THE OBJECTIVE
EL BLOG DE LUCÍA ETXEBARRIA

Maricón con tetas: en defensa de la libertad de expresión

«Resulta que llamarte a una trans «maricón con tetas» es un delito de odio. Pero llamarle «zorra» a una mujer es empoderante»

Maricón con tetas: en defensa de la libertad de expresión

Banderas trans y LGTBI. | Jan Schmidt-Whitley / Zuma Press / ContactoPhoto

Hace cinco días el diario de la competencia de cuyo nombre no quiero acordarme publicó una noticia con este titular:
«Condenada una simpatizante de Vox por negar el género de una mujer trans por no operarse y llamarla ‘maricón con tetas’». Resulta que ayer llego yo a la televisión y quieren hablar de esta noticia en una cadena nacional, en un programa que ven casi un millón de espectadores. Y descubro que no hay uno, sino varios periodistas que han leído este titular y se lo han creído.

¿Recuerdan que en otro artículo les expliqué Hannah Arendt hablaba de cómo los sistemas totalitarios falsifican la verdad? Pues bien: el susodicho diario falsifica la verdad. La manipula. La realidad es que la condenada es una mujer transexual. Esa mujer transexual tuvo un rifirrafe con otra mujer transgénero. Es decir: la primera se ha operado sus genitales y la segunda no, los conserva intactos: y para la primera la segunda no es mas que un maricón con tetas. Y por escribir eso le condenan a pagar 3500 euros y a seis meses de cárcel.

Resulta que llamarte a una trans «maricón con tetas» es un delito de odio. Pero llamarle «zorra» a una mujer es empoderante.

A mí eso me parece una auténtica barbaridad, sobre todo teniendo en cuenta que yo recibo insultos que me parecen mucho más fuertes absolutamente todos los días. A mí «terfa»me parece un insulto bastante grave, y la verdad es que encuentro que «plagiadora» es un insulto devastador, porque va en contra de mi carrera y de mi prestigio. Y «facha» no me gusta nada puesto que mi familia tuvo serios problemas porque se implicaron políticamente en la lucha antifranquista (lo cuento aquí). Y sí, ya sé que el dolor es subjetivo, pero creo que puede que me haya dolido mucho más que me llamen facha, terfa y plagiadora a lo que le pueda doler a una mujer transgénero que le llamen maricón con tetas. Y me parece absolutamente injusto y discriminatorio que todo lo que me dicen a mí no constituya delito, pero que llamarle «maricón con tetas» a una mujer transgénero sí lo sea. En cualquier caso, creo que cualquier ciudadano con dos dedos de cabeza pensará que multar a una mujer transexual e imponerle ¡seis meses de prisión! por haber dicho de otra que era un maricón con tetas es absolutamente desproporcionado. Es decir, no cabe en cabeza humana que llamarle «maricón con tetas » a una persona conlleve la misma pena que profanar un lugar de culto o que recepcionar bienes robados.

El diario en cuestión oculta el hecho de que se trataba de una mujer transexual y cuenta que es una simpatizante de Vox. ¿Lo era? Pues me he tomado la molestia de llamar a la jefa de prensa de Vox y me dice que no tienen ni idea de quién pueda ser esa persona. Resulta que la condenada escribió en redes sociales aquí una transexual de Vox en plan coña. De la misma forma que llegó un día Ayuso a un plató exasperada y dijo «¿ Me llaman facha? Vale,¡ pues facha!? Y así se construye un titular. No sé, Rick parece falso.


Servidora, ingenua de mí, creía que los periodistas tenían el detalle de prepararse un poco los temas de los que iban a hablar antes de llegar a un programa. Pero nadie había investigado más y habían dado por buena la versión del diario. De forma que si yo no llego a estar en ese programa se sigue reproduciendo una y otra vez la historia de la malvada simpatizante de vox que por odio, inquina y ruindad le llamó por «maricón con tetas» a una mujer transgénero. Y creo que la cosa cambia mucho cuando la historia es que dos mujeres trans que además eran amigas o al menos viejas conocidas tuvieron un rifirrafe y a una se le calentó la boca.

Pero esto es particularmente importante para mí porque yo tengo un juicio pendiente por haber dicho en un tuit que mis ojos veían a un hombre cuando veía una foto. Voy a respetar al denunciante y no voy a decir quién es pero basta decir que era una persona como todas estas mujeres cuya foto voy a enseñar ahora. Mujeres que se consideran mujeres aunque no se hayan ordenado y operado. Que sepan que si ustedes ven a un hombre en esta foto y lo expresan claramente se arriesgan a tener que acudir a juicio, tal y como me ha tocado a mí. Y yo he podido pagar las costas legales porque hice un crowdfunding, pero ustedes quizá no tendrían tantos amigos.

