Alerta sanitaria: estos son los peligros de combinar ibuprofeno con codeína
Por separado ambos medicamentos sirven para tratar dolencias leves, pero al combinarlos pueden producir graves daños renales
Organizador de pastillas | Simone van der Koelen (Unsplash)
La Agencia Europea del Medicamento ha comunicado la obligatoriedad de modificar el prospecto de dos compuestos debido a sus posibles efectos secundarios: «El consumo prolongado de fármacos que combinan ibuprofeno y codeína puede provocar daños graves o incluso la muerte». Ambos tienen como finalidad aliviar determinados dolores, pero «pueden causar graves daños renales y gastrointestinales».
«El uso de ambos principios activos tiene a priori una ventaja: como sus mecanismos de acción son completamente distintos, su uso tiene un mayor efecto terapéutico y permite hacer frente a dolores moderados sin tener que recurrir a opioides más potentes» explica el vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos del la provincia de Zaragoza, Andrés Garde, al Heraldo.
Garde explica el problema de tomar estos dos componentes de forma combinada: «Estamos ante dos moléculas que ya usadas por separado de modo abusivo tiene sus correspondientes efectos secundarios, como pueden ser problemas cardiovasculares, en el caso del ibuprofeno o somnolencia y estreñimiento en el caso de la codeína. Si se combinan, como es el caso expuesto por la EMA, los daños son, sin duda, mayores y más peligrosos».
Uno de los principales problemas que pueden provocar es la disminución del funcionamiento de los riñones (es decir, el desarrollo de una insuficiencia renal). Esto dificulta la eliminación de las sustancias ácidas que están presentes en la circulación sanguínea hacia la orina. Además, en ocasiones también produce niveles muy bajos de potasio en la sangre (hipopotasemia), lo que a su vez puede causar síntomas como debilidad muscular y mareos.
De forma adicional, como la eliminación renal de ambos fármacos es más difícil, aumentan sus concentraciones plasmáticas. Esto supone un mayor riesgo de toxicidad del que tenían por separado; este hecho es más acusado en pacientes de mayor edad.
«Su consumo debe ser bajo prescripción médica, -que suele recomendarse cuando tanto un fármaco como el otro no surten efecto por separado-, por lo que su venta solo puede hacerse efectiva con receta», añade el vicepresidente. Actualmente hay varios medicamentos que se venden en las farmacias y que cuentan con la combinación de ambas moléculas:
- Astefor 400/30 mg en comprimidos con cubierta pelicular.
- Astefor 400/30 mg, granulado para suspensión oral.
- Neobrufen con codeína 400 mg/30 mg en comprimidos recubiertos con película.
Sin embargo, Garde también ha señalado que «se trata de compuestos que no se recetan de manera habitual»: «Hay otros combinados que se utilizan más y funcionan mejor, como por ejemplo la unión del tramadol (analgésico opioide) y el paracetamol».
«Aún así, es importante resaltar que también el abuso de en este caso el paracetamol, recetado incluso desde la etapa infantil, conlleva sus riesgos, pudiendo llegar a crear daño hepático. Todo tiene su pauta, su cantidad de uso y su momento», concluye Garde.
Los riesgos que conlleva la codeína
Los efectos tóxicos que pueden provocar los opioides como la codeína podrían ser muy graves, e incluso mortales. Entre otros motivos porque provocan depresión respiratoria (bradipnea o apnea). Y, además, usar estos medicamentos de forma prolongada, incluyendo a la codeína, a pesar de que esta está considerada como un opioide débil, puede provocar tolerancia y dependencia.
Por otra parte, las muertes relacionadas con el consumo de codeína se han incrementado a lo largo de las últimas décadas. Una gran parte del aumento de las mismas está derivado de sobredosis accidentales, sobre todo en pacientes con un historial de problemas de abuso de sustancias, uso de drogas inyectables y diagnosticados de dolor crónico. Las dosis máximas toleradas de codeína son, en las preparaciones de liberación inmediata, de 360 mg al día; en cuanto a las formulaciones de liberación controlada, la dosis es de 600 mg al día.
