Cinco minutos de gloria trans para Amor Romeira

Ahora que con la ley trans los defensores de la teoría queer han redefinido el marco de la transfobia, vamos a recordar algunos de los episodios más tránsfobos vividos en la televisión española, que fueron irónicamente protagonizados por mujeres trans, en concreto La Veneno y Amor Romeira. Hace muchos años, en Aquí hay tomate, La Veneno -enfrentada con Bibiana Fernández por razones que ya hemos olvidado- mantuvo la siguiente conversación con la reportera del programa de Telecinco:

– «Yo reconozco que me siento mujer, me siento muy femenina, pero yo no soy ninguna mujer. Mujer, mi madre, que es la que me ha parido. Y mujer, tú (a la reportera). Pero yo soy un pedazo de maricón, ‘asín’ de claro.

– A lo mejor tú te sientes así y ella, de otra manera.

– No, no, ella un maricón castrado.

– Eso es un poco duro.

– Un poco duro, no, es una verdad como una catedral. A mí no me vengan a decir las que no están operadas que se sienten mujeres porque no. Te lo vuelvo a decir, mujer mi madre, que tiene matriz. Ella, el organismo por dentro es de hombre, por mucho que se opere, por mucho que se hagan. Ellas no pueden parir».

Y ahí sigue ella, convertida en icono del colectivo, eso sí, tras el pertinente blanqueamiento y romantización llevados a cabo por los Javis. Ese discurso es, ahora mismo, una auténtica herejía y La Veneno sería arrojada al fuego de las redes sociales como lo ha sido Sonia Ferrer, a la que llaman ‘terfa de mierda’ por mucho menos, en concreto, por haber utilizado la palabra mutilación para referirse a las distintas cirugías que acompañan un proceso de cambio de sexo: ya sea vaginoplastia, mamoplastia de aumento, tiroplastia, glotoplastia (en el caso de las mujeres) o orquiectomía, penectomía, vulvoplastia, clitoroplastia y labioplastia (en el caso de los hombres).

Sonia lleva una temporada metida en ese jardín en el que no conviene meterse porque es un campo minado donde no hay confrontación de ideas, solo combate de trincheras con insultos y odio. Ella sabrá. Ríanse de las broncas de sobremesa navideña Madrid-Barça o Podemos-Vox: nada como sacar el tema trans para que vuelen los cuchillos. Y ha sido en uno de esos debates televisivos donde priman los higadillos sobre la razón donde ha chocado con Amor Romeira, otrora estrella de uno de esos momentos tránsfobos de los que hablábamos antes. Fue en un Sálvame, así que no se asusten por el nivel de la pelea con Nova, que empezó recriminándole su actitud:

– «No tienes vergüenza. Y aquí tienes el informe de disforia de género en la que un psicólogo me ha dado el DNI que tú no tienes.

– Yo te voy a respetar porque, para mí, eres la representante del Museo Thyssen. Eres un cuadro. Por mucho que tengas una sentencia que diga que eres mujer, no lo eres. Cariño, una mujer se caracteriza por tener una vagina.

– Porque me acepto como soy.

– Porque te prostituyes, por eso mismo (…) Yo no me gano la vida diciendo que me acuesto con futbolistas y con toreros, cerda. ¡Estoy harta de ser educada con mamarrachas como tú!

– Tú estás operada de todo menos de lo que tienes que estar operada».

La escenita acabó como tenía que acabar, con una agresión y ulterior fuga de plató, que era lo que se estilaba entonces. ¡Qué tiempos aquellos! Pero si nos retrotraemos un poco más nos encontraremos con otro documento de Amor, esta vez en DEC, en Antena 3, cuando una de sus ‘hermanas’ se confesaba «transexual no operada genitalmente»: «A efectos visuales eres un hombre, maricón», le espetaba la colaboradora. Como ven, ni Sonia Ferrer ha llegado tan lejos. Pero vivimos en un país donde el pasado se borra con pasmosa facilidad y se vive en un presente cambiante o líquido, como llaman ahora.

Amor y Sonia llevan días siendo trending topic, cada una despertando el apoyo de los suyos en un tema que, lamentablemente, requeriría de más pedagogía y menos demagogia, pero vivimos rodeados de titulares impactantes y clickbait, no de análisis o aprendizajes. Y ambas saben que, ya sea en el papel de villana o heroína, tienen pantalla para rato.

Lo cierto es que el tiempo ha pasado, la ley trans se ha aprobado y Amor Romeira ha cambiado su discurso radicalmente, posicionándose -oh, casualidad- hacia donde sopla un viento nuevo que la coloca, de nuevo, en una silla de colaboradora de televisión. ¡Y luego hablamos de la reconversión industrial! Tranquilos, que las piezas del puzzle no han encajado del todo: Amor saca disco. El título: Travel-o. El mensaje: «Una canción de empoderamiento desde el insulto que siempre ha perseguido a las mujeres trans y al colectivo LGTBIQ+». ¿Cómo te quedas, maricón?