El superalimento con antioxidantes que previene la demencia y combate la depresión
Estudios recientes en ratones han ampliado los beneficios del aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Radiografía de cerbro | Anna Shvets (Pexels)
Diversos científicos de la Facultad de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple (LKSOM), en Filadelfia (Estados Unidos), han probado que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) preserva la memoria y protege al cerebro contra la enfermedad de Alzheimer. El AOVE es un superalimento rico en antioxidantes protectores de células y conocido por sus múltiples beneficios para la salud, especialmente contra el envejecimiento y las enfermedades cardiovasculares.
En un nuevo estudio de ratones publicado en esta línea en la revista Aging Cell, los científicos de LKSOM muestran que otro grupo de enfermedades relacionadas con el envejecimiento puede agregarse a la lista: las tauopatías, caracterizadas por la acumulación gradual de una forma anormal de una proteína llamada tau en el cerebro. Este proceso lleva a una disminución de la función mental o demencia. Estos hallazgos son los primeros en sugerir que este aceite puede servir contra un tipo específico de deterioro mental relacionado con la taupatía, conocido como demencia frontotemporal.
El alzhéimer es en sí mismo una forma de demencia. Principalmente afecta al hipocampo, el centro de almacenamiento de memoria en el cerebro. La demencia frontotemporal afecta a las áreas del cerebro cerca de la frente y las orejas y los síntomas suelen aparecer entre los 40 y los 65 años. Estos incluyen cambios en la personalidad y el comportamiento, dificultades con el lenguaje y la escritura y un eventual deterioro de la memoria y la capacidad de aprender de la experiencia previa.
El investigador principal del estudio es el presidente de la Fundación North Star para la Investigación del Alzheimer, profesor en los Departamentos de Farmacología y Microbiología y director del Centro de Alzheimer en Temple en LKSOM, Domenico Praticò. El doctor habla del nuevo trabajo como el suministro de otra pieza en la historia sobre el aceite de oliva y su capacidad para evitar el deterioro cognitivo. Además, también puede proteger las uniones entre neuronas, a través de las que intercambian información (esto se conoce como sinapsis).
«El AOVE ha sido parte de la dieta humana durante mucho tiempo y tiene muchos beneficios para la salud, por razones que aún no entendemos completamente», asegura el director. Además, añade: «La constatación de que el AOVE puede proteger el cerebro contra las diferentes formas de demencia nos da la oportunidad de aprender más sobre los mecanismos a través de los cuales actúa para apoyar la salud del cerebro».
Otras investigaciones sobre el tema
En trabajos anteriores usaron un modelo de ratón en el que los animales estaban destinados a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Con ellos, el equipo de científicos liderado por el doctor Practicò demostró que el AOVE que les dieron a los ratones jóvenes les protegía del deterioro de la memoria y del aprendizaje a medida que envejecían.
Concretamente, cuando los investigadores observaron el tejido cerebral de ratones alimentados con aceite de oliva, no encontraron características típicas del deterioro cognitivo. Sobre todo, las placas amiloides, unas proteínas «pegajosas» que engloban las vías de comunicación entre las neuronas en el cerebro. Ocurría todo lo contrario: el cerebro de los animales parecía normal.
El nuevo estudio del equipo muestra que ocurre lo mismo en el caso de los ratones diseñados para desarrollar esta taupatía. En estos ratones la proteína tau normal se vuelve defectuosa y se acumula en el cerebro. De esta forma, crea depósitos de tau dañinos, también llamados enredos. Los depósitos de tau, parecidos a las placas amiloides en el alzhéimer, bloquean la comunicación neuronal y, por tanto, deterioran el pensamiento y la memoria. Esto es lo que provoca demencia frontotemporal.
Los ratones Tau propensos a la tauopatía siguieron una dieta suplementada con AOVE desde una edad temprana, la cual equivaldría a unos 30 o 40 años en las personas. Después de seis meses, cuando los ratones tenían una edad equivalente a los 60 años, experimentaron una reducción del 60% en los depósitos de tau dañinos en comparación con el resto de la camada a los que no alimentaron con AOVE. Los animales que siguieron la dieta de AOVE también obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria y aprendizaje que aquellos que no lo tomaron.
Cuando el doctor Praticò y sus compañeros examinaron el tejido cerebral de los ratones alimentados con aceite de oliva descubrieron que la mejora de la función cerebral probablemente estuvo facilitada por una función de sinapsis más saludable. A su vez, esto se asoció con unos niveles más altos de lo normal de una proteína conocida como complexina-1. Algo también conocido es que esta proteína juega un papel fundamental en el mantenimiento de sinapsis saludables.
El equipo de investigadores, ahora, planea explorar qué ocurre cuando alimentan a animales mayores, que han empezado a desarrollar depósitos de tau y signos de deterioro cognitivo, con aceite de oliva. Esto implica que el ensayo clínico en humanos es un escenario más cercano. «Estamos particularmente interesados en saber si el AOVE puede revertir el daño de la tau y, en última instancia, tratar la tauopatía en ratones mayores», concluye el doctor Practicò.
