¿Café o té? Estas son las claves para elegir

Que todo el mundo tiene alguna bebida favorita, o que bebe más, es una realidad. Pero entre todas ellas, las tres más consumidas son el agua, el café y el té. Estas dos últimas, sin embargo, no siempre son ese orden: el debate entre café o té es algo igual de común que su consumo.

La pregunta sobre cuál de las dos bebidas es más saludable es difícil de responder, ya que para ello hay que tener en cuenta aspectos como los beneficios y las contradicciones de cada uno de ellos. Además, otro dato importante es que todas las personas son conscientes de que el café tiene cafeína y el té, teína, pero no lo que esto implica.

Es cierto que es la misma molécula de idéntica composición, pero se extraen de plantas diferentes y, por tanto, tienen distintas propiedades. Es por esto que, durante años, al té se le han ensalzado sus propiedades adelgazantes; del café, por otra parte, destaca su poder para despertar, mejorar la concentración y elevar los niveles de energía a lo largo del día.

Pero ¿qué es exactamente la cafeína? Esta molécula es un alcaloide del grupo de las xantinas que actúa como una sustancia psicoactiva, estimula el sistema nervioso central y, como es lógico, está más presente en el café que en el té. Es más, el café tiene entre 80 y 190 mg de cafeína por taza mientras que el té tiene solo entre 15 y 70 mg.

Influencia de la preparación en sus propiedades saludables

La forma de preparar el té y el café también influye en las propiedades saludables de ambos. Precisamente por ello hay maneras especiales de prepararlo para conseguir beneficio de todas sus propiedades.

Para que el té pueda desarrollar su efecto preventivo contra el cáncer y las enfermedades vasculares hay que tomarlo sin leche. Esto es porque la caseína que contiene la leche impide que el cuerpo absorba las propiedades curativas.

Algo que también influye es el tiempo de reposo del té. Si las hojas están en el agua durante poco tiempo el número de taninos que se disuelven es menor. Sin estos, la cafeína se absorbe de forma más rápida y el té tiene un efecto más estimulante. Por el contrario, si el té reposa durante más tiempo el efecto que tiene es calmante. Un ejemplo de esto es el té negro, que tiene menos taninos que el té verde, por lo que es un excelente estimulante.

La forma más saludable de preparar el café, por otra parte, es el método clásico de elaboración manual. Al hacerlo en una cafetera automática, el agua sale con mucha más presión y a una temperatura alta a través de los granos de café. Durante este proceso, por tanto, se pueden disolver sustancias amargas, ácidos y alcaloides. Con el café hecho a mano, sin embargo, estas sustancias permanecen en el grano del café y permiten que el cuerpo lo tolere mejor.

Los beneficios del café

Consumirlo de forma moderada conlleva una gran lista de beneficios. Este consumo supone unos 200 mg en las dosis bajas y, en las moderadas, entre 200 y 400 mg. Es decir, el máximo al día deben ser cuatro. Algunos de los beneficios que supone son:

• Mejorar la salud cardiovascular. No solo es beneficioso para el corazón, sino que incluso tiene un potencial protector, según han descubierto algunos estudios. Por ejemplo, a nivel del metabolismo, está demostrado que el café puede mejorar la resistencia a la insulina, disminuir la acumulación de grasas e incluso disminuir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 a largo plazo tan solo consumiendo alrededor de dos tazas de café al día.
• Ayuda a prevenir la aparición de diabetes tipo 2, ya que regula los niveles de azúcar en sangre.
• Disminuye la probabilidad de padecer algunos tipos de cáncer, como el de mama, próstata o hígado.
• Contribuye a movilizar la grasa corporal.

• Mejorar la actividad muscular.
• Disminuye la sensación de sueño y fatiga.
• A nivel neurológico, ayuda a mejorar la memoria a corto plazo y potencia también los efectos de los analgésicos en el organismo.
• Ayuda a combatir la aparición de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
• Está constatada su eficacia en la prevención de formación de cálculos biliares.
• Consumir café contribuye en la mejora de las habilidades psicomotoras que son necesarias para actividades como conducir. Además, mejora la potencia del rendimiento deportivo.

Los beneficios del té

Primero de todo, hay que tener en cuenta que las propiedades que tiene dependen del tipo de té. No obstante, todos ellos tienen catequinas que forman parte de los flavonoides. Estas son una serie de sustancias caracterizadas por sus fuertes efectos antioxidantes y, por tanto, son muy valiosas para poder prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir los niveles de colesterol, entre otros beneficios.

En el caso del té verde y el negro, además de ser estimulantes también son muy eficaces para poder reducir los niveles del colesterol y ayudan a reducir la presión arterial. Más concretamente, el verde es muy bueno para la salud de los huesos y ayuda a prevenir la osteoporosis.

De igual forma, está probado también que reduce el estrés, potencia la quema de grasas, mejora el rendimiento físico hasta un 24% y, además, ayuda a prevenir la aparición de diversos tipos de cáncer. Según declaró en 2015 el profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard Howard Sesso, la presencia de catequinas y epicatequinas -flavonoides-, darían a esta bebida el potencial para reducir la la aterosclerosis, por lo que se reduciría el riesgo cardiovascular.

En cuanto a la prevención de enfermedades, los antioxidantes del té podrían disminuir el riesgo de sufrir cáncer de ovario. Por último, y a diferencia de lo que se cree, varios estudios dudan de su potencial para ayudar a perder peso. Por un lado, una revisión de Cochrane en 2012 sugirió que el potencial del té verde es poco significativo a la hora de perder peso.