Santos recibe el Nobel de la Paz "en nombre de las víctimas" colombianas
«La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado», comenzó diciendo Santos en su discurso de agradecimiento por el Nobel de la Paz que, añadió, recibía «en nombre de las víctimas» y que dedicó a los negociadores del Gobierno de Colombia y a los de las FARC por hacer posible acabar con un conflicto de más de 50 años que causó 260.000 muertos. «El verdadero premio es la paz de mi país. ¡Ése es el verdadero premio!» exclamó en otro momento de su alocución ante una sala abarrotada en la que se encontraban familiares y representantes de las víctimas de las FARC, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y la representante de la Cámara, Clara Rojas, ambas secuestradas en 2002 por la guerrilla de las FARC y liberadas en 2008. En otro momento del emotivo discurso, Santos pidió a las víctimas del conflicto presentes en la sala que se pusieran de pie para recibir por parte de los asistentes al acto una cerrada ovación como gesto de homenaje a todas ellas, la presentes y la ausentes. Importante mensaje también el que mandó Santos a la comunidad internacional cuando dijo que el acuerdo con las FARC en Colombia demuestra que es posible alcanzar la paz en países en guerra como Siria, Yemen o Sudán del Sur, «es un rayo de esperanza en un mundo afectado por muchos conflictos y demasiada intolerancia». A la ceremonia no acudió ningún representante de las FARC pero la vicepresidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, elogió al comandante en jefe marxista Rodrigo Londoño, alias Timochenko, «por haber manifestado su pesar de forma clara y sin reserva por los padecimientos que las FARC han causado a la población civil».
«Este premio lo recibo en nombre de cerca de 50 millones de colombianos y, sobre todo, en nombre de las víctimas», ha declarado Juan Manuel Santos este sábado al recoger el Premio Nobel de la Paz de 2016, durante la solemne ceremonia de entrega del galardón, celebrada en el ayuntamiento de Oslo y presidida por los reyes Harald y Sonia de Noruega. El presidente de Colombia fue premiado el 8 de octubre por impulsar las negociaciones de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado», comenzó diciendo Santos en su discurso de agradecimiento por el Nobel de la Paz que, añadió, recibía «en nombre de las víctimas» y que dedicó a los negociadores del Gobierno de Colombia y a los de las FARC por hacer posible acabar con un conflicto de más de 50 años que causó 260.000 muertos.
«El verdadero premio es la paz de mi país. ¡Ése es el verdadero premio!» exclamó en otro momento de su alocución ante una sala abarrotada en la que se encontraban familiares y representantes de las víctimas de las FARC, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y la representante de la Cámara, Clara Rojas, ambas secuestradas en 2002 por la guerrilla de las FARC y liberadas en 2008. En otro momento del emotivo discurso, Santos pidió a las víctimas del conflicto presentes en la sala que se pusieran de pie para recibir por parte de los asistentes al acto una cerrada ovación como gesto de homenaje a todas ellas, la presentes y la ausentes. Importante mensaje también el que mandó Santos a la comunidad internacional cuando dijo que el acuerdo con las FARC en Colombia demuestra que es posible alcanzar la paz en países en guerra como Siria, Yemen o Sudán del Sur, «es un rayo de esperanza en un mundo afectado por muchos conflictos y demasiada intolerancia».
A la ceremonia no acudió ningún representante de las FARC pero la vicepresidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, elogió al comandante en jefe marxista Rodrigo Londoño, alias Timochenko, «por haber manifestado su pesar de forma clara y sin reserva por los padecimientos que las FARC han causado a la población civil».