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Sanidad

Uno de los psiquiatras más importantes de Europa: «Sanidad lanza bulos para vender su mensaje»

Celso Arango desmonta los mensajes «contra la evidencia científica» sobre salud mental y psicofármacos

Uno de los psiquiatras más importantes de Europa: «Sanidad lanza bulos para vender su mensaje»

El psiquiatra Celso Arango. | Cedida

Celso Arango (Palma de Mallorca, 1968) es uno de los psiquiatras más reconocidos a nivel mundial y, sin duda, uno de los mejores psiquiatras de Europa. Su curriculum así lo avala. El Dr. Arango es director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón,  jefe del departamento pediátrico y juvenil del mismo centro hospitalario y, desde 2023, miembro de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Autor de 11 libros, de 686 publicaciones científicas, director de 20 tesis doctorales, participante en 76 proyectos de investigación y con más de 70 galardones a su espalda, entre ellos, la Cruz de la Orden Civil de Sanidad, el Premio Margarita Salas o uno de los galardones más prestigiosos del mundo, el Premio de Investigación Stanley Dean otorgado por el Colegio Americano de psiquiatría, Celso Arango recibe a THE OBJECTIVE para desmontar los mensajes «contra la evidencia científica» que desde el Comisionado de Salud Mental y el Ministerio de Sanidad vienen lanzando en las últimas semanas.

PREGUNTA.- La comisionada de Salud Mental, Belén García, recomendó la semana pasada «desprescribir» psicofármacos y sustituirlos por activismo social, como sindicatos o asociaciones feministas. ¿Hay evidencia científica y ensayos clínicos que demuestren que darse de alta en un sindicato es beneficioso para un paciente con problemas de salud mental?

RESPUESTA.- Ninguno, cero. Y se olvidan que están en el Ministerio de Sanidad y se piensan que están en el Ministerio de Asuntos Sociales o que son sociólogos. Recomiendan aquello que está relacionado con su ideología al margen de toda evidencia científica. Dicen que luchan contra las pseudoterapias y son ellos mismos los que las promueven. Como la ignorancia es osada, comenten errores crasos, diciendo que la esquizofrenia es doce veces más frecuente entre los pobres.

El último estudio de incidencia de primeros episodios de psicosis a nivel mundial financiado por la Comisión Europea está publicado en The Lancet Psychiatry, en ese estudio, del que yo soy uno de los coautores, se ve que hay más casos de esquizofrenia en países donde hay una renta más alta, como Holanda o Reino Unido, que en España o en Brasil. Deberían leer estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de trastornos mentales graves en países donde no existen los problemas sociales a los que se refieren.  Dicen por un lado que los malestares de la vida diaria no son trastornos mentales, con lo que estoy completamente de acuerdo, para después confundir estos malestares con trastornos mentales graves.

La evidencia no es que no les avale, es que dice lo contrario de lo que pregonan. Desde el propio Ministerio se lanzan bulos para vender su mensaje político, que es que el sistema capitalista oprime al obrero y esto es el origen de la enfermedad mental. Les sirve cualquier cosa y como ahora está en auge la salud mental la instrumentalizan para vender sus mensajes. Les da igual como se pueda sentir la persona con depresión mayor, trastorno bipolar o el padre de un niño con autismo o trastorno de conducta alimentaria (más frecuentes en clases socieconómicas altas).  

P.- ¿Qué consecuencias puede tener para las personas el retraso en el inicio del tratamiento?

R.- Pongamos por ejemplo la esquizofrenia. Primero, en la esquizofrenia, el tiempo de psicosis sin tratar es uno de los mejores factores pronóstico a largo plazo. Segundo, una vez que lo han recibido, el mejor predictor de recaída es el abandono del tratamiento farmacológico. Los que toman el tratamiento farmacológico tienen unas posibilidades de recaer del 23%; mientras que los que toman placebo creyendo que es un fármaco tienen una tasa de recaída superior al 70%, o sea, que hay una diferencia abismal. El mejor predictor de recaída es el cumplimiento terapéutico, y hay decenas de estudios y artículos y está más que demostrado.

Y tercero, tomar el tratamiento farmacológico aumenta la esperanza de vida de los pacientes que tienen esquizofrenia, según cohortes hechas en Finlandia y Suecia con toda la población de estos países seguidos durante décadas. O sea, que son tres evidencias: antes del primer episodio psicótico cuanto más tiempo tarden en recibir el tratamiento peor; segundo, una vez que lo reciben, cuanto antes lo abandonan, más recaen; y tercero, prolongan la esperanza de vida.

