consistía en pasar el CIT (el Cuestionario de Impacto de Trauma) a mujeres que habían presentado denuncias por violencia de género. Les aseguro que si me llego a basar en entrevistas que he hecho por internet sin poder avalar la identidad de las entrevistadas y sin poder garantizar que dichas encuestas o entrevistas son reales y no me las he inventado, me suspenden. Irene Montero, sin embargo, ha pagado al autor o autores de este informe delirante – firmado por una empresa que se dedica a… ¡la venta de automóviles! – 14.000 euros. 14.000 euros para hacer correr lo que no deja de ser un informe falso y, por lo tanto, una noticia falsa. Una noticia falsa difundida a bombo y platillo desde la cuenta de Irene Montero, ministra de Igualdad y compañera y madre de los hijos del señor que tanto se queja de que se difundan noticias falsas.
2. El derecho a desmentido y rectificación
Pablo Iglesias reconoce que en su momento Ferreras le llama, que Ferreras le informa de la noticia que van a difundir y que Ferreras que le da pie a intervenir. Pero cuando desde Podemos me montaron toda la campaña acusándome de transfoba y de plagiadora jamás me permitieron intervenir ni rectificar. En fin, yo veo que hay una diferencia abisal. Por lo tanto, si Ferreras «no tiene un mínimo de ética periodística»… ¿qué tienen el amigo de Iglesias y su amiga entrañable? ¿rasgos psicopáticos?
3. El timing
A Pablo Iglesias le da por recordar esta historia en 2023 pero la historia sucedió en 2016. Y ya entonces, en 2016, hace seis años, Pablo Iglesias sabía de sobra que Ferreras había hecho correr una noticia falsa. ¿Por qué no se quejó entonces? Pues porque entonces le convenía. De hecho, la noticia falsa que les están dando a ustedes ahora es que Podemos no ganó las elecciones debido a esa noticia falsa que dio la sexta. Ese es el relato que corre por todo Twitter y que incluso insinúa Pablo Iglesias.
Pero dato mata a relato. Y Podemos está haciendo correr ¡de nuevo! una noticia falsa.
La noticia falsa es que Podemos hubiera ganado las elecciones si no hubiera salido la noticia de la cuenta en Granadinas.
A ver, hagamos memoria:
20/05/2015: Podemos tiene 69 diputados
06/05/2016: el programa que dirige Ferreras informa sobre la noticia de una cuenta de Pablo Iglesias en Granadinas. Eso le da pie a Podemos a crear el relato de que han sido perseguidos por las cloacas del Estado.
26/06/2016: se celebran elecciones en España. Podemos ha ganado dos diputados, pues obtiene 71 diputados.
16/05/2018: se publica la noticia de la adquisición del chalet en Galapagar por parte de Irene Montero y Pablo Iglesias.
17/01/2019: Íñigo Errejón anuncia que renuncia a la marca Podemos y que irá a las elecciones con Carmena.
28/04/2019: nuevas elecciones. Podemos obtiene 33 diputados.
En fin… que dato mata a relato. Podemos no dejó de ganar las elecciones por la noticia de la falsa cuenta en Granadinas. De hecho, mejoró sus resultados tras esa noticia. Si Podemos perdió votantes, fue por otras razones.
Pero, ¿por qué ahora a Iglesias le da este berrinche y mueve a todas sus cuentas de Twitter para que pidan la cabeza de Ferreras?
Pues por la misma razón por la que Isabel Díaz Ayuso anuncia la ampliación al 25% de las bonificaciones en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre hermanos, tíos y sobrinos, o por la que Sánchez nos ha dado a conocer una batería de medidas «para proteger de la inflación a la clase media y trabajadora, asegurar un reparto justo de las cargas de la guerra y seguir modernizando España», entre las que está el abono gratis del tren…
¡Porque es año electoral!
Y en año electoral cada quien y cada cual tiene que ir moviendo sus hilos para ser visible y crear un relato que atraiga a sus potenciales electores. Y el de Podemos es el relato del victimismo.
La rebelión del muñeco de vudú
Mucho se ha hablado de la supuesta reunión en la que Pedro Arriola, entonces asesor del PP, definió el plan para que Rajoy ganara las elecciones. Ese plan pasaba por dinamitar la izquierda. Y dinamitar la izquierda pasaba por apoyar a Podemos para crear un cisma entre un bloque de izquierda dividido entre Podemos, Izquierda Unida y el PSOE.
