Las denuncias por violencia sexual han aumentado un 138% en España en los últimos 30 años
Investigadores intentan desterrar mitos sobre este delito y el perfil de los agresores y piden respeto para las agredidas
La violencia sexual es un delito que no ha dejado de aumentar desde que se disponen de estadísticas oficiales en España, pasando de las 5.770 denuncias que se contabilizaron en 1989 a las 13.782 registradas en 2018, un 138,8% más, según han advertido los expertos (docentes e investigadores) de SEXVIOL, un proyecto que engloba a cuatro universidades públicas españolas (UCM, Universidad de Jaén, UC3M y Universidad de Valencia).
El estudio, que ha sido presentado este martes en la UCM, destaca, además, que de las más de 13.700 denuncias registradas hace tres años, el 80% de ellas corresponden a delitos graves, como agresión y abuso sexual.
SEXVIOL utiliza para sus análisis las fuentes del Ministerio Interior y, en este caso concreto, el informe sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España 2019.
A través del estudio de este documento, así como otros datos del European Sourcebook on Crime and Criminal Justice Statistics, los expertos también destacan que, a pesar de este aumento en las cifras de denuncias, «la propensión» a poner en conocimiento de las autoridades hechos de este «es muy baja». «Se estima que de cada 100 agresiones sexuales solo se denuncian 12, el resto quedan silenciadas», señalan los investigadores.
La desmitificación del agresor
Pero, además, SEXVIOL ha buscado con este informe «desmentir el mito» construido «sin fundamento» en torno a las agresiones que, según indican los expertos, «identifica el asalto de un agresor desconocido, con un perfil patológico, que ataca violentamente en la noche, en un lugar aislado y por sorpresa». Del mismo modo, se cree que «la víctima se defiende tenazmente y, en consecuencia, la agresión causa heridas, traumatismos o muerte».
Sin embargo, según SEXVIOL, los datos determinan que «en más del 80% de las agresiones sexuales existía previamente algún tipo de vínculo entre víctima y victimario» y que «en el 17,4% el vínculo era íntimo», como una pareja o expareja.
De hecho, apunta el informe, los agresores desconocidos para la víctima representan un el 19,1% de las agresiones sexuales. Del mismo modo, destierran que los agresores respondan de forma habitual a «un patrón antisocial o patológico»: Un 70,2% de los victimarios no contaban con antecedentes penales de ningún tipo y solo un 1,7% de los procesados tenían antecedentes por agresión sexual.
En este sentido, destacan también que las viviendas son el lugar donde se cometen la mayoría de las agresiones sexuales (60,1%), seguidas del espacio público (20,2%). Además, en cuanto a la violencia, SEXVIOL destaca que el uso de armas «únicamente aparece en un 13,5% de los casos de agresión sexual enjuiciados», mientras que «en el 90% de las agresiones no se emplea violencia extrema».
«Violencia sexual es violencia de género»
Por su parte, en lo que se refiere a la hora del día en la que se producen las agresiones sexuales es, a juicio de los expertos, «irrelevante»: un 45,2% tuvieron lugar de día frente al 54,8% que ocurrieron de noche.
El informe presentado pretende, del mismo modo, eliminar «el mito de las manadas». En este sentido, los investigadores han explicado que las agresiones sexuales en grupo representan el 2,8% del total de sentencias analizadas y, según señala, de las 244 sentencias con victimario múltiple, dictadas en España entre 2005 y 2020, 63,5% el grupo era un dúo y en un 21,3% era un trío.
Entre las conclusiones que los expertos quieren destacar de este trabajo está también el mensaje de que «la violencia sexual es violencia de género» como, a su juicio, demuestra que el 95,5% de las víctimas sean mujeres y que 99,4% de los agresores son hombres.
Respeto para las víctimas
Finalmente, desde SEXVIOL se ha realizado un llamamiento a la sociedad sobre el trato hacia las víctimas de esta violencia. Según han explicado, estas «no necesitan» la «piedad» de nadie, sino «respeto».
«Sólo podremos restituir su dignidad si contribuimos a sensibilizar, concienciar, producir conocimiento científico contrastado, si conseguimos iluminar las sombras en las que permanecen los mitos, si trabajamos para disponer de recursos que persigan el delito», han señalado, antes de poner en valor los «servicios suficientes de acompañamiento, asesoría jurídica y atención especializada» para las víctimas.