MyTO
El zapador

No te quedes en casa. Nos jugamos la democracia

Hay que mantener la cabeza fría y tomar las calles de forma pacífica y democrática. No hemos de rendirnos ante el golpe

Ilustración de Alejandra Svriz.

La España del 78 vive su momento más oscuro. El acuerdo de cuatro páginas entre el PSOE y Junts es una aberración y una traición a los principios democráticos de España. Nuestra democracia está en manos de un prófugo de la justicia al que el Estado le va a pedir perdón por sus gravísimos delitos. El pacto incluye propuestas como una ley de amnistía para los delitos relacionados con el procés, la creación de comisiones para investigar el lawfare y la intervención de una figura internacional en el conflicto Cataluña-España como si fueran dos naciones distintas. Además, representa una violación de la separación de poderes y una amenaza a la democracia española.

El acuerdo preludia futuras concesiones aún más controvertidas, como la cesión total de la recaudación de impuestos a Cataluña y la celebración de un referéndum de independencia. Por eso es importante un llamado generalizado a la resistencia y la acción por parte de todos los sectores democráticos de la sociedad española, incluidos los jueces, asociaciones, políticos, empresarios, medios de comunicación y ciudadanos de a pie, para defender los valores democráticos frente al autoritarismo al que nos estamos deslizando.

Es normal que la incertidumbre conduzca a la desesperación. «¿Y qué puedo hacer?», se preguntarán muchos. Muy sencillo. Manifestar tu descontento, plantarle cara a la infamia. Sin embargo, la resistencia debe ser activa y continua, pero no violenta. La violencia solo engendra más violencia y caos. No resuelve problemas. Las protestas y manifestaciones pacíficas han de ser nuestra forma de expresión fundamental, y los ciudadanos comprometidos con la democracia y el Estado de Derecho hemos de aferrarnos a ellas. Debemos expresar nuestro descontento en las calles y en las plazas, llamar la atención sobre cuestiones importantes sin desviarnos con consignas que no proceden y presionar a los líderes políticos, a los medios, a las instituciones y asociaciones civiles para que tomen medidas o escriban artículos y comunicados.

A lo largo de la historia, muchas protestas han desempeñado un papel clave en impulsar cambios sociales y políticos. No es cierto que no sirvan para nada. Muchos son los ejemplos de protestas que han cambiado el curso de la historia. Me viene a la cabeza el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960, crucial en la lucha contra la segregación racial y la discriminación, con la famosa Marcha sobre Washington, donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso «I Have a Dream». Todas esas reivindicaciones fueron clave para la aprobación de leyes como la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965.

También podríamos hablar de las protestas contra la Guerra de Vietnam que acabaron jugando un papel muy importante, cambiando la opinión pública sobre la guerra, y contribuyendo a la decisión de Estados Unidos de retirarse del conflicto. Otros ejemplos podrían ser el Movimiento Solidaridad en Polonia en los años 80 del siglo pasado, el movimiento Anti-Apartheid en Sudáfrica con Nelson Mandela, la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia o la Revolución rumana que puso punto final al régimen despótico de Ceaușescu y su señora.

Las protestas pueden generar una amplia cobertura mediática, que ayudaría a sensibilizar a la prensa extranjera y a los líderes europeos. «El jefe de Justicia de la UE advierte a España sobre el acuerdo de amnistía catalán. En una carta, Didier Reynders dice que hay ‘serias preocupaciones’ sobre un pacto de gobierno que otorgaría amnistía a los separatistas catalanes», destaca Politico Europe, uno de los diarios políticos más leídos por los europarlamentarios en Bruselas.

Golpe a la democracia. Camino a la dictaduraGolpe a la democracia. Camino a la dictadura

«Pedro Sánchez selló el jueves un acuerdo para extender la amnistía a los separatistas catalanes a cambio de su apoyo político, lo que probablemente le permita permanecer en el poder, pero causará agitación en toda España, dudas en Europa y dudas sobre la estabilidad del país», sentenciaba ayer el New York Times. Necesitamos que los medios internacionales se hagan eco de los planes autoritarios de Pedro Sánchez. «Inundemos la Comisión Europea con denuncias y cartas de los ciudadanos que defendemos la democracia constitucional y el Estado de Derecho. Yo ya lo he hecho», declaraba Guadalupe Sánchez en Twitter (X). Aquí el enlace.