«Tomar el tratamiento farmacológico aumenta la esperanza de vida de los pacientes que tienen esquizofrenia»

P.- Durante la Comisión Mixta para el estudio de los Problemas de las Adicciones en el Congreso de los Diputados que tuvo lugar el pasado mes de abril, la ministra de Sanidad, Mónica García, dijo que el consumo de hipnosedantes, como las benzodiacepinas, produce 1.000 muertes al año de forma directa y otras 2.000 relacionadas. ¿Los psicofármacos matan?

R.- Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, que me digan a mí cuál es el fármaco que no tiene efectos secundarios. La medicina es el arte de valorar y poner en equilibrio los riesgos de utilización de un fármaco o una psicoterapia, porque las psicoterapias también tienen efectos secundarios como todo tratamiento por muy efectivo que sea. Entonces, cuando en la balanza pesa más el beneficio que el daño se ofrece ese beneficio. Los fármacos se deben utilizar siguiendo las indicaciones que nos da la AEMPS que depende del propio Ministerio de Sanidad. Parecen haberse olvidado que son ellos quienes los regulan.

P.- Precisamente por eso quería preguntarle. ¿Cómo queda la Agencia Española del Medicamento ante esas duras valoraciones sobre los psicofármacos por parte de Sanidad cuando las indicaciones de cómo y cuándo prescribir un fármaco, como dice, las da la propia Aemps?

R.- Son mensajes contrarios a la Aemps. Pero no solo a la Agencia Española del Medicamento, que dice lo que dice la Agencia Europea del Medicamento y todos los países del mundo, con todo esto también están lanzando el mensaje de que los médicos de Atención Primaria no tienen ni idea de prescribir fármacos porque lo están haciendo mal. Las benzodiacepinas y antidepresivos, que es de lo que ellos hablan, las suelen prescribir los médicos de Atención Primaria. Entonces, lo que están diciendo, que no sé si los médicos de Atención Primaria captan el mensaje, es que el médico de cabecera no sabe prescribir estos fármacos psicotropos, porque no plantean de deprescripción de estos fármacos. Sin duda, es un buen ejemplo de estigma contra la enfermedad mental frente a otras patologías médicas. Como si estas personas no los necesitaran.

Dr. Celso Arango. | Imagen: cedida.

P.- Desde el Ministerio de Sanidad recalcan también el aumento de las prescripciones de este tipo de medicamentos especialmente en la población joven. Señalan que entre los 20-24 años, el consumo de antidepresivos ha aumentado un 52% desde 2017; y un 40,4% entre los jóvenes de 25-29 años. ¿Hay que prescribir menos psicofármacos?

R.- Todo esto de prescripción o desprescripción en psiquiatría es estigma contra esta especialidad. Es como cuando me dicen a mí el tema de las contenciones mecánicas. Todos estamos luchando contra las contenciones mecánicas en psiquiatría, pero hay muchísimas más contenciones mecánicas en pacientes no psiquiátricos en los hospitales generales, en medicina interna, en reanimación, en geriatría, urgencias… que en pacientes psiquiátricos. ¿Por qué les interesa solo los pacientes psiquiátricos? Se debería intentar terminar con todo tipo de contención mecánica, pero sólo les oigo oír hablar de las que se realizan en psiquiatría, es otra vez el estigma de toda la vida. Es evidente que detrás de todo esto no hay ciencia, ni derechos humanos, es pura ideología y búsqueda continua de la confrontación con el último interés de conseguir votos. Afortunadamente tenemos excelentes profesionales que saben lo que de verdad ayuda y no ayuda a las personas con trastornos mentales graves.

Respecto a la información sobre el aumento de uso de psicofármacos en la población joven, evidentemente es un problema serio, que no se resuelve quitando los fármacos (lo que puede empeorar la situación) sino implementando muchas otras ayudas, creando más plazas de psicólogos y psiquiatras, de hospitales de día, educando en la resiliencia…. Si eso va consiguiendo que mejore la salud mental de los jóvenes, se utilizarán menos fármacos seguramente. Pero desprescribir sin dar alternativas de tratamientos ambulatorios intensivos es dañino.

«Desprescribir sin dar alternativas de tratamientos ambulatorios intensivos es dañino»

P.- La comisionada de Salud Mental, Belén González, durante la presentación de su departamento en abril, también dijo que, en algunos centros, se estaba volviendo al modelo de manicomios con el que se acabó hace más de 40 años. ¿Qué hay de cierto en esto?

