Los europeos cambiaron su gasto tras la pandemia: menos ocio y más salud
Los datos demuestran que la covid-19 cambió nuestra manera de gastar hacia otros bienes
Gastamos menos en salir y más en cuidarnos. | Alejandra Svriz
La pandemia puso patas arriba la vida y las carteras de los europeos. Los ciudadanos de la UE cambiaron por completo sus gastos tras el confinamiento y las fases de desescalada de la enfermedad priorizando la inversión en cuestiones relacionadas por la salud y reduciendo, por ejemplo, el gasto en comida y bebidas no alcohólicas -consideradas como parte del ocio de los ciudadanos- o noches de hoteles y viajes.
Así lo revela la encuesta de Eurostat sobre el Gasto de los Hogares. El agente europeo afirma que los ciudadanos comunitarios han cambiado sus hábitos de consumo en los últimos años, con una especial incidencia en los cursos 2020 y 2021, fecha en la que se dio la pandemia y el curso posterior, que destaca por una fuerte reactivación de la economía global gracias al levantamiento de las restricciones sanitarias y la vuelta a la normalidad para sectores que vieron paralizada su actividad durante varios meses, en especial los relativos al ocio o al consumo.
Uno de los cambios más notables se ha dado en la industria del entretenimiento. Los restaurantes y los hoteles han sido los principales establecimientos que han sufrido este retroceso. En comparación entre 2019 y 2022 (último año del que se cuentan registros), Eurostat registra un fuerte descenso en el dinero destinado a disfrutar de sus servicios de hospedaje o de restauración cifrado en dos puntos y medio.
Hostelería y restauración, las más castigadas
Cabe destacar que Eurostat recuerda que entre 2021 y 2020 se dio un fuerte crecimiento en este tipo de servicios, llegando a rozar los 35 puntos. Esto se debe al parón sufrido a causa de la pandemia, cuando todos los europeos tuvieron que recluirse en casa para reducir los contagios. En las gráficas de consumo suele verse un pico tras la fuerte caída registrada, dando forma de V a la recuperación de los hosteleros tras la covid-19. En números absolutos hablamos de un salto desde los 480 mil millones en 2019 hasta los 299 mil millones en 2020.
El curso pasado se recuperó cierta normalidad dentro del sector tras registrar una subida hasta los 470 mil millones de euros en estos establecimientos, aún por debajo de los datos de 2019 pero marcando un rumbo positivo hacia la recuperación de uno de los sectores más afectados por la pandemia.
Entre los sectores que han crecido en estos años e incluso han registrado un salto de ingresos se encuentra la salud. Este mercado se ha convertido en uno de los más destacados de nuestro día a día, en especial tras sobreponerse a los efectos colaterales de la pandemia (mayor concienciación sobre la salud, casos de covid persistente, etc.). Entre 2019 y 2022, Eurostat registra un crecimiento de casi diez puntos porcentuales, una destacada subida.
El valor más elevado, el mayor gasto que tienen los ciudadanos europeos es el de mantener el hogar caliente y funcional. Los hogares de los ciudadanos de los Veintisiete invierten buena parte del salario en los gastos habituales del domicilio como la luz, el gas y otros elementos indispensables para hacer habitable el hogar.
En qué gastamos los españoles
Los españoles no somos extraños entre nuestros vecinos. Eurostat revela que nuestro hábitos de consumo en los hogares son muy parecidos a los de los otros 26 países, aunque tenemos nuestras particularidades. Mientras que los demás han reducido sus visitas a hoteles y restaurantes en los últimos años, los españoles destinamos la segunda mayor cantidad de dinero a este tipo de planes de ocio, habiendo destinado unos 81 mil millones de euros, una cifra ligeramente alejada de los gastos prepandémicos.
Nuestro tercer elemento de gasto no es otro que la compra de alimentos y otros bienes necesarios. De todas formas, destaca que nuestra cuarta mayor inversión personal en 2022 fue el transporte, seguido de la cultura y el ocio. La educación representa nuestro menor nivel de gasto, un poco por delante del consumo de alcohol, tabaco y otros narcóticos legales y con fines recreativos.
