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Una semana sin conectarse a las redes sociales puede mejorar la salud mental

El uso medio de este tipo de plataformas en todo el mundo ha ascendido a 147 minutos diarios en 2022, dos más que en 2021

Una semana sin conectarse a las redes sociales puede mejorar la salud mental

Un grupo de personas absortas en su smartphone | Camilo Jiménez (Unsplash)

El universo de las redes sociales puede ser tan extraordinario como tóxico, tan enriquecedor como demoledor para la autoestima y, en ocasiones, puede representar una venenosa fuente de insatisfacción, envidia y frustración. Bajo esta percepción, un estudio elaborado por la Universidad de Bath, en Reino Unido, ha concluido que una semana sin utilizar redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok, podría mejorar el bienestar de las personas y ayudar en el tratamiento de trastornos de salud mental tan extendidos como la depresión y la ansiedad.  

Estas patologías están cada vez más vinculadas a la era digital en la que vivimos. Las nuevas tecnologías inundan todos todos los ámbitos de esta sociedad cada vez más globalizada. Lo tenemos todo al alcance de un clic: música, películas, comida, ropa, incluso sexo…Podemos interactuar con personas que se encuentran al otro lado del planeta de forma instantánea e incluso mantener relaciones virtuales. Todo eso y mucho más. Nos hemos cansado de escuchar las innumerables bondades de internet y de las redes sociales, pero no todo está decorado con el filtro Valencia. La realidad es que hace ya bastante tiempo que se ha manifestado una tendencia, cuanto menos peligrosa, en la forma de mirar a través de esta «ventana al mundo».

Efectos positivos de la desconexión

El estudio, publicado en la revista Cyberpsychology, Behavior and Social Networking, empleó una muestra de 154 personas de entre 18 y 72 años que pasaban un promedio de ocho horas semanales en las redes sociales. Todas ellas fueron divididas en dos grupos, uno de control, que pudo seguir usando las redes sociales sin restricciones, y otro grupo al que se le pidió que descansara de las redes durante una semana. El investigador principal del Departamento de Salud de Bath, el doctor Jeff Lambert, ha explicado que «desplazarse por las redes sociales es tan omnipresente que muchos de nosotros lo hacemos casi sin pensar desde el momento en que nos despertamos hasta que cerramos los ojos por la noche».

Las personas que se tomaron el descanso informaron de que habían utilizado las redes sociales una media de 21 minutos en ese tiempo, mientras que los miembros del grupo de control consumieron contenido en redes una media de siete horas a lo largo de la semana. El resultado fue una «mejora significativa» en el bienestar, la depresión y la ansiedad de los componentes del grupo que había permanecido lejos de las redes, según los investigadores.

«Muchos de nuestros participantes informaron haber notado efectos positivos al alejarse de las redes sociales. Entre ellos, un mejor estado de ánimo y menos ansiedad. Esto sugiere que incluso un pequeño descanso puede tener un impacto», ha comentado el doctor Lambert.   

«Por supuesto, las redes sociales son parte de la vida y para muchas personas, es una parte indispensable de quiénes son y cómo interactúan con los demás. Pero si pasa horas cada semana desplazándose y siente que lo está afectando negativamente, podría valer la pena reducir su uso para ver si ayuda», ha concluido Lambert. 

Los expertos avalan los resultados

Tania Sevilla Gallego es psicóloga y experta en trastornos adictivos. Sevilla se muestra de acuerdo con que «conectarnos menos a las redes sociales puede reducir la sintomatología ansiosa y depresiva», sobre todo porque «utilizamos mucho estas plataformas para compararnos con figuras idealizadas con las que salimos perdiendo claramente». La psicóloga señala que esta mejora del bienestar originada por la desconexión de las redes se produce, en gran parte, porque «nos permite desarrollar otras actividades como leer, salir con amigos, hacer deporte, ver series…lo que nos posibilita expandir nuestra capacidad de socialización».

Además, la experta afirma a THE OBJECTIVE que «aunque resulte paradójico, el uso excesivo de las redes sociales nos hace sentirnos solos. Por eso, cuando las dejamos de lado podemos conectarnos con el mundo real, el que está más allá de la pantalla». Destaca que, «aunque los pacientes que acuden a consulta suelen presentar adicciones a varias redes sociales, he visto casos de horas y horas en TikTok». Para tratar este tipo de conducta, la profesional propone «reducir el consumo de forma progresiva, sustituyendo ese tiempo empleado en redes por otro tipo de actividades que generen cierto nivel de refuerzo y placer a la persona».