La soldado Paco, atractiva mujer trans que mide dos metros y pesa 90 kilos. Ha exigido compartir vestuario con sus compañeras, tal como se lo permite la ley.


La muy atractiva y muy bien vestida Javier Sanz, abogada. Se da la circunstancia que defiende a hombres, presuntos maltratadores que han sido acusados de violencia de género.


La valiente y simpática Alex Gallego, que fue portavoza de la Asociación Gylda (subvencionada) y que se identifica a sí misma como «mujer y madre de cuatre hijes».

La glamourosa Emma Colao, que fue candidata a la Presidencia de la Comunidad Canaria.

Y la dulce Vida Rodriguez Benito. De esta interesante mujer podemos contar que se presentó en un vestuario en un spa, determinada a compatir espacio con varias niñas de once y doce años y una anciana de 80. Y que (tal y como quedó grabado en un vídeo) cuando las mujeres que se hallaban en las instalaciones llamaron a la policía, la Policía le preguntó a Vida si quería denunciarlas a ellas, a las mujeres. Por transfobas (repito que la historia está recogida en vídeo).


Pongo fotos de cuatro mujers conocidas, cuatro valientes que han dado la cara y un paso adelante, y han dicho, SÍ, SOY MUJER. Pero les recuerdo que solo en Ceuta hay 52 mujeres trans que son hombres biológicos que se han autoidentificado mujer y que no se han alterado el nombre ni la apariencia física y que se calcula que en España ya hay unas tres mil mujeres similares, ¿qué me dirán ustedes?

Sigo : En un debate de Telecinco se enfrentaron la transexual Amor Romeira a con la mujer trans Francisco.


Amor Romeira acabó llorando de rabia y frustración porque no podía referirse a Francisco como hombre y tenía que ir midiendo sus palabras (Amor sabe de sobra que le puede caer multa y seis meses de prisión si se atreve a expresar en alto que la bella Francisco es un hombre) pero lo curioso es que amor era una firme y ferviente defensora de la Ley Trans. La misma que ahora le obliga a amor a reprimir sus palabras. Ah, yo no soy irónica: a mí Francisco me parece muy bella, me da morbo. Yo desde aquí le invitó a cenar cuando ella quiera, porque tengo cierto fetiche con los tatuajes y con las mujeres de dos metros.

La vanguardia publica la noticia de que la asesina del joven canario Jorge Carreño es una mujer. Pero se trata de una mujer muy especial. Una mujer que, al igual que la abogada Javier, la soldado Paco, la política Emma o la youtuber Vida, decidió autodentificarse mujer pero nunca se operó ni hormonó. ¿No les parece a ustedes una ofensa a todas las mujeres y una ofensa a la familia de Jorge y a su memoria que se mienta sobre quién fue su asesino? ¿ Que nos veamos obligados por ley a llamarle mujer? Y leerán ustedes que en algún sitio que la asesina es una mujer transexual. Y que tenía una novia. No señores, se trata de dos hombres auto identificados mujeres que usaban maquillaje y pelucas pero que por lo demás no se habían operado nada y por lo tanto no eran transexuales. Simplemente se habían auto identificado como mujeres. Es un insulto a todas las mujeres al dar por hecho que las mujeres cometemos crímenes movidas por la gratificación sexual. La criminología les dirá todo lo contrario. Las » mujeres cis» como nos llaman, las nacidas xx, no cometemos crímenes sexuales.

En Barcelona la profesora Silvia Carrasco de que su puesto pende de un hilo porque un grupo de fascistas que se llaman a sí mismos socialistas ha organizado un acto en su contra. Todo porque la profesora ha expresado ideas que a ellos no les gustan.

En España tres profesoras universitarias que yo sepa y probablemente más ya han perdido sus puestos de trabajo por expresar esas ideas: Amparo Manes, Juana gallego y Tasia Arangueez fueron despedidas de sus respectivos puestos en la universidad por haber expresado una idea básica: que el sexo es binario e inmutable. Se están recogiendo firmas apoyando a la profesora Silvia Carrasco aqui.

