Esto es lo que sucede si bebes vino y tienes el colesterol alto
«La evidencia sugiere que los niveles bajos de consumo se asocian con un menor riesgo de algunos resultados de enfermedad y un mayor riesgo de otros»
¿Se puede beber vino si tienes el colesterol alto? Empecemos por la base que es que el colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células de su cuerpo. Nuestro propio organismo lo crea y somos nosotros, con nuestra alimentación, quienes lo elevamos hasta ser peligroso. Aunque los españoles son conscientes de lo dañino que es (un 90% lo cree), no hacen mucho por evitarlo. Así opinaba la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria.
El hábito de tomar una copa de vino, teniendo como medida unos 150 mililitros, es un concepto controvertido entre los médicos. Es popularmente conocida la opinión de que esta ‘copita’ tiene beneficios para la salud, aunque, si no se es bebedor, no es necesario tomarla ya que estos beneficios se pueden conseguir por otra vía.
«La relación entre el consumo moderado de alcohol y la salud es compleja y ha suscitado gran controversia en la literatura científica. Dado que la evidencia disponible sugiere que los niveles bajos de consumo de alcohol se asocian con un menor riesgo de algunos resultados de enfermedad y un mayor riesgo de otros, las recomendaciones de consumo de alcohol deben tener en cuenta el perfil epidemiológico completo que incluye las tasas de antecedentes de la enfermedad dentro de las poblaciones», explicaba el estudio publicado en The Lancet.
Así afecta el alcohol en el colesterol
Uno de estos populares beneficios es la disminución de accidentes cerebrovasculares o enfermedades del corazón. El alcohol, al igual que comentábamos en el caso de la cerveza, eleva el «colesterol bueno» o HDL: el que envía parte del exceso de colesterol al hígado para su eliminación. Una copa de vino también tiene kilocalorías, concretamente 7 por gramo.
Esta caloría no aporta ningún nutriente. Pero tiene minerales como el potasio y contiene otros como calcio, fósforo y magnesio. Además, reduce la probabilidad de trombos. Curiosamente, el vino no contiene colesterol, como sí lo tienen otras bebidas y alimentos: la carne (embutidos, fiambre, casquería), los lácteos (queso, leches ricas en grasas saturadas) o las yemas de huevo.
Cabe recordar que la ingesta excesiva de vino es perjudicial y esta información no pretende en ningún caso motivar su consumo. Algunas personas no deben consumir esta copa: pacientes con diabetes, enfermedades hepáticas o cardiopatías, niños, embarazadas, adolescentes y personas que tomen ciertos medicamentos.
Otra cualidad del vino tinto son los polifenoles: compuestos de origen vegetal no energéticos que constituyen uno de los grupos de pigmentos más importantes presentes en alimentos vegetales. Estos se pueden encontrar también en el café, el cacao, frutas, frutos rojos y verduras. Es otra de las características del vino que protege a nivel cardiovascular ya que son antioxidantes y poseen efectos antiinflamatorios y vasodilatadores.
Estos son los niveles de colesterol ideales
Para un mayor control de nuestro cuerpo y salud se deben conocer los niveles de colesterol. Se miden en miligramos por decilitro (mg / dL).
Personas de 19 años o menores:
- Colesterol total: menos de 170 mg/dL
- No-HD: menos de 120 mg/dL
- LDL: menos de 100 mg/dL
- HDL: más de 45 mg/dL
Hombres de 20 años o mayores:
- Colesterol total 125 a 200 mg/dL
- No-HDL Menos de 130 mg/dL
- LDL Menos de 100 mg/dL
- HDL 40 mg/dL o mayor
Mujeres de 20 años o mayores:
- Colesterol total 125 a 200 mg/dL
- No-HDL Menos de 130 mg/dL
- LDL Menos de 100 mg/dL
- HDL 50 mg/dL o mayor
Por otra parte, aunque los triglicéridos no son un tipo de colesterol, sí que son parte del panel de lipoproteínas (la prueba para medir los niveles de colesterol). El nivel normal de triglicéridos es menor a 150 mg/dL. En caso de tenerlos en el límite alto (150-199 mg / dL) o directamente altos (200 mg / dL o más) es posible que sea necesario tratamiento.