THE OBJECTIVE
EL BLOG DE LUCÍA ETXEBARRIA

El padre del asesino: Rodolfo Sancho y la comunicación no verbal

«Este hombre es el padre de un asesino, y un asesino que ha descuartizado a otro hombre, y yo ya sabía que el prejuicio iba a actuar de forma muy fuerte»

El padre del asesino: Rodolfo Sancho y la comunicación no verbal

Rodolfo Sancho en Tailandia. | Gtres

No sé si recordarán ustedes un caso en el que un policía se infiltró en grupos radicales independentistas catalanes. Mantuvo relaciones íntimas con varias mujeres y engañó incluso a sus familias. Nadie sospechó absolutamente nada. 

Se hacía llamar Dani. Era Policía Nacional, se infiltró en el movimiento independentista catalán entre 2020 y 2022. Unos años en los que mantuvo relaciones sexo afectivas con diferentes mujeres. Cinco de ellas presentaron una querella contra el agente acusándole de abusos sexuales y revelación de secretos. La querella se sobreseyó.

Seguro que el tipo estaba muy entrenado para engañar, ¿pero no es raro que nadie sospechara? ¿Cómo pudo mentir de forma constante sin que nadie se diera cuenta?

Pues aquí actuó el sesgo de conformidad con el grupo, el sesgo atributivo, el prejuicio social, el sesgo de confirmación… Cuando tus ideas están muy polarizadas tiendes a fiarte de aquél que defienda las mismas ideas y a desconfiar de quien no las defiende. Y ese sesgo en muchas ocasiones te impide leer la comunicación no verbal de los demás. 

Así, me encuentro con muchas mujeres estafadas sentimentalmente que me dicen «pero no puede ser, ¡si era un aliado feminista!, ¡si le conocí en una conferencia de mujeres maltratadas!» o «pero no puede ser, ¡si le conocí en la Iglesia!». Y han caído víctimas del sesgo de grupo. Como él estaba dentro de su grupo, ellas eran incapaces siquiera de sospechar que les pudiera estar mintiendo. 

De la misma manera, mucha gente no puede leer la comunicación verbal del alcalde Almeida porque lo primero será el sesgo de grupo. O los prejuicios. De eso trataba mi artículo de ayer: Almeida enamorado.

Si tú, por ejemplo, tienes convicciones muy profundas acerca de los matrimonios en los que hay una gran diferencia de edad, tu cabeza estará por encima de lo que veas. Y lo mismo sucederá si te da repelús el Partido Popular, o la iglesia católica, o lo que sea

Los niños y los animales no se equivocan al leer a la gente, precisamente porque no usan prejuicios e ideas preconcebidas. Cuando a un niño pequeño le disgusta una persona y no quiere acercarse a darle un beso, fíjate. Lo mismo cuando un perro que normalmente es amigable empieza a gruñirle al portero o al dependiente de la tienda. Están leyendo su comunicación no verbal. Y los perros además pueden oler la adrenalina en su sudor. Ni el perro ni el niño hacen su lectura con interferencias de sus prejuicios o sus ideas. 

«En el caso del alcalde Almeida mis prejuicios me llevaban a pensar que quizá no estaba enamorado de su mujer y que todo había ha sido un pacto de conveniencia»

«¿Puedes ordenar tu habitación por favor?». ¿Alguna vez has hecho esta pregunta a tus hijos y te han ignorado? Probablemente. Pero tu comunicación no verbal en este escenario puede desempeñar un papel importante en la forma en que tu hijo o hija te responde. Si estás molesto o frustrado, tu hijo podría darse cuenta de esto a través de tu lenguaje corporal y, como resultado, responder mal. Ponerse al nivel de tu hijo, establecer contacto visual, sonreír y usar un tono tranquilo conseguiría que tu hijo recogiera el cuarto y desde luego es mucho más probable que lo recogiera si se lo pidieras con una sonrisa y un tono amable. 

En el caso del alcalde Almeida mis prejuicios me llevaban a pensar que quizá no estaba enamorado de su mujer y que todo había ha sido un pacto de conveniencia. Me tuve que deshacer de prejuicios para entender su comunicación no verbal. 

