El lado oscuro del paracetamol: una de las causas más comunes de trasplante hepático
Su uso se ha disparado desde el inicio de la pandemia. De enero a marzo de 2022, se dispensaron más de ocho millones de este analgésico
El paracetamol es uno de los fármacos más usados en el mundo. Sirve como analgésico, antiinflamatorio, antipirético y hasta como placebo. Hasta el momento, se ha argumentado que el paracetamol es un analgésico inocuo, de bajo coste y bajo riesgo, sin embargo, su uso abusivo o en su justa medida pero de forma continuada en el tiempo puede provocar graves daños en el hígado, siendo éste una de las causas más comunes de fallo hepático agudo y de transplante de este órgano. Así lo aseguran los doctores Aldo Rodrigo Jiménez Vega y Alejandro Yared Meraz Muñoz en el podcast de Medscape, el prestigioso espacio de estudios científicos para médicos y profesionales de la salud.
De esta forma, advierten, mientras en Estados Unidos el paracetamol es la manifestación clínica de daño hepático más frecuente inducida por productos químicos, en Europa suponen más del 60% de los casos de lesión hepática ya sea por una dosis consumida elevada o impredecible, independientemente de la cantidad –la dosis máxima al día es de tres gramos en adultos y a partir de cuatro ya podría producir algunos efectos de toxicidad–. No obstante, aunque hay que aclarar que en España los daños hepáticos más frecuentes se deben a los virus de la hepatitis (A, B y C), por enfermedades hepáticas genéticas o bien por uso abusivo de alcohol, Alicia Lázaro, farmacéutica del Hospital de Guadalajara y coordinadora de hepatopatía de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, advierte en THE OBJECTIVE que están observando cierta hepatotoxicidad o incluso daños hepáticos graves como cirrosis «en determinados grupos de población –alcohólicos crónicos o pacientes con desnutrición o ayuno prolongado– como consecuencia de un mal uso o uso abusivo del paracetamol».
El paracetamol desbanca al ibuprofeno
Por primera vez en la historia, este año, el paracetamol ha desbancado al ibuprofeno para convertirse en la primera opción de muchas personas para tratar la fiebre y el dolor moderado, según datos recogidos por la consultora IQVIA, que asegura que su consumo se ha disparado un 37% en el último año. Un cambio de tendencia que empieza en marzo de 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia y se maximiza en los meses donde se han dispensado mayor número de vacunas, cuyos efectos secundarios leves principales han sido dolor y fiebre. Y es que en 2020, el Ministerio de Sanidad recomendó, entre otras medidas, en su guía sobre cómo actuar en caso de tener síntomas de covid-19, el uso de paracetamol para el tratamiento sintomático de la fiebre. Tal ha sido el consumo de este analgésico, que a principios de año comenzó a escasear en las farmacias en su forma de comprimidos efervescentes, como ya contamos en este periódico.
«Utilizar dosis elevadas o incluso normales durante tiempos prolongados incrementa el riesgo de daño hepático, que aumentaría si se consume conjuntamente con alcohol», también advierte a THE OBJECTIVE Cristina Fernández, coordinadora del Centro de Información del Medicamento del Consejo Oficial de Farmacéuticos, que asegura que mucha gente con gripe o resfriados tiende a tomar paracetamol cuando ya se están tomando antigripales, algo que «puede aumentar el riesgo de toxicidad» porque muchos antigripales ya contienen de este analgésico. De esta forma, para evitar un consumo abusivo del fármaco en una sola dosis, desde 2019 es necesario una prescripción médica para adquirir paracetamol de un gramo. «La Ciencia vio que la gente tomaba directamente paracetamol de un gramo cuando en muchas ocasiones con uno de 650 sería suficiente y se puede conseguir el efecto que buscamos. Cuanto más subamos la dosis más riesgo de intoxicación o reacción adversa», apunta Fernández.
En el primer trimestre, 8,3 millones de paracetamol dispensados
En marzo de 2022 la venta de analgésicos no reembolsados creció un 24,4% con un total de 23,5 millones de euros facturados en ese mes, según IQVIA. Por otro lado, de enero a marzo de 2022, se han dispensado 16,9 millones unidades de medicamentos no reembolsados para tratar el dolor leve o moderado y la fiebre, desde las farmacias españolas, de los cuales 3,2 millones han sido unidades de ibuprofeno, 8,3 millones de paracetamol y el resto se reparten entre otras moléculas.
De esta forma, las expertas coinciden en que, si bien el paracetamol –sintetizado por primera vez en 1878– es «muy buen analgésico», hay que tomarlo con la «dosis mínima eficaz durante el menor tiempo y frecuencia posible», ya que usado de forma indiscriminada tiene potencial de causar efectos adversos debido a que es metabolizado en el hígado, sin embargo, si bien sus compuestos son eliminados con la orina, con una intoxicación por paracetamol estas vías pueden ser saturadas y, por tanto, causar inflamación, disfunción mitocondrial y necrosis.
Así, la expertas concluyen que, por ejemplo, ante un dolor de cabeza o fiebre que no se pase con una dosis segura de paracetamol-de 500 a 650 mg– en tres o cuatro días, «la recomendación es ir al médico y no seguir automedicándose», concluyen.