Estos son los beneficios de comer la piel del kiwi
Esta fruta destaca por su gran cantidad de vitamina C: con una pieza grande se llega a cubrir el 150% de las recomendaciones de esta vitamina en un adulto
Es gruesa, marrón y con una especie de pelitos, no es lo más apetecible del mundo, pero la piel del kiwi sí se come, al igual que comemos la del calabacín, tomate o la pera, entre otros. Esta fruta que tiene origen en China, es la baya de la enredadera Actinidia deliciosa y fue introducida en Nueva Zelanda en el año 1904, tiene numerosos beneficios. Sobre todo si se come al completo.
Nutricionalmente el kiwi destaca por su gran cantidad de vitamina C: con una pieza grande o dos pequeñas se llega a cubrir el 150% de las recomendaciones de esta vitamina en un adulto. También tienen cantidades significativas de las vitaminas liposolubles E y K (como filoquinona).
«En este sentido, el kiwi es comparable al aguacate en cuanto a su contenido en vitamina E, la otra única fruta que tiene cantidades significativas de esta vitamina. Durante mucho tiempo se pensó que la vitamina E se encontraba solo en las semillas y que por tanto no era biodisponible, pero parece que esto es un mito, ya que la carne de esta fruta también contiene vitamina E y el consumo de cualquiera de las dos variedades aumenta las cifras de vitamina E en plasma», según el estudio de SciElo Beneficios nutricionales y sanitarios asociados al consumo de kiwi.
Presente en todo tipo de dietas que necesiten mejorar la motilidad intestinal, el kiwi aporta al mismo tiempo fibra y agua, permitiendo equilibrar ambos casos. Por este motivo, es un muy buen aliado en cuanto a los laxantes tradicionales, sobre todo si lo incluimos a primera hora del día. De hecho, es en la piel donde se encuentra el mayor aporte de fibra y micronutrientes, superando así a las manzanas 0 las fresas con 2 gramos de fibra por cada 200 gramos de fruta.
El kiwi es muy digestivo también. Contiene actinindina, una enzima digestiva que ayuda a digerir las proteínas lo que se traduce en menos gases. «El kiwi no es una fuente significativa de proteína, ya que apenas contribuye a cubrir un 2% de las ingestas recomendadas. Sin embargo, lo que tiene más interés en este caso son las diferentes fracciones proteicas y enzimas que están presentes en forma natural en el kiwi, siendo la más notable de ellas la actinidina, una proteasa típica de este género de frutas, con reconocida capacidad para hidrolizar proteínas, como se comentará más adelante», explica el estudio.
Ayuda a la prevención de enfermedades cardiovasculares ya que reduce el colesterol y las plaquetas por su aporte de omega 3. El kiwi es también una buena fuente de potasio. Aunque el predilecto es el plátano, el kiwi aporta 312 mg por cada 100 gramos de fruta.
Si quieres aprovecharte de estos beneficios y, sobre todo, los de su piel, lo mejor es que disimules su textura mezclando el kiwi en batidos de tal forma que rompa tan pequeña la piel que ni la notes, en paletas de helado o polos, en pedazos pequeños con yogurt e incluso en ensaladas en rodajas finas. Asegúrate de lavarlo antes y secarlo para retirar las impurezas de su piel.
La relación entre el kiwi y el estado de ánimo
Partimos de que el consumo elevado de frutas y verduras, por su elevado contenido en vitaminas, se ha relacionado con mayor bienestar psicológico y menor depresión. «Es la vitamina C la que se asocia con síntomas de depresión, fatiga e irritabilidad, y la suplementación con polivitamínicos ha demostrado mejorar el funcionamiento mental y el estado de ánimo de individuos diagnosticados de estrés, y también en los aparentemente sanos. Esto sugiere que las alteraciones del ánimo se pueden deber a deficiencias nutricionales, incluso subclínicas», cuenta la investigación de SciElo ya mencionada.
El kiwi ha sido objeto de estudio como alimento con potencial efecto positivo en el estado de ánimo en individuos que tengan un consumo insuficiente de frutas y verduras y que tengan insuficiencia de vitamina C (< 50 mmol/L en plasma). «El consumo de 2 kiwis diarios de la variedad amarilla durante 6 semanas (que aportaron una cantidad equivalente a 200 mg/d de vitamina C) disminuyó la fatiga, aumentó la energía y mejoró el estado de ánimo general, aunque solo fue significativo en los que presentaban un peor estado de ánimo al inicio del estudio. Estos efectos se observaron solo con el consumo de 2 kiwis diarios, mientras que el consumo de una cantidad inferior, medio kiwi al día, no demostró ningún efecto».