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El 90% del plasma que usa España proviene de los cinco países que pagan a sus donantes

El 27 de junio el Parlamento Europeo votará las enmiendas para un reglamento que permite compensar a los donantes de plasma

El 90% del plasma que usa España proviene de los cinco países que pagan a sus donantes

El 90% del plasma para terapias médicas en España proviene de Estados Unidos, Alemania, Austria, República Checa y Hungría. | EP.

El próximo 27 de junio la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo votará las enmiendas al proyecto de propuesta de la Comisión Europea para un reglamento que permite compensar a los donantes de plasma, en un intento de reducir la dependencia que existe en el Viejo Continente sobre esta materia prima. Y es que Europa obtiene el 40% del plasma que necesita para fabricar medicamentos derivados de este componente de la sangre (PDMP) de Estados Unidos, cuando la demanda de PDMP esenciales, como las inmunoglobulinas, creció un 6,7 % anual durante el período 2010-2021, según ha publicado recientemente la Oficina de Investigación de Mercados (MRB).

En estos momentos, España es deficitaria en más de un 50%, según datos aportados a este periódico por la Federación Española de Donantes de Sangre (FedSang), de forma que el 90% del plasma para terapias médicas proviene, principalmente, de cinco países: Estados Unidos, Alemania, Austria, República Checa y Hungría. Lo únicos que  permiten en la actualidad la recolección comercial de plasma y la compensación monetaria de sus donantes, según señala a THE OBJECTIVE el think thank Institut Ostrom, que recién acaba de publicar un informe donde analiza la situación española y europea. Estados Unidos compensa a sus donantes con una tarifa que varía entre los 50 y 6o dólares, y Alemania con una tarifa fija de 25 euros.

España importa el 60% de los hemoderivados

En nuestro país, la disponibilidad de plasma ha disminuido en los últimos años e importamos el 60% de los hemoderivados, principalmente desde Estados Unidos, según datos publicados por el Ministerio de Sanidad. «Esta dependencia del exterior genera una situación de riesgo de insuficiencia cuyas consecuencias ya padecimos en 2021 debido a varios factores, entre los que cabe destacar la baja recolección en 2020 provocada por la covid-19 y el aumento progresivo del consumo de inmunoglobulinas», recalca el informe, presentado el pasado miércoles en un acto en Madrid donde se detalló la situación del suministro de plasma en nuestro país.

En este sentido, en EEUU ya se han reducido las donaciones en un 25% desde la pandemia, esta situación, según recoge el estudio realizado por el profesor asociado de Estrategia, Ética, Economía y Políticas Públicas en la Universidad de Georgetown Peter Martin Jaworski, «podría llevar al país americano a cambiar sus política si la escasez es lo suficientemente grave para afectar el acceso al suministro de los pacientes estadounidenses».

La EMA ya reconocía en 2002 la contribución de la donación compensada al tratamiento de enfermedades raras en la UE : «Es importante reconocer que una proporción muy sustancial del plasma total utilizado en la fabricación de PDMP utilizados en Europa proviene de donaciones pagadas o remuneradas. Contemplar como requisito la recolección solo de donantes no remunerados crearía grandes problemas de suministro y escasez de productos sin ninguna justificación».

La posición del Gobierno

La regulación española prohibe una contraprestación económica para la extracción de plasma dede la aprobación del Plan Nacional de Hemoterapia en 1985. El Real Decreto 1945/1985 prohibe la compensación para la donación de sangre o cualquiera de sus componentes. No obstante, en Alemania o la República Checa, la recolección de plasma ya ha sido incorporada a la lista de excepciones por las que la compensación es permitida. En el país checo, con aproximadamente un cuarto de la población de España, consigue recolectar casi el doble del plasma que nuestro país: 726.859 litros frente a 389.379 en 2019, según el informe del Institut Ostrom.

No obstante, para el Gobierno de España «la remuneración no es una opción». El Ministerio de Sanidad trabaja, a través del Comité científico para la seguridad transfusional, en un plan para avanzar hacia la suficiencia con plasma autóctono y reducir la dependencia exterior. Así lo explicó a finales de 2022 la directora general de Salud Púbica, Pilar Aparicio, que aseguraba que «con inversión adecuada y sostenida en el tiempo en la red pública de centros de transfusión, España puede alcanzar la autosuficiencia en plasma sin abandonar el principio de donación voluntaria y no remunerada en un plazo de tiempo razonable».  

Sin embargo, para el presidente de la Asociación Española de déficit inmunitarios primarios, Carlos Jiménez, no se trataría de pagar al donante sino de «compensarlo» por los gastos que pueda tener. «¿Sería algo estrambótico que el Estado compensara por los gastos que un donante pueda tener por ir a donar?», se preguntaba en conversaciones con este periódico: «Eso no es pagar, parece que la gente va a poder vivir donando plasma y va a haber un mercantileo, pero eso no es así, se trata de compensar».

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