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Italia prohíbe el Nutriscore, el etiquetado europeo sin consenso que defiende Garzón

La Autoridad de Competencia italiana asegura que este sistema podría inducir a error a los consumidores en la elección de alimentos al tener una clasificación «arbitraria»

Italia prohíbe el Nutriscore, el etiquetado europeo sin consenso que defiende Garzón

El ministro de Consumo, Alberto Garzón. | Europa Press

NutriScore vuelve a verse envuelto en polémica. Este sistema de etiquetado frontal, que en teoría debe servir para informar a los consumidores sobre las propiedades nutritivas de cualquier producto alimentario, ha sido objeto de discusiones entre expertos y grandes plataformas de distribución sobre su utilidad real, ya que no cuenta con respaldo de estudios científicos y, entre otros problemas, castiga la dieta mediterránea. Sin embargo, en España ha sido fuertemente defendido por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ha llegado incluso a afirmar que NutriScore «podría evitar miles de muertes al año en España».

Una posición que ahora se ve seriamente comprometida tras lo ocurrido en Italia, curiosamente otro de los países que llevan esa dieta mediterránea por bandera. La Autoridad Italiana de Competencia, AGCM, ha anunciado que NutriScore no se puede usar en Italia sin algunas advertencias para los consumidores, obligando a Carrefour y a otros distribuidores que usan la etiqueta nutricional francesa a retirarla de sus productos vendidos en Italia, según ha informado la Agencia Europea de los Alimentos.

En concreto, la Autoridad de Competencia reconoció que NutriScore podría inducir a error a los consumidores en la elección de alimentos, a través de una clasificación que califica de «arbitraria» y que tiene un «sesgo en el juicio que no incentiva al consumidor a hacer una evaluación adecuada para seguir una dieta útil para satisfacer la ingesta diaria de nutrientes».

«Mientras no exista una legislación europea al respecto», apuntan las autoridades italianas, «no se puede preferir un método de etiquetado sobre otro. Quienes deseen utilizar el NutriScore, por lo tanto, deben especificar que el sistema de semáforos se desarrolla sobre la base de un algoritmo y de evaluaciones científicas que no son universalmente reconocidas ni compartidas«. En este sentido, desde este organismo antimonopolio afirman también que se deberá especificar que el etiquetado «no toma en cuenta las necesidades y el perfil nutricional del individuo».

Ante la decisión de la Autoridad, Carrefour Italia dijo que «no aplicará la etiqueta Nutriscore en productos de marca propia encargados por Carrefour Italia a sus proveedores y comercializados en Italia o en el extranjero, en productos DOP o IGP, en productos de la tradición gastronómica italiana ( embutidos, quesos, aceite de oliva), independientemente del lugar de producción (Italia o en el extranjero) y en productos bajo la marca Terre d’Italia».

Una victoria para el sector agrícola

El presidente de Confagricultura, Massimiliano Giansanti , que llevó el caso contra Carrefour, y sus afiliados Gs e Interdis, ha reivindicado la decisión como una gran victoria. «Las decisiones de la Autoridad Antimonopolio (AGCM) sobre NutriScore van en la dirección esbozada por Confagricoltura y confirman la engañosidad del sistema francés y su conflicto con el Código del Consumidor», ha sentenciado.

«La AGCM nos dio la razón: este sistema de etiquetado puede confundir al consumidor y no se basa en evidencia científica. Por lo tanto, es una herramienta engañosa. Este fallo debe hacernos reflexionar sobre la adopción de NutriScore en Italia y en Europa«, asegura.

«La resolución de la AGCM es un paso adelante para la protección del derecho del consumidor a tener acceso a información clara, completa y transparente para orientar correctamente sus elecciones nutricionales con el fin de proteger su salud», continúa el italiano. «En ausencia de esta intervención, el NutriScore podría haberse difundido en el mercado alimentario italiano, a pesar de la oposición absoluta al sistema de etiquetado francés apoyada por nuestro gobierno, todas las fuerzas políticas, la comunidad científica, los agricultores y las asociaciones de consumidores. Por lo tanto, NutriScore  debe dejarse de lado, a favor de la batería italiana Nutrinform, que se basa en un principio muy diferente», concluye Giansanti.

La posición de Garzón

A pesar de que las críticas que han formulado sectores como el agrícola a NutriScore son muy similares en Italia y en España, la posición del ministro Garzón ha sido completamente diferente a la de sus homólogos transalpinos. Durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados el pasado mes de enero, el ministro volvió a defender que este sistema de etiquetado es el que cuenta con más apoyo por parte de científicos y especialistas en nutrición y de asociaciones de consumidores a nivel español y europeo.

En concreto, el político de Unidas Podemos ha llegado a afirmar que NutriScore ya está presente en numerosos productos de los supermercados españoles y que «no regularlo afectaría a los derechos de las personas consumidoras». Además, el titular de Consumo defendió también el beneficio que generará a las exportaciones españolas de alimentación y bebidas, ya que uno de cada tres euros procede de países que ya tienen implantado NutriScore, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Una exportación de la que ya se puede excluir a Italia.

El Nutriscore nació en Francia y por ahora está implantado tanto en siete países: Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Suiza y España. Concebido aparentemente como la única solución a los problemas de nutrición en el continente, lo cierto es que la Comisión Europea no se ha decantado aún por un sistema definitivo. Si bien la decisión de adoptar un modelo de etiquetado homogéneo ya está tomada, el cómo no se definirá hasta finales de 2022. Será el próximo año cuando los estados miembros pongan en común sus experiencias, puesto que los países tienen margen para desarrollar sus propios sistemas.

De hecho, es el caso de Italia, que el año pasado propuso su propio sistema de etiquetado para los productos alimenticios, planteado precisamente como alternativa al modelo francés para proteger los alimentos ‘Made in Italy’. Elaborado conjuntamente por los ministerios italianos de Desarrollo Económico, Salud, y Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales, el sistema bautizado como NutrInform Battery debe su nombre a la pila que ilustra la información nutricional facilitada al consumidor.

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