El viento y la orografía complican la extinción del incendio de Vall d'Ebo
El fuego ha calcinado ya más de 3.500 hectáreas y ha obligado al desalojo de un millar de personas
Los trabajos nocturnos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han dado «buenos resultados» para detener el avance de los incendios de Añón de Moncayo (Zaragoza) y Les Useres (Castellón), pero las rachas de viento y la complicada orografía complican las tareas en el declarado en Vall d’Ebo (Alicante).
Así, en Añón de Moncayo el ataque directo a la cabeza del incendio con maquinaria de ingenieros y la rápida reacción ante sus diferentes reproducciones han permitido mantener el fuego dentro de su perímetro, lo que podría permitir este lunes el regreso paulatino de los vecinos evacuados, según ha informado la UME y recoge este lunes la agencia Efe.
El fuego, declarado este sábado, obligó a evacuar a unas 1.300 personas de ocho poblaciones; durante el día, entre 350 y 400 efectivos trabajaron para tratar de controlarlo y fueron relevados por otros 250 con nueve cuadrillas terrestres, nueve autobombas del Gobierno de Aragón, dos BRIF, dos secciones de la UME y los dispositivos de la Diputación de Huesca y Zaragoza y el Ayuntamiento de Zaragoza.
Mientras, en Castellón, en Les Useres concretamente, las tareas nocturnas han permitido avanzar hacia el control del perímetro del incendio, que ha quemado unas 350 hectáreas: la mejora de las condiciones metereológicas han favorecido las labores de extinción, entre ellas el ataque directo con autobomba y la defensa de puntos sensibles como el casco urbano u otros diseminados, como granjas.
A partir de las 8.00 horas de este lunes se han movilizado siete medios aéreos y se han incorporado dos más a las 9.30 horas, aunque fuentes de Emergencias de Generalitat valenciana han indicado que se ha solicitado otro medio aéreo más al Gobierno, además de una aeronave de coordinación.
En Vall d’Ebo (Alicante) las condiciones no han sido tan favorables y las rachas de viento y la complicada orografía están dificultando las tareas de extinción del fuego, que ha calcinado ya más de 3.500 hectáreas y obligado al desalojo de un millar de personas.
No obstante, la UME destaca que, aunque aún no se ha conseguido contener el avance del incendio, se están realizando diferentes estrategias de extinción como el ataque directo con autobomba o las quemas de ensanches para minimizar el impacto sobre la población.
El objetivo principal de la dirección de la extinción, añade la UME, es defender los municipios afectados, algunos de los cuales ya han sido evacuados, como las pedanías de Benirrama, Beniali, Benissiva, Benataia o Alcalà de la Jovada.