La libertad de expresión es uno de los fundamentos esenciales de una sociedad democrática. Los medios de comunicación requieren una protección especial porque desempeñan un papel clave en la defensa de la libertad de expresión. El artículo 10 de la Convención Europea de Derechos Humanos. protege, entre otros, el derecho a criticar, a hacer suposiciones o juicios de valor y el derecho a tener opiniones. Dicha protección no se limita a declaraciones «verdaderas»: se aplica en particular al discurso político y al debate sobre cuestiones de interés público.

Para permitir que los ciudadanos tomen decisiones significativas sobre cómo quieren que funcione la sociedad, la ciudadabía necesita acceso a información veraz y precisa sobre una amplia variedad de temas. Esto sólo puede suceder si las personas se sienten seguras al expresar los problemas que afectan a sus comunidades. Salvaguardar la libertad de expresión alienta a las personas a hablar, lo que facilita abordar los problemas sistémicos.

Quizá usted crea que todo este rifirafe entre trans y feministas a usted ni le va ni le viene, pero recuerde aquel poema atribuido a Bertold Brecht escrito en realidad por el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984). Primero se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Luego arrestaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Más adelante detuvieron a los obreros, pero como no era obrero, tampoco me importó. Luego detuvieron a los estudiantes, npero como yo no era estudiante, tampoco me importó. Finalmente detuvieron a los curas pero como yo no era religioso, tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde». Pues recuerde: Primero fueron a por las feministas.

La erosión de la legitimidad política combinada con lo que Norris e Inglehart denominan «reacción cultural» (2019) está alimentando una forma de populismo autoritario y antidemocrático. Un populismo que está avivando el fuego de una guerra cultural utilizando la retórica de «delito de odio» para obtener beneficios políticos.

La preocupación de que la cultura de la cancelación esté erosionando la libertad de expresión parece generalizada. Los medios de comunicación, los comentaristas culturales y las figuras políticas parecen esforzarse en enfatizar cómo la cultura, las tradiciones y la historia nacionales ( sea en España, Estados Unidos, Canadá o Reino Unido) están siendo amenazadas por la «cultura de la cancelación» y que los movimientos woke o queer no sólo están frenando la libertad de expresión sino que también buscan reescribir historia y alterar los hechos históricos. La guerra cultural en torno a la libertad de expresión puede verse como un proyecto ideológico más amplio que tiene sus raíces en la política de la Nueva Derecha de los años ochenta, a la que ha seguido una reacción de la Neoizquierda que ha decidido hacer suyo el lema «fight fire with fire» y está usando las mismas tácticas.

La libertad de expresión está más atacada ahora que en al menos dos generaciones. La era McCarthy de finales de los años 40 y principios de los 50 fue testigo de cómo a la gente se la encerraba bajo el argumento de que eran comunistas. La acusación tenía una manera de aplicarse incluso a meros socialistas (que no respaldaban las tácticas de los comunistas) o a demócratas liberales. De manera similar, los pacifistas a menudo han sido silenciados durante épocas de guerra. En España hemos vivido cuarenta alis de dictadura, pero parece que las nuevas generaciones (que no han conocido las consecuencias de las restricciones a la libre expresión) no se dan cuenta de que estamos repitiendo errores La intolerancia actual se logra sobre la base de intereses grupales exagerados. Es moralista y feroz, arruina reputaciones basándose en un comentario casual, destruye carreras debido a un Tweet imprudente e incluso fomenta la violencia callejera y los asesinatos. Esta cultura del «despertar» ( wokism) –engreída en su presunción de una conciencia especial del espíritu de la época– es oportunista y ágil, rápida para cambiar e incluso revertir el rumbo, en lo que en última instancia es una búsqueda de poder. No le gusta la libertad de expresión de sus oponentes.

Y no debaten: destruyen

De hecho, la «ofensa», el «sentirse ofendido» ha sido ampliamente aceptada como motivo para restringir la expresión. Las personas pueden sentirse ofendidas sin sentirse ofendidas de manera significativa, e incluso aquellos que se sienten ofendidos pueden no sufrir ningún daño significativo. Y si bien se puede compensar a las personas por los daños causados por la libertad de expresión, no hay forma de compensar a las personas por eliminar la libertad de expresión. En cualquier caso, por motivos puramente pragmáticos casi siempre es mejor permitir que los desacuerdos serios se debatan vigorosamente en lugar de suprimirse.

Déjenme acabar con una frase atribuida a Voltaire y que al parecer no era suya. «No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo». Precisamente, tenemos que defenderlo hasta la muerte porque nos va la vida en ell0.

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