Rosa Díez lo cuenta así en su libro, Los aventureros cuerdos:
«Uno de los máximos responsables de un grupo financiero muy importante nos contó que la decisión de impulsar a Podemos se había tomado con el conocimiento y aquiescencia de Moncloa y que en la gestación había estado Soraya y que Rajoy había conocido siempre el asunto. La razón para tomar esa decisión-nos dijo-había sido intentar redirigir hacia una nueva opción el voto del descontento, el del 15-M, dividir el voto de la izquierda y de paso, reducir el riesgo de que el PSOE se hiciera con una parte sustancial de esos votos. Nos contó que Pedro Arriola tuvo la idea y que pactó con un importante empresario catalán del sector audiovisual que se diera a Podemos bastante tiempo en televisión y un trato adecuado, en especial a su líder, Pablo Iglesias (…) Así que quedaron en ir bajándoles los apoyos mediáticos poco a poco y en ir destapándoles ‘escándalos’, también paulatinamente».
Siempre se ha considerado a esta historia como a una leyenda urbana, pero hace poco estuve con un periodista que asistió a esa reunión. Y que me asegura que nada tiene de leyenda. Quizá sí de urbana.
En cualquier caso, en su día, ¿nunca se le ocurrió a Pablo Iglesias que era rarísimo que a él le estuvieran invitando cada día -repito, ¡cada día!- a la televisión y que, sin embargo, Rosa Díez no apareciera casi nunca? ¿No le extrañaba que no llamaran a históricos de Izquierda Unida? ¿Creía, de verdad, que le llamaban a él por su telegenia y su carisma? ¿Por su atractivo incuestionable? (Incuestionable para él, se entiende) ¿Pablo Iglesias, que tan listo dice que es y que se cree, no se daba cuenta de que le estaban utilizando?
Obviamente. al PP le vino de maravilla que Podemos subiera porque, ley de D’Hont mediante, se fragmentó la izquierda y así Rajoy pudo ganar unas elecciones en las que no hubiera podido triunfar con un PSOE fuerte como adversario. Después, ya se encontraron con que habían creado al monstruo de Frankenstein. El muñequito de vudú que habían creado para acabar con el PSOE se les rebeló. Y tranquilamente, lo aplastaron de un pisotón. O lo intentaron.
Pero no, a Podemos no se lo cargó Ferreras, ni siquiera Villarejo. Entre el delirio del chalet y las peleas internas ya se ocuparon ellos solitos de cargarse lo que habían creado. Y el previsible batacazo del 2023 nada va a tener que ver con las cloacas del Estado, sino con haber mentido a sus votantes. Las feministas que auparon a Irene Montero a las alturas, las feministas clásicas, ya han hecho mover la consigna de que a Podemos no se les vota. Y, ¿qué más ministros tiene Podemos? Una vicepresidenta de Asuntos Sociales a la que más bien se le conoce por ser la amiga y compañera de pupitre de Irene; un ministro de Universidades cuyo nombre estoy seguro que mis lectores no recordarán porque es más insulso que un canapé de corcho y tan visible como una mota de polvo; un ministro de Consumo que hace una campaña contra el sexismo en los juguetes precisamente cuando la Ministra de Igualdad está moviendo unos protocolos sexistas según los cuales si el niño juega con un camión es un niño y si el niño juega con muñecas en realidad es una niña, y una ministra de Trabajo que ahora mismo se lleva fatal con el resto de los ministros de Podemos y que ya está creando una plataforma propia.
No, el batacazo no va a llegar porque existiera una campaña contra Podemos. El batacazo va a venir porque han traicionado a sus electores, porque se han embarcado en unas derivas identitarias que nada tienen de izquierda, porque han incumplido todas y cada una de sus promesas electorales.
Podemos va camino de ser un cadáver político, una representación virtual, una anécdota como lo fue Syriza en Grecia o el movimiento de las Cinco Estrellas en Italia. Quienes llegaron al escenario público español anunciando el final de la vieja política y la voladura por los aires de lo que despectiva y pomposamente llamaban el «régimen del 78» ya van camino de la irrelevancia. Y sí, a sus cuatro palmeros les pueden hacer creer que todo es el resultado de una gran conspiración. Esos cuatro palmeros que van anunciando en Twitter a bombo y platillo que van a dejar de ver La Sexta. Bueno, como si a La Sexta le importara mucho, mira tú. Los 20.000 espectadores que pierda La Sexta, si los pierde, ya los ganará por otro lado. Pero al resto de los mortales, incluyendo a muchas de las mujeres que les votaron, Podemos hoy día se la sopla ampliamente.
Y esta última pataleta de gato panza arriba que se defiende desesperadamente y pega zarpazos al aire no es más que el canto del cisne. Podemos está muerto y está haciendo el ridículo más espantoso.