ContexTO | Menopausia: mitos y verdades
THE OBJECTIVE organiza un debate para abordar los cambios y las terapias posibles durante esta etapa de la vida
La menopausia, aunque a menudo se percibe como un desafío físico y emocional, puede también ser vista como una etapa de plenitud en la vida de una mujer. Este período marca el fin de los ciclos menstruales y reproductivos, lo que puede llegar a ser una oportunidad, llena de aspectos enriquecedores para la mujer, aunque para ello se requiere romper determinados estigmas.
THE OBJECTIVE, con el patrocinio de Asisa, ha organizado el debate ContexTO: «Menopausia: mitos y verdades». En él, participan la Dra. Natalia Gennaro de la Rosa, ginecóloga, especialista en suelo pélvico en el Hospital HLA Moncloa; María Teulón, jefa de Ginecología en el Hospital de Fuenlabrada (Madrid); Santiago Pérez, director de la Unidad de Psicología de HLA Montpellier; y Carla Romagosa, nutricionista, divulgadora y escritora.
Moderado por Lidia Ramírez, periodista THE OBJECTIVE, los ponentes han abordado los cambios que se producen en esta etapa en la vida de la mujer, comenzando con la perimenopausia, es decir, el periodo previo al diagnóstico de la menopausia. Este se caracteriza por una disminución en los niveles de determinadas hormonas. «Empezamos a tener un déficit que nos puede alterar la profundidad del sueño, producir cambios de humor, irritabilidad, pérdida de la paciencia, fatiga… », señala la Dra. Gennaro. La menopausia, explica, no deja de ser «un diagnóstico clínico. Un año sin tener reglas».
Uno de los grandes retos de la perimenopausia es la falta de información. «Las mujeres no han aprendido a interiorizarla porque no se ha hablado del tema. Lo vivían en silencio. Muchas mujeres empiezan a experimentar alteraciones en los ciclos, ese es un buen indicativo de que el cuerpo está empezando a dar signos de agotamiento», señala la Dra. Teulón.
El mito de la hormonación
No menos importante son los mitos acerca de la medicación y la hormonación para mejorar el estado de la mujer. «Hay un rechazo a la medicación. El foco en la calidad de vida es esencial en la transición a la menopausia. Una mujer lo que necesita es un tratamiento, no una mala atención en un entorno social o laboral», ha expuesto, por su parte, Romagosa.
«Uno de los mitos es creer que si no tomamos hormonas estamos más sanos. Sin embargo, un nivel bajo de estrógenos puede producir inflamación en los órganos. Se trata de modular y regular las hormonas», advierte Gennaro.
En la misma línea se expresa la Dra. Teulón: «Hay que intentar informar para que las pacientes estén tranquilas». Pérez incide en la importancia del trato entre el ginecólogo y la paciente. «En la consulta del ginecólogo funciona mucho el boca a oreja. Hay que tener presente que no existe salud física sin salud mental», afirma.
La salud mental, de hecho, se erige como uno de los aspectos más importantes con la llegada de la menopausia. «La reestructuración del yo es muy importante. La menopausia supone una ruptura de roles. Hay que construir algo que nos va a dar una fortaleza para los años venideros. Si hacemos un periodo de aceptación y de duelo, liberamos esa carga. A nivel cultural, a la mujer se le ha relacionado con la fertilidad y este cambio de rol puede tener un impacto en el bienestar emocional de la mujer», expone.
Otro de los mitos es que la menopausia supone el fin de la vida sexual. «Existen tratamientos y se puede mejorar», señala de la Rosa. «Es posible tener un tipo de sexualidad diferente e incluso una sexualidad más plena», ratifica Pérez.
Para mejorar la calidad de vida son fundamentales los buenos hábitos de vida, fundamentalmente, el ejercicio físico y la nutrición. «Hay que dejarse asesoras por profesionales. Lo que te sirve a ti, no le sirve a la vecina. Podemos hacer muchísimo. El ejercicio de fuerza mejora la microbiota intestinal», expone Romagosa.
«Una dieta antiinflamatoria, que no existe, pero que engloba todos los hábitos: inclusión de mucha hoja verde, alimentos ricos en calcio, crucíferas, proteínas… y no se trata de dejar de comer hidratos, pero sí redistribuir el plato, para no perder la masa muscular», específica.
Para concluir, la Dra. Teulón ha querido hacer un reconocimiento a las mujeres que viven la menopausia junto con un diagnóstico de cáncer de mama. Menopausias «más abruptas y que requieren de mucha atención y estamos bastante más limitados. Son las grandes olvidadas. Me gustaría que en los próximos años fueran las grandes recordadas», ha concluido.