La jornada médica que propone Mónica García aumentaría el coste de las guardias un 175%
Este anuncio supondría, además, incrementar en un 50% la plantilla actual, según estimaciones de sindicatos médicos
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha señalado la necesidad de establecer, como mínimo, jornadas de 17 horas para acabar con las actuales guardias de 24 horas de los médicos. Un anuncio que ha sido recibido con cierto escepticismo desde los principales colectivos del sector, ya que si bien, por un lado, se pondría fin a las jornadas maratonianas de los médicos – según un análisis de la Clínica Mayo, el cansancio en los médicos está asociado a un 460% más de probabilidades de cometer un error en un diagnóstico–; por otro lado, la retribución económica de los facultativos podría verse afectada.
Para el médico de familia Víctor Pedrera, vicesecretario general de CESM, este anuncio «es un brindis al sol», ya que supondría aumentar en «un 50% la plantilla actual», además de un incremento de las retribuciones para que no haya merma salarial. «Los médicos tienen un salario que es ridículo comparado con el resto de salario del entorno europeo. El facultativo recién terminado cobra en torno a los 2.000 euros sin guardias. Entonces, las guardias sirven para maquillar el sueldo», explica el doctor Pedrera a THE OBJECTIVE, que considera que cambiar el actual modelo de guardias conllevaría una necesaria «adecuación de salarios», ya que, según cálculos de CESM, con este plan de Sanidad las retribuciones de los profesionales «descenderían en un 30%, aproximadamente».
No obstante, Mónica García ha matizado que esto no significa que vaya a ver una disminución en las retribuciones de los profesionales. «Lo que queremos es que los profesionales trabajen bien y que ningún paciente sea el paciente al que se le atiende en la hora 23; queremos que se disminuya todo eso que la evidencia científica dice que son los errores médicos que se producen por el cansancio de los profesionales».
Piden pruebas en Ceuta y Melilla
En este sentido, el doctor Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, señala a THE OBJECTIVE que para que las retribuciones de los médicos no se vean afectadas el Ministerio sopesa convertir las horas de guardia en horas extraordinarias (en la actualidad las horas de guardia son horas de ‘atención continuadas’, es decir, no son horas extras, se pagan por debajo de la hora ordinaria y tampoco cotizan para jubilación). «Las horas extraordinarias están establecidas en el 175% de la hora ordinaria, por lo que tendrían que aumentar el importe de la guardia bastante», indica el médico, que señala que la hora ordinaria se paga a unos 25/30 euros y la extraordinaria en torno a unos 45/50 euros.
«El Ministerio de Sanidad no entiende de este tipo de horas extra. Han entrado sin tener mucha idea de lo que están hablando. La ministra debería aplicarlo donde tiene competencias (Ceuta y Melilla) y después, convencer a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial», apunta Matas. Una opinión respaldada por el vicesecretario general de CESM: «Que hagan una prueba en Ceuta y Melilla, donde tienen competencias y donde tienen a los ginecólogos haciendo guardias día sí y día no».
Aumentar en un 50% la plantilla actual
De igual forma, acometer este nuevo plan, que conllevaría un cambio del Estatuto Marco, algo que el departamento de García pretende llevar a cabo a lo largo de este año, según ha anunciado el Ministerio, supondría aumentar las plantillas médicas, como mínimo, en un 50%.
Son estimaciones de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos: «Para quitar estas guardias de 24 horas necesitamos una plantilla que crezca en torno al 50%, dependiendo de la especialidades. Es decir, necesitamos el doble de médicos», asegura el doctor Víctor Pedrera.
Una opinión con la que coincide el doctor Vicente Matas, que recuerda que en la mayoría de las especialidades «no existen médicos formados y disponibles para contratar». Y es que en España, a pesar de que hay más médicos que nunca y más facultativos que en la mayoría de los países desarrollados (OCDE), faltan especialistas. Preocupa especialmente la situación de las especialidades de Medicina Familiar y Pediatría, donde faltan unos 5.000 y 1.300 especialistas, respectivamente.
«Hay que esperar a ver por dónde van, porque son cuestiones que son competencia de las comunidades autónomas, que son las que tendrían que poner el presupuesto para aplicar todo esto y ampliar las plantillas», concluye Matas.