El sesgo inconsciente se refiere a un prejuicio o estereotipo que un individuo puede tener sobre un grupo particular de personas, un sesgo cognitivo del que no es plenamente consciente. También conocido como sesgo implícito, este sesgo puede estar dirigido hacia personas de determinadas razas, orientaciones sexuales, rasgos físicos, códigos indumentarios… Y orientaciones políticas.

Los sesgos y prejuicios a menudo se desarrollan en la primera infancia cuando los niños comienzan a hacer suposiciones basadas en experiencias personales. También pueden recibir estereotipos de los padres, los sistemas educativos y otras instituciones culturales, así como de medios de comunicación populares como libros, películas y televisión. Como resultado, los prejuicios inconscientes pueden forjarse durante muchos años sin ser detectados.

Algunos de los tipos más comunes de sesgos inconscientes se encuentran en la forma en que los individuos consideran sus propios procesos de pensamiento y habilidades de razonamiento, como centrarse en cualidades negativas de los individuos que se alinean con las actitudes existentes, (así sucede en el sesgo de confirmación y el sesgo de afirmación). Otros prejuicios inconscientes están directamente relacionados con la apariencia de otras personas. Estos tipos de prejuicios tienden a basarse en estereotipos y pueden dar lugar a prácticas discriminatorias.

Ayer, por ejemplo, Rodolfo Sancho padre de Daniel Sancho, el asesino de Edwin Arrieta apareció en el primer capítulo de una docuserie. Intenté leer su comunicación no verbal… pero me daba cuenta de que el prejuicio era muy grande. Este hombre es el padre de un asesino, y un asesino que ha descuartizado a otro hombre, y yo ya sabía que el prejuicio iba a actuar de forma muy fuerte. Que me iba a nublar la percepción. Además las cosas que decía Rodolfo Sancho iba. Absolutamente en contra de mis ideas.

Pero cuando volví a ver el vídeo sin sonido me di cuenta de dos detalles. El primero es que Sancho se llevaba constantemente la mano a la boca, lo cual quiere decir que se estaba conteniendo para decir lo que pensaba. Muy probablemente está asesorado por abogados y le han dicho lo que tiene que decir, así que se reprime. El segundo era que su sonrisa era falsa. Sonreía a menudo, pero no con los ojos.

Una de las formas más obvias y expresivas de comunicar el estrés es a través de las expresiones faciales. Cuando alguien está estresado, puede demostrarlo frunciendo el ceño, haciendo muecas, apretando la mandíbula, mordiéndose el labio o entrecerrando los ojos. Pues bien, Rodolfo Sancho estaba haciendo una actuación muy buena intentando dar ese papel de «yo soy un luchador, yo puedo con todo, a esta vida hemos venido a aprender…». Pero si veías el capítulo sin sonido e ibas deteniéndote en sus expresiones, te dabas cuenta que en realidad estaba muy tenso. Que estaba interpretando un personaje. Un personaje que no le va a ayudar mucho en realidad porque si hubiera llorado probablemente el público se hubiera sentido más cerca de él.

Si Rodolfo Sancho hubiera utilizado sus habilidades como actor y si hubiera puesto a llorar hubiera obtenido inmediatamente la simpatía del público. Pero está en un estadio de negación y cada uno utilizamos los mecanismos de afrontamiento como bien o mal podemos. Él se ha creado una armadura de defensa, por eso no llora. 

 Como hipótesis (y reiteró que esto es una hipótesis) me planteo que quizá Rodolfo Sancho esté atravesando todavía un período de negación y esté confundido respecto a sus propias emociones. Y de ahí que se cree ese personaje del samurái enfrentado a su destino, para poder manejar el estrés y la ansiedad. 

En cualquier caso hay una frase que para mí es una axioma «debajo de lo que se dice siempre hay algo que no se dice». Debajo del discurso verbal de Rodolfo Sancho y su actitud de héroe épico hay un padre, y un padre que probablemente esté en un momento de negación. Yo creo que si mi hija me dijera que había matado a alguien yo me inventaría todas las excusas posibles para exculparla, es lo lógico. Porque hay dos maneras de dejarse engañar. Una es creer lo que no es verdad; la otra es negarse a creer lo que es verdad.

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