El ministerio del Interior italiano y los presidentes de región del país están endureciendo la vigilancia para que se respeten las normas anti coronavirus, sobre todo en los lugares de ocio donde se concentran los jóvenes y se prohibirán las fiestas y hogueras en las playas ante la semana con más afluencia del verano.
Los datos: sobre todo preocupa el repunte de los contagios que fue este domingo de 463 nuevos positivos frente a un número de pruebas inferior al habitual, alrededor de 37.000.
Pero además, la edad promedio de los positivos ha pasado a estar por debajo del umbral de los 40 años y el 50% de las infecciones afectan a personas de entre 20 y 50 años. El 10% son menores de 19 años.
Según datos del Ministerio del Interior, durante el fin de semana se han cerrado un centenar de locales de ocio por incumplimiento de las disposiciones anti-covid, en comparación con 18 en toda la semana anterior.
Está prohibido realizar hogueras con motivo de la noche de San Lorenzo, el 10 de agosto, y se sigue manteniendo hasta el 7 de septiembre la obligación de llevar mascarillas en los lugares cerrados y guardar un metro de distancia entre las personas.
Actualmente en Italia sólo se permite la apertura de discotecas al aire libre, pero algunas regiones han decido saltarse la norma y se ha permitido la apertura de algunos locales.
El alcalde de Ragussa, en Sicilia, Peppe Cassì, ha explicado que se utilizarán voluntarios y miembros de la protección civil para controlar la vida nocturna de la localidad.
Otro de los problemas son los brotes que se producen con origen en personas que llegan desde el exterior, sobre todo de los lugares de vacaciones.
Por ello, el presidente de la región del Lazio, Nicola Zingaretti, ha explicado que se está pensando realizar pruebas obligatorias para quienes lleguen de naciones con alta incidencia de COVID-19, aunque no ha especificado a qué países se refería.