Manifestaciones, cartas, artículos, manifiestos, denuncias… La razón está de nuestro lado. Los demócratas ya hemos recibido el apoyo del Consejo General del Poder Judicial (con los votos de su presidente, Vicente Guilarte, y de cinco vocales, dos de ellos propuestos por el PSOE: Roser Bach y Mar Cabrejas), del ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, de la Asociación de Fiscales, de las asociaciones de jueces (incluida la de los jueces y magistrados progresistas de Juezas y Jueces para la Democracia, cofundada por Cándido Conde-Pumpido), del Ilustre Colegio Nacional de Letrados de la Administración de Justicia, de la Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado, del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social…

La senda antidemocrática que Pedro Sánchez ha decidido recorrer hay que pararla con protestas, cuantas más mejor, pero insisto, hay que mantener la cabeza fría y tomar las calles de manera pacífica y democrática. No hemos de rendirnos ante el golpe. Hay que perseverar y seguir apretando. Las protestas continuas y sostenidas tienen más probabilidades de lograr un cambio que las acciones aisladas o de corta duración. Estas convocatorias masivas también podrían ejercer presión sobre los políticos socialistas para que reconsideren las nefastas consecuencias de su interesada felonía. Nadie da un duro por ellos, pero quién sabe si García-Page y un puñado de patriotas terminan cambiando de opinión.

No te quedes en casa. Nos jugamos la democracia.

3 comentarios
  1. Ciudadano_Keith

    No… no va de salir a la calle, olvídese D. Javier. Que si se sale está muy bien, hasta a mí me gusta, pero solución por ahí no llega. Me remito a los beneficios obtenidos a día de hoy, a las 20:47.

    Va de estrangular económicamente a la quinquillería. Va de parar el país. Si para la mitad diestra, del verbo PARAR, dudo que aguanten dos o tres meses. Por la otra mitad no hay que preocuparse, entre todos no tienen fuerza ni para expulsar el aire de los intestinos… esos ya están parados desde ni se sabe cuando.

    ¿Que es un incordio?, ¿que va a haber un desabastecimiento brutal? ¿Y? Fuera gasoil, fuera pan, fuera fruta, fuera móviles, … y que alguien me explique cómo aguantará la banda de Antonio.

    ¿Y porqué cuesta tanto lanzar la propuesta? Elemental… por el miedo que les desompone el vientre de que se lo hagan a ellos ‘si algún día’ (que no sé si lo veremos) llegan ‘al poder’. Así está el asunto quitando el maquillaje.

  2. Esparta234

    Es un buen momento para que los españoles pongamos la.raya a este patio de Monipodio dirigido por Sánchez y que amenaza la estabilidad del Estado de Derecho. Cierto que no es su creador puesto que la política española ya desde la Transición, ha vivido de alimentar a los nacionalistas en la medida que les interesaba: González, Aznar, Zapatero y demás, son también culpables de esta infamia que ha creado Comunidades de primera y segunda , siendo Sánchez el mayor felón.
    Hoy el nacionalismo catalán hundido electoralmente, resurge gracias a la necesidad del PSOE por mantenerse en el poder y salvo que Europa se inmiscuya directamente, lo tenemos bastante crudo, pues no bastarán cuatro manifestaciones para hacer caer a Sánchez, cuyo relato en boca de sus bien pagados relatores , léase medios afines, lo mantienen a flote en medio de la impavida mirada de esa gran masa de ciudadanos que desconfia absolutamente de nuestra clase política. Quien va a encabezar la repulsa a esta indignante situación? Feijoo o Abascal? Su interesada posición no les otorga excesiva credibilidad entre la masa apolítica , como tampoco ayuda su falta de «tirón» popular. O surge un nuevo movimiento de indignados o vamos listos.

  3. tonocrespo

    Es importantísimo movilizarse para evitar que un fatuo autócrata implante el l ‘LAWFARE»‘, mediante este derecho alternativo los jueces puedan ser rencarcelados por llevar la contraria al régimen, ESTE pacto entre PSOE y Junts incluye el sometimiento de la Justicia al arbitrio del poder político. Venezuela lo hizo para perseguir jueces díscolos.
    Este psicópata narcisista tan solo es un peón sin escrúpulos cuyo objetivo es destruir España y desestabilizar la UE. Detrás esta la mano que mece la cuna ;Putín ,China y el narcotráfico venezolano, sé que suena a conspiranoia, pero analicemos la situación. Este arribista ,Napoleoncito de todo a cien es el continuador del siniestro Zapatero y de esta excrecencia ya conocemos sus quereres.

Inicia sesión para comentar