Sánchez baraja entregar Sanidad a Sumar por su irrelevancia en la próxima legislatura
José Miñones trabaja en varias normativas para «poderse atribuir determinadas iniciativas» tras su salida
José Miñones, actual ministro de Sanidad en funciones, y Mónica García, portavoz de Más Madrid. | EP
PSOE y Sumar ya exploran el reparto de ministerios. Los primeros tienen la intención de recuperar el Ministerio de Igualdad y que esta cartera vuelva al ala socialista del Gobierno, tras tres años en manos de Irene Montero (Podemos) y numerosas polémicas. A cambio, Pedro Sánchez baraja entregar la cartera de Sanidad a Sumar. Un departamento que tiene escasas competencias, al estar transferidas a las comunidades autónomas, y que todo apunta a que recaería sobre la líder de Más Madrid, Mónica García.
Sin embargo, Sánchez calibra ceder Sanidad, ahora en manos de José Miñones –en funciones desde julio–, con el camino marcado. Miñones ya ha encendido la maquinaria para salir del Ministerio «con alguna cosa con la que ser recordado», apuntan fuentes expertas a THE OBJECTIVE. Desde el 28 de marzo al frente de Sanidad tras la salida de Carolina Darias, su única gran hazaña ha sido decretar el fin de la crisis sanitaria dando mejor vida a las mascarillas.
El 11 de octubre, el Ministerio de Sanidad publicó un documento para la consulta pública previa con la intención de aprobar un Real Decreto sobre evaluación de las tecnologías sanitarias. Este es el primer paso de carácter administrativo que puede conducir a que el Consejo de Ministros, dentro de unos meses, apruebe finalmente esa norma. Además, Miñones ha anunciado que se retomarán las negociaciones para la aprobación del Plan Estratégico de la industria farmacéutica este mes. Unos anuncios «poco congruentes» con el hecho de que el Gobierno se encuentra en funciones, ya que legalmente no se puede aprobar ni el Real Decreto ni el Plan de la Industria «porque exceden del criterio de administración ordinaria de asuntos que establece la Constitución».
Ante estas circunstancias, las fuentes consultadas barajan dos opciones que explicarían por qué se han reactivado estos proyectos: una sería que se vislumbra la posibilidad de que el actual presidente sea reelegido las próximas semanas, «con lo que se estarían anticipando los trabajos»; o bien, y esta es la opción que coge más fuerza, en el próximo Ejecutivo, el Ministerio de Sanidad podría estar dirigido por el partido Sumar, «con lo que el actual ministro quisiera aprovechar estos meses para poderse atribuir determinadas iniciativas», ambas de importante calado en la industria farmacéutica.
Problemas en evaluación de productos sanitarios
La importancia de aprobar un Real Decreto sobre evaluación de las tecnologías sanitarias recae en la necesidad de garantizar que todas las tecnologías sanitarias «encuentren su lugar en la evaluación», de forma que los medicamentos no se sitúen por encima de otras tecnologías sanitarias, como ahora ocurre. Un hecho que está dando lugar a desabastecimientos de determinados productos, como ya reconoció recientemente Mercedes Suria, jefa de servicio de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps).
En el documento (de seis páginas) se menciona que «la necesidad y oportunidad de la norma sobre la evaluación de las tecnologías sanitarias (ETS) debe enmarcarse en la compleja encrucijada que vive el sector farmacéutico a nivel global y local, en la que la inacción o el retraso en la misma puede tener consecuencias negativas sobre la investigación y desarrollo de innovaciones, sobre el acceso de los pacientes a los medicamentos, sobre la asequibilidad de los medicamentos y la sostenibilidad del sistema sanitario, y sobre el atractivo que España puede jugar para atraer inversiones industriales».
Según el texto, las tecnologías sanitarias «incluyen medicamentos, productos sanitarios, pruebas para el diagnóstico ‘in vitro’, procedimientos médicos y quirúrgicos, modelos organizativos, y medidas para la prevención, el diagnóstico o el tratamiento de enfermedades». De esta forma, el organismo reconoce que existe un «vacío normativo» en la evaluación de tecnologías sanitarias en España, que constituye el «principal problema que es necesario solucionar a la mayor brevedad».
El proyecto ‘estrella’ de Sanidad
Sin embargo, si hay un proyecto ‘estrella’ de este Gobierno y, en concreto, del Ministerio de Sanidad es el Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica. Anunciado por Carolina Darias al término de la fase más dura de la pandemia, José Miñones, durante su visita a la planta que está construyendo Faes Farma en la localidad vizcaína de Derio, anunció que esta semana retomaría las negociaciones de este plan. Una normativa que marca el acceso y la producción de medicamentos como cimientos ante el acuciante problema de acceso a los medicamentos innovadores que presenta España.
Además, en esta visita, Miñones añadió que el plan, cuya aprobación se preveía para el primer semestre de 2023 pero se vio interrumpido por la convocatoria electoral, «está ya muy desarrollado», y, por tanto, espera que en las próximas semanas se pueda dar continuidad a las reuniones y finalmente aprobarlo –algo que no puede hacer en funciones–. En su negociación están implicados cuatro ministerios (Sanidad, Hacienda, Industria y Ciencia) y cuatro patronales (Farmaindustria, Aeseg, BioSim y Afaquim).
