La región de Bruselas, epicentro de los contagios de COVID-19 en Bélgica, ha anunciado este miércoles que cerrará bares, cafés y salones de fiesta durante un mes. El objetivo último de las medidas, acompañadas de una aplicación de rastreo para teléfonos móviles, es evitar un nuevo confinamiento generalizado.
Los datos: estas medidas llegan un día después de que el Gobierno federal reforzase, a nivel nacional, las medidas para frenar la propagación del virus. La incidencia acumulada en Bruselas es de 502 casos por 100.000 habitantes de media en los últimos 14 días. Además del cierre de bares y cafés (los restaurantes podrán seguir abiertos), la capital y sus alrededores impondrán otras obligaciones a partir del jueves. Los eventos deportivos de aficionados deberán celebrarse sin público y los lugares de culto podrán acoger a un máximo de 100 personas. Asimismo, se están discutiendo nuevas medidas para la enseñanza superior.
En palabras de uno de los portavoces del equipo interfederal belga contra el coronavirus[contexto id=»460724″], Yves Van Laethem, Bruselas se sitúa «en el pódium (del COVID-19) de las capitales europeas, entre Madrid y París». De hecho, la tasa de incidencia acumulada en Madrid, según las autoridades sanitarias, es de 598,3, y el Ministro de Sanidad español, Salvador Illa, eleva la cifra hasta los 710 casos por 100.000 habitantes, lo que ha provocado que continúen las discrepancias entre el gobierno regional y el central. Por su parte, las dos grandes áreas urbanas francesas, París y Marsella, se encuentran en alerta máxima con los bares y los cafés cerrados, dentro de las medidas restrictivas impuestas ante el alto nivel de contagios.
En las últimas 24 horas se han registrado 2.466 nuevos casos de coronavirus en Bélgica, lo que supone un incremento del 57% respecto a la media de la semana pasada. Además, la incidencia acumulada sobre 100.000 habitantes en los últimos 14 días (calculada entre el 20 de septiembre y el 3 de octubre) se sitúa en 245,8 casos en el conjunto del país, un avance del 77% respecto a la semana precedente. La media de ingresos hospitalarios se sitúa en 83,9 casos diarios.
A partir de ahora, y al menos hasta el 30 de octubre, cada persona podrá tener contacto estrecho con un máximo de 3 individuos al mes fuera del hogar y las reuniones privadas deberán limitarse a un máximo de 4 personas. Van Laethem también ha señalado que las nuevas medidas no implican tener que «vivir como los monjes», sino aplicar una disciplina sanitaria para poder mantener «una vida social» hasta que la situación mejore en «abril o mayo», según su estimación. También ha recomendado mantener la distancia de seguridad dentro de las casas cuando haya invitados, guardando la mascarilla en un sobre cuando no se utilice, hablar en voz baja, ventilar bien las estancias y evitar los platos compartidos.
El martes, el nuevo primer ministro de Bélgica, el liberal Alexander de Croo, avisó de que la situación epidemiológica del país es «grave» y «preocupante». Por su parte, el ministro de Sanidad ha afirmado en una entrevista que no puede garantizar que los colegios y universidades vayan a seguir abiertos.