Risto Mejide: el peor ex del mundo
El hombre que lleva gafas hasta para meterse en la cama, ha roto con Natalia Almarcha, su última novia
Risto Mejide. | Europa Press
Le agradezco a la vida y a la prensa rosa (que para a algunos, como es el caso del protagonista de hoy, es lo mismo) la oportunidad que se me brinda de poder escribir de uno de los motores del mundo: los ex. Siempre he dicho que de escribir un libro, sería inspirado en las historias románticas de mi vida y no precisamente por melancolía, sino por practicidad, porque realmente los capítulos de la vida son las exparejas. Basta con verlos para saber cómo era uno en esa fase vital. Son un souvenir del pasado y al mismo tiempo de lo que algún día pensamos que sería para siempre… ¡Qué bonito!, siempre y cuando tu ex no sea Risto Mejide, el peor ex del mundo.
El hombre que lleva gafas hasta para meterse en la cama, ha roto con Natalia Almarcha, su última novia, después de hacer lo que se hace ahora cuando hay que asegurarse de no acabar volviendo. Lo que antes era contárselo a tus padres, ahora es dejar de seguir en Instagram y borrar las fotos con esa persona, tal y como hizo Risto, antes de lanzar un comunicado con el que consiguió reafirmar su sitio en el podio de los hombres más pedantes de España.
El comunicado que se podría usar como manual de comunicación pasivo-agresiva dice lo siguiente: «Yo jamás voy a dar públicamente mi versión del fin de una relación. Ni de esta ni de ninguna. Y no porque me falten ganas o razones. Sino porque eso sería ir contra una persona que ha sido importante en mi vida. Una mujer a la que he querido, con la que he convivido y a la que he dado la bienvenida a mi vida. Una mujer que ha estado con mis hijos. Una mujer a la que he llamado amor».
No hay que dejarse llevar por el final lacrimógeno, esto es un: «Podría dejarte muy mal, pero como soy guapo y magnánimo no lo voy a hacer, pero podría». Sabíamos que a Risto le gustaba señalar a periodistas, a no vacunados y ahora sabemos que también a exnovias, eso sí todo en el nombre del amor.
Pero todos tenemos (por desgracia) en nuestro currículo romántico a un Risto Mejide, ese ex con el que un día empezaste a salir, aunque no te gustaba tanto y acabó, con el creyendo que te estaba haciendo un favor a ti. Podrían definirse como los nuevos ricos del amor. Es gente con suerte, pero que está condenado a inmolarse, a destruir esa relación con la que no se atrevían ni a soñar y esto, porque no hay nada más insoportable que despertar todas las mañanas con alguien que te recuerda todo lo que tú no podrás ser jamás.
«El ego de Risto lo complica todavía un poco más, porque busca en sus parejas a una fan y aunque la admiración es importante, el amar a ciegas, como el caminar con los ojos cerrados, por lo general termina siempre en caida»
Por eso en el amor es fundamental que haya cierto equilibrio y con esto no me refiero a que haya que compartir cualidades, sino a que tiene que haberlas en las dos partes, aunque no sean las mismas. El ego de Risto lo complica todavía un poco más, porque busca en sus parejas a una fan y aunque la admiración es importante, el amar a ciegas, como el caminar con los ojos cerrados, por lo general termina siempre en caída.
Pero a Risto Mejide no lo voy a frenar yo, está obsesionado con ser el Leonardo DiCaprio español. Se autopercibe irresistible y como el protagonista de Titanic, no se permite salir con mujeres mayores de 25 años. Algunos lo llaman crisis de lo 50, otros simplemente pasamos vergüenza ajena.