R.- ¿¡Pero qué centros y qué manicomios!? En España quedan ya muy pocos hospitales monográficos y esos hospitales monográficos, no solo no se están cerrando, sino que también forman a residentes de plazas que tiene acreditadas el Ministerio. El problema de esta gente es que llevan toda la vida protestando, quejándose y cuando llegan al poder se olvidan de que están en el poder y protestan contra ellos mismos. El 99,9% de las personas con un trastorno mental no vive en un manicomio, afortunadamente. Pero para que eso no suceda tiene que haber una integración completa y total de la psiquiatría en el resto de la medicina, en los hospitales generales, a nivel comunitario, a nivel ambulatorio y en la relación con Primaria; y alternativas residenciales dignas para enfermos que necesitan apoyo, con distinto nivel de apoyo, y que no todo recaiga en padres, muchas veces mayores. Esto si que aumentaría la dignidad y la autonomía de las personas con enfermedad, tener los apoyos que cada una necesite para poder ser lo más autónomo posible y estar lo más integrado posible en la sociedad.

De nuevo, la responsabilidad del ministerio es dar soluciones, no negar la realidad de que existen enfermos psiquiátricos crónicos con altas necesidades de apoyo que si no das respuesta acaban en las calles, como ocurre en otros países mucho más que en España. Afortunadamente la atención sanitaria está trasferida a las comunidades autónomas y la capacidad de acción el Ministerio de Sanidad en la actualidad, otra que confundir a la población, es prácticamente nula. Es evidente que hay personas que aprovechan los cargos porque saben que duran poco y luego vuelven a la nada.

«La evidencia científica dice lo contrario de lo que pregonan desde Sanidad»

P.- Tanto desde el Comisionado de Salud Mental como desde el propio Ministerio defienden que muchos problemas mentales tienen su origen en los factores sociales. ¿La esquizofrenia genera pobreza o la pobreza esquizofrenia?

R.- Cuando uno tiene esquizofrenia hay un declive que es lo que se llama deriva social. En España trabajan entre un 10% y un 15% de las personas que tiene esquizofrenia y en Suecia un 40-50%. Las personas con esquizofrenia se vuelven pobres porque no trabajan, porque no tienen acceso al mercado, y menos en este país, donde tenemos una necesidad no cubierta, que es el acceso laboral de las personas con discapacidad debido a un trastorno mental. Ese es el problema, la pobreza que genera el no tener acceso a un puesto de trabajo por tener un trastorno mental, no que la pobreza genera esos trastornos. Los factores sociales y socieconómicos son importantes, en especial para algunos trastornos mentales de menor gravedad,  pero no se pueden entender de forma aislada sin la biología y la psicología.

P.- ¿Y cuáles son esos factores?

R.- Son muchos y muy variados. Un buen ejemplo de que lo que hay detrás de todo esto es ideología y búsqueda de confrontación y polarización es que de algunos de los factores de riesgo evitables para el desarrollo de trastornos mentales aún no les he oído hablar.  Por ejemplo, el consumo de cannabis. Que el consumo de cannabis produce psicosis y esquizofrenia es algo demostrado. ¿Por qué no hablan de eso? Porque no les interesa, porque en su agenda quieren aprobar el cannabis medicinal. Ellos hablan de lo que les interesa, aunque sea mentira; de lo que es verdad y no les interesa, de eso no hablan.

P.- ¿Cree que se ha convertido el problema de la salud mental en una cuestión ideológica? ¿Se está politizando la salud mental?

R.- Bueno, cuando la evidencia científica va en su contra, pues es lo que hacen… Pero no se dan cuenta de que la ciencia no conoce ideologías. No hay una medicina de izquierdas o de derechas, y no debería haber una psiquiatría de izquierdas y de derechas. Debería de haber una psiquiatría basada en la evidencia científica que muestra qué tipos de prevención son coste-eficientes, qué detecciones tempranas son coste-eficientes, qué intervenciones y tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos son coste-eficientes. Y lo que dice la evidencia científica es que los trastornos mentales son trastornos complejos que tienen un origen biopsicosocial. Si quieren negar lo ‘biopsico’ pues volverán a hace 100 años. Pero, desde luego, con las sociedades científicas y los psiquiatras clínicos que ven las necesidades reales de los pacientes no contarán, contarán con los extremistas políticos.

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