Las prisiones pierden la mitad de sus médicos en diez años: 167 doctores para 49.000 presos
El número de facultativos ha caído a la mitad como consecuencia de una oleada de jubilaciones sin reposición
La sanidad penitenciaria atraviesa su peor momento. Sin apenas médicos para atender a los internos, en solo diez años el número de facultativos se ha quedado en la mitad como consecuencia de una oleada de jubilaciones sin reposición. De esta forma, si en 2014 el número de especialistas en las prisiones españolas era de 357, en 2024 apenas suman 167 para una población reclusa que no ha descendido en la misma proporción.
Son datos facilitados por el Ministerio de Interior al Portal de Transparencia tras una pregunta de un particular a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Desde 2014, el número de médicos en prisiones ha ido descendiendo de la siguiente forma: 2014 (357 médicos), 2015 (355), 2016 (333), 2017 (344), 2018 (315), 2019 (286), 2020 (276), 2021 (269), 2022 (220), 2023 (181) y 2024 (167). Un descenso del 53% en apenas una década para una población reclusa que no ha caído de forma correlativa.
Por su parte, si en 2014 las cárceles españolas contaban con 65.017 internos a cierre de año, a fecha de 11 de octubre de 2024 el número de presos era de 48.797, un 25% menos, según se desprende Interior. Así, las prisiones cuentan con un médico para cada 292 presos como mínimo, ya que hay que tener en cuenta los preventivos que pasan por las cárceles –y que también necesitan asistencia– a lo largo del año. Según datos de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), hay 536 puestos de médicos. Por lo tanto, teniendo en cuenta las últimas cifras de Interior, 369 están vacíos.
Diferencia salarial de 1.000 euros
«Hay muy poquitos médicos que quieran venir a trabajar a las cárceles, fundamentalmente porque se cobra bastante menos que fuera. Cuando un médico termina la residencia, no se plantea trabajar en la cárcel, se plantea trabajar en un centro de salud o un hospital», explica a THE OBJECTIVE el doctor José Joaquín Antón Basanta, presidente de la SESP, que señala que la diferencia salarial es «de más 1.000 euros». El doctor indica que esto es así porque no hay carrera profesional en la sanidad penitenciaria. Es decir, «da igual lo que tú investigues, estudies y publiques, o que no hagas absolutamente nada, porque siempre vas a cobrar lo mismo», se lamentaba el facultativo, que trabaja en el Centro Penitenciario de Albolote, en Granada.
El pasado mes de octubre, Interior volvía a sacar 89 puestos del Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria. Se trata de plazas desiertas correspondientes a ofertas de empleo público de 2022, 2023 y 2024. Según la convocatoria publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se ofertaron 69 plazas destinadas a las especialidades de Medicina Familiar y Comunitaria y Medicina Interna y 20 para la especialidad de Psiquiatría. Todas ellas son vacantes de las tres últimas convocatorias. En 2022, el Ministerio de Interior ofertó 40 plazas; en 2023, 34; y en julio de 2024, 15. Todas quedaron desiertas.
Enfermeros en prisiones
El doctor Basanta insiste en que «la prioridad de Instituciones Penitencias es la custodia, la reinserción, la seguridad, pero no es la salud». Además, el presidente de la SESP destaca la labor de los enfermeros penitenciarios, que ante esta situación «asumen la mayor carga de la atención sanitaria, realizando tareas que no le corresponden, a veces, absolutamente solos. El esfuerzo que están haciendo es para quitarse el sombrero».
El número de enfermeros en prisiones se ha mantenido estable, con pequeñas variaciones, en la última década. De hecho, los enfermeros triplican en la actualidad el número de facultativos. La evolución desde 2014 es la siguiente: 2014 (581 enfermeros), 2015 (573), 2016 (560), 2017 (556) , 2018 (537), 2019 (540), 2020 (535), 2021 (549), 2022 (522), 2023 (543) y 2024 (573). Además, si sumamos los auxiliares de enfermería, el personal de enfermería aumenta considerablemente. En esta ocasión, Interior ha facilitado el número de auxiliares de enfermería desde 2018. La evolución es la siguiente: 2018 (335), 2019 (335), 2020 (sin datos), 2021 (339), 2022 (368), 2023 (476) y 2024 (490).
El 54% de los médicos, con más de 60 años
Si Interior no reacciona a tiempo, la situación puede agravarse en los próximos años. Según datos de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el 69% de los médicos tiene más de 55 años y el 54% más de 60. En este sentido, un facultativo de una de las prisiones con más presos de España y que prefiere mantenerse en el anonimato se sincera y asegura que la mayoría de los médicos penitenciarios siguen ahí porque «tenemos la jubilación cercana». «Si tuviéramos que seguir trabajando cinco o seis años más, creo que no podríamos con esta sobrecarga desmedida. Esto es totalmente deficitario».
La SESP pide al Gobierno que cumpla con lo que establece la Disposición Adicional de la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, que daba un plazo de 18 meses para transferir a los servicios de salud autonómicos las competencias de sanidad penitenciaria, dependientes del Ministerio de Interior. 21 años después, solo Cataluña, País Vasco y Navarra han hecho esas transferencias.