Qué alimentos caducados es posible comer
Aprovechar al máximo la comida que hay en casa no solo ayuda a reducir el desperdicio de la misma sino que también permite ahorrar al hacer la compra
El yogurt es uno de los alimentos que se pueden comer después de la fecha de caducidad | Pixabay
Uno de los principales motivos del desperdicio alimentario es que la comida caduque. Sin embargo, no todos los alimentos caducados deben ir directamente al cubo de la basura, sino que hay algunos que aún es posible consumir pasada esa fecha. Algo importante a tener en cuenta, además, es que no es lo mismo fecha de caducidad que de consumo preferente.
En el primer caso sí que puede haber riesgo -mayor o menor- para la salud. En el segundo, no obstante, este peligro ya no es tal. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recogido en una lista cuáles son los diez alimentos que es posible comer días o incluso semanas después de la fecha de caducidad, siempre y cuando «no estén abiertos ni presenten signos de estar deteriorados», señalan los expertos.
Estos productos que es posible consumir pasada la fecha de caducidad son:
- Los yogures.
- El pan de molde.
- Las patatas fritas y los frutos secos.
- Los bollos y galletas.
- Los refrescos y el alcohol.
- Las pastas, arroces y legumbres.
- La mermelada y la mantequilla.
- Los embutidos y quesos curados.
- Las sopas y salsas de sobre.
- Los envases de tomate.
- Los alimentos calificados como «no perecederos».
Además, hay algunos alimentos que no tienen ni fecha de caducidad ni la de consumo preferente. Es el caso, por ejemplo, de bebidas alcohólicas cuya graduación es superior a un 10% del volumen. También ocurre con frutas y hortalizas frescas; pan y bollería de consumo en 24 horas; vinagre, sal, azúcar o chicles, entre otros.
No obstante, esto no implica que el paso del tiempo no termine por afectar a sus propiedades. Según destacan desde la OCU, «hay vinos que lejos de mejorar se estropean con el tiempo y aunque no suponga un riesgo para la salud merma mucho la calidad del producto».
«Para las frutas y verduras, el paladar es el mejor termómetro. El aspecto, el sabor, la textura y el olor del alimento permiten saber en qué estado se encuentran. Se pueden comer si no están exageradamente pochas o deterioradas. Es importante retirar las zonas podridas o enmohecidas, quitando un buen trozo a su alrededor, al menos un centímetro o incluso algo más», concluyen.
El caso de la carne y el pescado
Algunos alimentos con los que sí es conveniente tomar precauciones a la hora de consumirlos son la carne y el pescado. El problema con estos es que «se ponen malos rápidamente»: «Pasada la fecha de caducidad hay que abstenerse de comer carnes, pescado o queso fresco. El riesgo puede presentarse incluso antes de esa fecha si los alimentos no se han conservado a temperaturas adecuadas. Existe la posibilidad de que sean portadores de microbios y algunos de ellos, al proliferar, desencadenen intoxicaciones y enfermedades».
Algunos trucos para evitar tirar comida en casa
- Planificar el menú de forma semanal
Saber qué se va a comer durante la semana ayudará a la hora de hacer la compra, cogiendo solo lo que es necesario. Otra opción es planificar el menú semanal en función de los alimentos que ya hay en casa para aprovecharlos al 100% y evitar que acaben en la basura.
Esto no solo ayudará a evitar desperdicio de comida, sino que también permitirá ahorrar en casa al aprovechar todos los productos comprados y evitar comprar más productos de los que realmente son necesarios.
- Hacer una lista de la compra
Este punto va muy ligado con el anterior ya que, al saber qué se va a cocinar a lo largo de la semana, es posible hacer una lista de todos los alimentos que faltan en la cocina. Acudir al supermercado con una lista cerrada de lo necesario y no comprar por comprar también ayudará a ahorrar.
Además, revisar bien lo que hace falta y llevarlo apuntado también permitirá comprar todo lo necesario y evitar tener que volver a hacerlo más veces. Por último, es mejor no ir a comprar con hambre, ya que esto suele tentar a comprar más de lo necesario.
- Congelar los alimentos
Una buena práctica para alargar la vida de los alimentos es congelar directamente aquellos que no se vayan a consumir al momento. Esto es muy útil, por ejemplo, para la carne y el pescado. Otra cosa que se puede hacer es congelar aquellos alimentos cuya fecha de caducidad sea muy próxima para poder consumirlo así más adelante.
- Aprovechar las sobras o hacer croquetas
En caso de haber cocinado de más y tener sobras de comida, antes de tirarla, es mejor plantearse si es posible comerla más tarde o usarla para preparar otros platos. Una de las comidas estrella para aprovechar las sobras son las croquetas. Además, estas pueden llevar casi cualquier cosa: pollo, cocido, jamón, setas, chorizo, queso, espinacas, bacalao, gambas, verduras.