Siguiendo esta misma línea se encuentra Eduard Darbra, psicólogo y también especialista en adicciones. Darbra argumenta que «una de las causas principales de este tipo de comportamiento es la búsqueda de inmediatez», algo que proporciona este tipo de contenido. Al igual que su colega, el experto considera que «la comparación con ciertos modelos inalcanzables puede generar síntomas de ansiedad, nerviosismo o depresión». Aunque aclara que «esta práctica no genera malestar por sí misma, sino que suele estar condicionada por determinados factores de predisposición externos».

En cuanto a la forma de abordar este tipo de patologías, el psicólogo dice estar «totalmente de acuerdo con su compañera», ya que «si le arrebatas a un adicto de golpe aquello que le sostiene, lo más probable es que sufra una crisis». Por lo tanto, «lo adecuado es ir rebajando el consumo de forma gradual hasta que ya no lo necesite, o pueda controlarlo». Para concluir, manifiesta a este diario que «el experimento de desconexión es sin duda positivo, porque de esta forma, una de las causas de esa frustración desaparece».

La cara oculta del influencer

Alexsinos es uno de los influencers más reconocibles del panorama actual. Con casi 200.000 seguidores en Instagram y creciendo de forma imparable, este misterioso asturiano se ha ganado a toda la comunidad gracias a su humor desenfadado y a su forma tan original de comentar la actualidad. Aunque sus «víctimas» favoritas son los miembros de Sálvame, (en especial Belén Esteban y Kiko Matamoros), el instagramer es capaz de crear memes para todo tipo de situaciones, utilizando a cualquier personaje de la farándula que se haya «salido del guacal», una expresión que ya forma parte de la «cultura Alexsinos». A pesar de que su rostro es uno de los secretos mejor guardados de la red, en THE OBJECTIVE hemos logrado indagar en la otra cara del creador de contenidos, esa que no se ve en los stories.

En relación a ese «lado oscuro» de las redes que se desprende del citado estudio, Alexsinos afirma que «las personas que nos dedicamos a elaborar contenido entramos en una dinámica en la que no existen horarios ni fechas en el calendario», y llega un punto en el que «uno no encuentra momentos de descanso y se hace necesaria una desconexión total». Por otra parte, reconoce que siente que ha firmado «un contrato ficticio» que le ha llevado a desarrollar una especie de «compromiso» con sus seguidores, por eso teme que estos «se puedan sentir decepcionados si no mantiene el ritmo de sus publicaciones».

El influencer asegura que puede dedicar a las redes «entre cuatro o cinco horas al día». Pero reconoce ser «muy consciente del agotamiento que produce esta actividad» y comenta a este diario que «hay momentos en los que me doy cuenta de que estoy en una zona de peligro y necesito echar el freno». También considera que «la obsesión de ciertas personas por publicar contenido constantemente para facturar es algo agotador», y que «a medio plazo debe tener consecuencias a nivel emocional y personal, además de repercutir en la calidad de los contenidos que se comparten».

Con respecto al fenómeno hater, tan extendido en redes y que constituye uno de los principales focos de frustración de muchas personas, Alexsinos subraya que «no tengo prácticamente gente que me dé feedback negativo», pero «cuando uno se expone de forma pública, ya se coloca en el ruedo para que los haters hablen de tu físico, de tu forma de vida, de tu actitud o de tu discurso». «Las redes sociales son el escenario más hostil posible para un personaje público, por lo que la fortaleza mental que se requiere es descomunal», concluye.

Atrapados por la «red»

El uso diario medio de las redes sociales en todo el mundo ha ascendido a 147 minutos diarios en 2022, dos minutos más que en 2021. Según datos de Statista, los usuarios acceden a las redes por distintos motivos. La mayoría, un 47,6%, argumenta que se conecta para mantener el contacto con amigos y familiares. Pero también hay quienes reconocen que lo hacen por diversión y para pasar su tiempo de ocio, para leer e informarse, o para buscar contenido.

El 29,5% de los usuarios tiene una cuenta en estas redes sociales para comprobar cuáles son los temas que se están comentando, el 27,7% de ellos para encontrar inspiración y para comprar, y el 23,9%, para hacer contactos nuevos. Los usuarios de Twitter, TikTok e Instagram, entre otras plataformas, también consideran que las redes sociales tienen un impacto en aspectos determinados de la sociedad, como son el acceso a la información, la polarización política y la calidad de vida en general.





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