Las comunidades preparan sus restricciones ante el fin del estado de alarma
J. L. Cereijido | EFE
El fin del estado de alarma está a la vuelta de la esquina: decaerá el próximo 9 de mayo y supondrá que se acabe el cierre perimetral de las autonomías y el toque de queda, así como la limitación de aforos o la prohibición de reuniones de más de seis personas en espacios públicos o privados. Las comunidades se preparan para ese escenario y exigen al Gobierno la modificación de leyes que les dé margen para dictar restricciones y evitar el caos jurídico. Cataluña ya ha dado un paso al frente y prepara un marco legal alternativo que le permita seguir restringiendo la movilidad.
En contexto: el estado de alarma es un paraguas jurídico; sin él, el control está en manos los Gobiernos autonómicos y todas las medidas que decidan imponer estarán a merced de decisiones jurídicas y corren el riesgo de acabar en un limbo, como sucedió el pasado verano. Los epidemiólogos ya alertan: lo importante de las medidas restrictivas es que se tomen con rapidez y adaptándose a la situación sanitaria. Su ralentización puede hacer repuntar la curva.
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha respaldado este jueves el planteamiento del lehendakari, Iñigo Urkullu, de que haya una prórroga del estado de alarma en tras el 9 de mayo, con una duración tasada, y no a la carta de cada autonomía. Galicia y Castilla-La Mancha también comparten su reclamo.
Asturias y Andalucía, como Cataluña, preparan ya nuevas guías para mantener las restricciones y buscan la vía legal para llevarlas a cabo. Tanto Asturias como Cataluña han solicitado una modificación de la Ley de Salud para poder declarar una emergencia sanitaria. Si bien es cierto que Cataluña ha admitido que «en algunos casos se necesitará el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña».
Desde Aragón defienden que «no será necesario» adoptar nuevas medidas de restricción, pero ya cuentan con una normativa para dar cobertura jurídica a ciertas medidas puntuales, como el confinamiento perimetral de áreas concretas. El consejero de Salud de Extremadura también es partidario de que el estado de alarma decaiga.
La Comunidad de Madrid todavía no se ha pronunciado al respecto.
