Un 80% de los nuevos fondos Perte benefician a la sanidad privada, según una ONG
La Federación Española en Defensa de la Sanidad Pública señala que la mayor parte de esta partida «solo aumentará los beneficios» del sector privado
El Gobierno ha elevado el presupuesto del Perte de Salud hasta los 2.000 millones tras sumar 830 millones adicionales, de los que el Ministerio de Ciencia e Innovación gestionará 600 millones y el resto el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, la Federación Española en Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) lamenta que la mayor parte de estos nuevos fondos «solo servirán para aumentar los beneficios empresariales» del sector privado.
Así lo ha señalado a THE OBJECTIVE el portavoz de la Fadsp, Marciano Sánchez Bayle, que asegura que desde la federación «no consideran adecuado» el reparto de esta inversión pública que en mayor medida irá destinada a «aumentar los beneficios empresariales de un sector que los tiene muy elevados», señala en referencia al sector privado. La Fadsp es una organización sin ánimo de lucro fundada en 1981 que reúne a profesionales de la sanidad de todas las categorías y titulaciones y que se declara «a favor de un sistema sanitario público, universal y redistributivo, que garantice el acceso a una atención de salud de calidad en condiciones de igualdad».
Esta ampliación se suma a un presupuesto inicial de 1.469 millones de euros, de los cuales más de 982 millones se invertirán desde el sector público y cerca de 487 millones de euros, se movilizarán desde el sector privado. Ahora, con esta ampliación tras la aprobación de la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el 80% de este dinero irá destinado en mayor medida a la industria tecnológica e industria farmacéutica «teniendo escasa repercusión sobre el necesario reforzamiento del sistema sanitario público».
De forma desgranada, según detallaron este miércoles la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y el ministro de Sanidad, José Miñones, 20 millones de euros irán destinados a mejorar el diagnóstico temprano y la asistencia sanitaria de enfermedades raras, 25 millones se van a implementar para desarrollar un proyecto de diagnóstico genómico y 27 millones se van a poner a disposición de los centros de investigación vinculados a los hospitales para reforzar sus capacidades de investigación y desarrollo tecnológico. También se van a reforzar con 45 millones de euros las unidades de ensayos clínicos del Sistema Nacional de Salud y con cinco millones de euros se reforzará las capacidades de investigación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
«Escasa repercusión en el SNS»
De la partida más «potente» se beneficiará el sector privado: 150 millones irán destinados para fortalecer la internacionalización de las capacidades industriales y 298 para aumentar la capacidad industrial de las empresas del sector. Además, de manera adicional se inyectarán 30 millones más para fondos de coinversión para aumentar el tamaño y la capacidad industrial de nuestras empresas.
En este sentido, la ministra ha recordado que el objetivo de este Perte es «investigar y diseñar las terapias del futuro, las terapias avanzadas, aquellas que llevan nombre y apellido, que utilizan la información genómica del paciente y de la enfermedad, y todo el resto de información socioeconómico que afecta también a ese paciente, para prevenir su enfermedad, para darle el mejor tratamiento y en definitiva la terapia más avanzada».
Sin embargo, para Marciano Sánchez ese mismo dinero «debería haberse dirigido o bien a poner en funcionamiento una industria farmacéutica pública que permitiera la investigación y la producción de medicamentos desde el sector público con una rentabilidad sanitaria y social garantizada o bien a reforzar el sistema sanitario público, especialmente la Atención Primaria, que como es bien conocido se encuentra en una situación crítica».
«La base de todo el Perte es fomentar la colaboración público-privada, y la mayoría de las inversiones están dedicadas a la industria de tecnología e industria farmacéutica, teniendo escasa repercusión sobre el necesario reforzamiento del sistema sanitario público a pesar de títulos más o menos rimbombantes como ‘cohesión territorial’ (LT4) o ‘fortalecer y desarrollar las capacidades del SNS'(LT1), cuyo contenido concreto es solo industrial y no está relacionado con el fortalecimiento de la Sanidad Pública», cuenta el portavoz de la Fadsp a este medio.
Por último, la federación considera que «no existe ningún compromiso concreto de transparencia ni de repercusión sobre el sistema sanitario público». «Al final quedaran solo en beneficios empresariales, como ha sucedido por ejemplo con las subvenciones públicas dedicadas a la investigación de las vacunas de la covid-19». «Sin reforzar los dispositivos asistenciales de la Sanidad Pública no hay salud de vanguardia posible», concluye el experto.