España dispara la producción de marihuana medicinal: necesita diez veces más que en 2021
En 2022 producirá unos 6.000 kilos para fines médicos, en 2021 fueron 600
España necesitará diez veces más marihuana medicinal este año que en 2021 a pesar de que su consumo, tanto recreativo como terapéutico, está prohibido desde 1961. Son las previsiones que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha notificado a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
En su informe anual ‘Previsiones de las necesidades mundiales para 2022’, la JIFE, encargada de vigilar la aplicación de los tratados de fiscalización internacional de drogas, señala que España producirá en 2022 unos 6.000 kilos de cannabis para fines medicinales, esto es, diez veces más que en 2021, cuando cultivó 600 kilos, según la Junta, que vela por el cumplimiento de la Convención Única de 1961 de Estupefacientes y que anualmente proporciona información sobre las previsiones de las necesidades anuales legítimas de cada país, así como los datos sobre la producción lícita, la fabricación, el comercio y el consumo de drogas en todo el mundo.
«Esto es muy buena noticia», cuenta a THE OBJECTIVE Ekaitz Agirregoitia, del Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OEDCM). «Algo está pasando, está claro, pero desde el OEDCM no sabemos porqué este aumento exponencial. El Ministerio es muy hermético para dar información al respecto», explica. «Aunque también puede deberse a que el número de licencias para cultivar marihuana ha aumentado de un año para otro», matiza.
Por su parte, el diario Público asegura que el 66% se destinará a la exportación y un 25% a la producción de los dos únicos medicamentos con componentes cannábicos autorizados en nuestro país, Epidiolex y Sativex. El restante sería utilizado para proyectos de investigación que se llevan a cabo con la planta.
[THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad sin obtener respuesta hasta el momento de publicación del artículo].
De esta forma, con una superficie cosechada en 2020 de 57 hectáreas (en 2019 eran 16 hectáreas), las previsiones iniciales de necesidades en nuestro país han ido aumentando cada año considerablemente: 2018 (400 kilos), 2019 (500 kilos) 2020 (500 kilos), 2021 (600 kilos), 2021 (6.000 kilos).
España, entre los primeros países del mundo
Hasta 2010 Estados Unidos era el único país que notificaba consumo lícito de cannabis para fines médicos y científicos. Sin embargo, desde 2011 un número cada vez mayor de países ha comenzado a utilizar la marihuana y sus extractos con fines médicos, así como para la investigación científica. Por consiguiente, en los últimos 20 años su producción mundial ha aumentado, alcanzando las 650,8 toneladas en 2020, lo que supuso un nuevo incremento con respecto a las 468,3 t registradas en 2019, informa la JIFE en su informe.
En este sentido, España se encuentra este año entre los doce primeros del mundo que han notificado a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes una mayor previsión de marihuana, sólo Australia, Canadá, Colombia, Ecuador, Alemania, Irlanda, Israel, Perú, Portugal, Gran Bretaña y Uruguay están por encima.
El panorama internacional, así, es heterogéneo, y el debate sobre el uso terapéutico de la marihuana y de sus componentes activos es cada vez más intenso. Sin embargo, se observa una tendencia hacia su regulación medicinal. De hecho, hay 47 países que lo han hecho, 11 europeos.
No obstante, el último hito se encuentra en diciembre de 2020, cuando la Comisión de Estupefacientes de la ONU eliminó el cannabis de la Lista IV de la Convención Única de 1961, donde figuraba junto a opioides adictivos y potencialmente letales (como la heroína), quedando incluido ahora en su Lista I, donde permanecen los estupefacientes con potencial adictivo pero accesibles para fines médicos (como la morfina).
Se duplican las licencias para cultivar marihuana
Este importante aumento de las previsiones se produce cuando las licencias para cultivar cannabis con finales de investigación o de producción medicinal han aumentado. A finales de 2019, poco antes de que comenzara el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, había concedidas diez licencias, seis para investigación y cuatro para producción. En la actualidad, se han disparado a más del doble.
Así, según recoge la Agencia Europea del Medicamento, actualmente hay 22 autorizaciones vigentes emitidas por la AEMPS para el cultivo de estas plantas (14 con fines de investigación y ocho para producción con fines médicos). No obstante, la mayoría de esta producción, informan a THE OBJECTIVE desde el Observatorio Español de Cannabis Medicinal, sería para exportación a países como Canadá o Israel, donde la legislación permite consumir marihuana medicinal desde hace años.
En este sentido, Ekaitz Agirregoitia destaca la «hipocresía» del Gobierno español, que si bien no permite el consumo de la marihuana con fines médicos o terapéuticos en España sí permite cultivarla para exporta la producción a otros países para ese fin. «¿Es que lo que no es bueno aquí sí lo es para ciudadanos de otros países?», se pregunta con ironía el experto, que recuerda que desde octubre de 2021, una subcomisión de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso analiza experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal. Impulsada por el PNV, tiene de plazo hasta el próximo 20 de mayo para elaborar el informe de conclusiones.
Además, como contamos en este periódico, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF) ha propuesto una prueba piloto en farmacias para valorar el uso del cannabis con finalidad terapéutica, tal como se ha optado en Francia con 1.000 pacientes en el proceso.