El reconocimiento facial ya permite entrar «por la cara» en hoteles y aerolíneas españolas
El proceso del check-in a la llegada de los establecimientos suele tardar entre cuatro y ocho minutos. Con esta tecnología se reduce a solo 90 segundos
La expresión «entrar en un sitio por la cara» cobra hoy más sentido que nunca. El motivo es que la tecnología biométrica o de reconocimiento facial, que es capaz de identificar a una persona a través de los rasgos de su rostro, ya se está utilizando en los accesos de varios hoteles y aeropuertos de nuestro país.
Este sistema de reconocimiento, que desde hace años es habitual a pequeña escala en dispositivos de uso doméstico como móviles o tablets, se sirve de las medidas de la cara para verificar la identidad de los individuos a través de su patrón biométrico. Su comodidad, facilidad de uso e inmediatez suponen una enorme ventaja con respecto a los molestos trámites y el papeleo que se requieren para identificarse y acceder a recintos hoteleros y otros servicios y establecimientos.
Check-in «en 90 segundos»
Con la biometría facial, los largos y tediosos procesos de check-in a la entrada de los hoteles tienen los días contados. «Un procedimiento que de media puede durar entre cuatro y ocho minutos, lo simplificas a 90 segundos», apunta en declaraciones a THE OBJECTIVE Óscar Nombela, socio y cofundador de Face2Travel, la empresa de tecnología hotelera especialista en reconocimiento facial que está incorporando este sistema a los hoteles de nuestra geografía.
Face2Travel nace para darle solución al «problema histórico» de las colas en las recepciones de los hoteles, algo que «se ha intensificado durante la pandemia», dice el empresario quien, tras darle «muchas vueltas» para «adaptar la mejor solución disponible en el mercado al sector hotelero», cree haber dado en el clavo con la técnica del reconocimiento facial.
Cómo funciona el reconocimiento facial
«La biometría te permite no solo identificar a una persona, sino también comparar esa identidad con la información de su documentación oficial a través de los rasgos de la cara». Además, este sistema es capaz de trasladar «de forma automática» los datos necesarios «para rellenar la ficha del cliente del hotel», explica Nombela.
El procedimiento es el siguiente: tras efectuar su reserva en el hotel, el cliente recibe varios días antes de su llegada un correo electrónico o whatsapp con un enlace para que cada una de las personas mayores de 14 años incluidas en la reserva haga el proceso de forma individual. A través de ese enlace podrá acceder a la herramienta de verificación que le indicará los pasos a seguir. En primer lugar, tiene que sacar una foto de su DNI o pasaporte, de forma que su información se transmite automáticamente a la reserva y a la base de datos de la policía. Una vez termine, solo deberá hacerse un selfie, a través del cual la tecnología biométrica verificará que es el titular de la documentación a cuyo nombre está hecha la reserva.
Con este sencillo proceso se generará un código QR, que será lo que debe presentar el cliente para acceder a su reserva una vez llegue a la recepción del hotel. Allí, el titular de la reserva únicamente tendrá que sacar su dispositivo móvil y enseñar el código en la «recepción virtual», una máquina habilitada para su lectura. Si la verificación es positiva, la propia máquina le dispensará la tarjeta-llave de su habitación para poder iniciar su estancia de manera inmediata.
El experto incide en que «el uso de la biometría no se limita únicamente al check-in». Además de suprimir «trabajos improductivos», Óscar Nombela declara a este digital que están trabajando para aplicar esta tecnología en «diferentes procesos» como el «control de personal» para la «redistribución eficiente de tareas» en aquellos puntos en los que se requiera una mayor carga de trabajo. Así, controlando el número de trabajadores que se encuentran en un punto determinado del hotel a través de la biometría, se pueden «optimizar» los recursos humanos para alcanzar una «mayor eficiencia».
La privacidad y la protección de datos son algunos de los factores que, a priori, despiertan mayores suspicacias entre los potenciales clientes, que pueden sentirse incómodos por el hecho de tener que ceder su imagen. A este respecto, el cofundador de Face2Travel destaca, ante todo, «la seguridad» que lleva aparejada este proceso: «La biometría no mantiene ni datos ni imágenes», aclara. De este modo, la información solo tiene «billete de ida», es decir, que «no se puede revertir».
Para ello hace uso del proceso «1:1», un sistema que «no compara los patrones biométricos de varias personas», sino que se limita a comprobar la correspondencia de la cara del cliente «únicamente con sus propios rasgos», de tal modo que «se minimiza el intrusismo y se garantiza la seguridad», subraya Nombela. El sistema se ajusta así a las obligaciones establecidas en el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea.
En hoteles «antes de final de año»
El proceso de implementación del sistema de reconocimiento facial se inició en 2021, cuando se aplicó esta tecnología en 12 establecimientos de la Comunidad Valenciana como parte de la fase 1 del programa piloto. La segunda fase se trasladó a Madrid, concretamente al hotel ‘Los Jardines de Sabatini’, donde todavía continúa el periodo de prueba. Una vez finalice esta fase 2 en el mes de agosto, anuncia el empresario a este periódico, «ya tenemos ofertas de varias cadenas hoteleras muy importantes», tanto a nivel nacional como en el extranjero.
Esta fase piloto, llevada a cabo por el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) y financiada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ha estado respaldada por un «focus group de profesionales» integrado por grupos hoteleros importantes como «Iberostar, Meliá o Ilunion», y otras entidades del sector como «la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) o la Asociación Española de Directores y Directivos de Hotel y Restauración (AEDH)», entre otros. El directivo estima que «de aquí a final de año», este proceso estará implantado «en hoteles y en algunas cadenas», y añade que «en poco tiempo será empleado por otros muchos sectores» de nuestra sociedad.
También en aeropuertos
Como anticipa Nombela, la biometría facial se puede utilizar de múltiples maneras en diferentes entornos. Su éxito en el sector hotelero no es exclusivo, y este sistema también está empezando a utilizarse en algunos aeropuertos de España. Tras varias pruebas piloto realizadas en Menorca y Madrid-Barajas, Aena y Vueling han incorporado esta tecnología de identificación al Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Allí, una vez hecho el registro en la aplicación de Aena o en quioscos exclusivos en el propio aeropuerto, este nuevo servicio permite, mediante un único registro inicial, facturar el equipaje, cruzar el filtro de seguridad y embarcar de forma más ágil. De esta forma se han logrado realizar todos los procesos aeroportuarios de manera biométrica, pasando por registro y comprobación de identidad, facturación, acceso al control de seguridad y embarque, sin tener que mostrar ningún documento en el proceso.
De momento solo se está poniendo en práctica en el trayecto Barcelona-Málaga desde la terminal 1, pero el objetivo de la compañía es «utilizar tecnología biométrica en la mayor cantidad de puntos posibles en el aeropuerto, creando para el pasajero una experiencia fluida durante todo el viaje».