Evitar estos aditivos alimenticios previene la diabetes II
Controlar no solo la cantidad de alimentos sino también qué llevan puede ser clave para controlar esta enfermedad
La Federación Internacional de Diabetes (FID) en España recoge en sus últimos informes las cifras de esta enfermedad en el país: ahora mismo hay 5,1 millones de personas que la padecen, casi un 11% de la población. Hay que tener en cuenta, no obstante, que estas cifras incluyen tanto a los diagnosticados como a los que no lo están, por lo que no son del todo precisas. Es más, a nivel europeo, esto coloca a España en segunda posición.
Hay que diferenciar entre dos tipos de diabetes:
- Diabetes tipo I, que es la que tiene un factor genético importante y su diagnóstico suele ser en la infancia y la adolescencia (aunque puede aparecer a cualquier edad).
- Diabetes tipo II, que es la más común, también tiene un factor genético subyacente, pero también hay otros de riesgo que pueden agravarla. Algunos de estos son el sobrepeso, la obesidad y el no realizar actividad física.
El segundo tipo es una enfermedad que puede tener unas consecuencias fatales, pero que es gestionable. Hay que seguir un tratamiento de por vida por el cual los pacientes deben llevar un control extremo sobre su nivel de glucosa en sangre, además de regularlo con inyecciones de insulina.
Estas pautas son porque esta enfermedad consiste en que los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos y el cuerpo pierde la capacidad de controlarlos. Cuando todo va bien, el organismo puede gestionar la cantidad de glucosa en sangre gracias a la segregación de la insulina, una hormona que produce el páncreas; con la diabetes, sin embargo, el cuerpo genera menos insulina y las células se convierten en «inmunes» a esa hormona.
Es por ello que el cuerpo pierde esa capacidad de gestionar la glucosa y acaba derivando en una enfermedad muy grave. Debido a esto, la gestión y control constante de los niveles de glucosa en sangre es fundamental para quienes padecen diabetes de tipo II: los niveles altos de azúcar en el torrente sanguíneo pueden producir daños nerviosos que acaben con la sensibilidad de los pies o las manos, por lo que es muy peligroso.
Nuevos descubrimientos sobre la enfermedad
Evitar esta enfermedad debería ser una de las prioridades de salud para las personas. No obstante, más allá de hacer cambios positivos en el estilo de vida (mantener un control estricto sobre el peso o empezar a realizar ejercicio físico en caso de no hacer ninguno todavía), hay otros sobre los que la persona no tiene control.
Este es el caso del componente genético de la enfermedad, además de otros que se están descubriendo poco a poco. Un ejemplo de esto último es el caso de los nitritos, descubiertos gracias a un nuevo estudio científico llevado a cabo por investigadores de la Université Sorbonne Paris Nord.
En la investigación describen cómo la ingesta de estas sustancias puede aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Aunque la seguridad o no de de estos compuestos químicos lleva en el punto de mira más de una década, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por su nombre en inglés), decidió no variar las cantidades máximas recomendadas en un informe reciente.
Las variantes más comunes de los nitritos son dos: los aditivos E-249 (nitrito de potasio) y E-250 (nitrito de sodio). La industria alimentaria emplea ambos para evitar el crecimiento bacteriano en quesos, pescados y carnes. Concretamente, los alimentos que más los contienen son los productos cárnicos curados, como puede ser la cecina, aunque también están en otro tipo de alimentos como algunos vegetales, además de en algunas fuentes de agua.
Para llevar a cabo el estudio los investigadores analizaron los datos médicos de 104.168 personas, participantes del estudio NutriNet-Santé. Este recopila información sanitaria y nutricional desde el año 2009 en Francia. Gracias a este gran grupo de estudio, los científicos pudieron relacionar el consumo de nitritos (en forma de aditivos alimentarios) con un riesgo más alto de desarrollar diabetes.
Los investigadores explican, además, algo curioso: hasta ahora creían que la molécula hermana de los nitritos, los nitratos, actuaba de forma similar. Sin embargo, añaden que no encontraron ningún tipo de correlación entre una ingesta elevada de nitratos y el aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Según los propios científicos, estos resultados «proporcionan una evidencia más que utilizar en la discusión sobre la reducción del consumo de nitritos usados en las carnes procesadas por la industria alimentaria. Del mismo modo, este descubrimiento podría promover una mejor gestión y regulación de la contaminación del suelo producida por fertilizantes».
Estos datos hacen pensar que la EFSA, en un futuro cercano, actualizará los límites oficiales al consumo de estas sustancias. Hasta entonces, mantener un control tanto sobre lo que se come como en los ingredientes que lleva esa comida, es muy importante.