El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este miércoles un nuevo confinamiento nacional para afrontar la rápida expansión de la pandemia. La intervención de Macron llega dos semanas después de la imposición de un toque de queda en París y otras ocho grandes áreas metropolitanas.
Lo más importante: las medidas entran en vigor desde la medianoche de este jueves hasta el 1 de diciembre como mínimo, con el objetivo de «salvar la Navidad y la Nochevieja». Sin embargo, se evaluarán cada 15 días por si pudieran «aligerarse» en algún caso.
En primer lugar, el presidente ha asegurado que Francia nunca adoptará una postura que busque la «inmunidad colectiva». En su discurso, Macron ha marcado cinco objetivos contra el coronavirus[contexto id=»460724″]: proteger a los más mayores, a los más jóvenes (pues, asegura, no se conocen realmente las secuelas del virus), a los sanitarios, a los sectores más humildes y, por último, proteger la economía (Macron defiende que «no podemos oponer economía y salud»).
¿Qué estrategias ha comunicado el presidente francés para alcanzar estos objetivos? Los territorios nacionales volverán a entrar en un confinamiento: los datos serán detallados en una rueda de prensa este jueves, pero Macron ya ha avanzado que los ciudadanos solo podrán desplazarse para ir a trabajar, a clase, a dar un paseo o a hacer compras esenciales. Además, también se incluyen entre las excepciones las visitas a personas dependientes y la asistencia a una cita médica.
Las residencias de ancianos seguirán recibiendo visitas, pero las reuniones de no convivientes quedan prohibidas y los comercios no esenciales cerrarán.
El presidente francés ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos: los franceses no se podrán desplazar de una región a otra salvo para volver de su lugar de vacaciones después de este puente de todos los santos. Además, las fronteras con el resto de países europeos permanecerán abiertas, pero quedarán cerradas las fronteras con países de fuera de la UE.
Cinco regiones del país, entre ellas la de París (con un 73%), superan el 60 % de pacientes de COVID-19 en cuidados intensivos. El país galo se acerca cada vez más al umbral de 1.200.000 contagiados desde que se inició la pandemia, mientras que el número total de muertos registrados es de 35.541.
