Los efectos adversos del omeprazol al tomarlo sin prescripción médica
Este fármaco es de los más consumidos por las personas sin ningún tipo de supervisión médica
El omeprazol es uno de los fármacos más populares, así como uno de los medicamentos más vendidos y más consumidos en España. Así lo muestran los datos de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE). Es común verlo pasar de mano en mano antes de las celebraciones y comidas contundentes, pero el omeprazol no es tan inofensivo como se puede pensar. En caso de tomarlo fuera de la indicación estricta de un profesional, puede traer consigo importantes riesgos.
«No es un protector de estómago», destaca la miembro del Grupo de Trabajo de Hepatopatías Virales de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) Alicia Lázaro. «En la población general el hecho de llamarlo así genera una utilización indiscriminada del medicamento, pasando a utilizarse ‘si se va a comer o beber más de la cuenta o si me duele un poco el estómago, situaciones que nada tienen que ver con su indicación y que deben controlarse de otra forma. Esa consideración genera una falsa seguridad en su sobreutilización», explica Lázaro.
La coordinadora del Grupo de Digestivo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Noelia Fontanillas, coincide con Lázaro: «Que se le denomine protector de estómago ha hecho que se banalice su consumo entre la población». «El omeprazol ha pasado a formar parte de nuestros efectos personales, ingiriéndolo a menudo ante cualquier dolor gástrico o situación estresante de la vida cotidiana, ya que confiamos en su inocuidad cuando no es así», añade Fontanillas.
Qué es el omeprazol
El omeprazol es un medicamento que forma parte del grupo de fármacos conocidos como inhibidores de la bomba de protones, que reducen la secreción de ácido gástrico. Además, incrementan la barrera de defensa de la mucosa gástrica; se emplea, por tanto, para tratar patologías que provocan un aumento en la secreción de este ácido. Algunas de estas pueden ser las úlceras gástricas, duodenales o pépticas, la esofagitis por reflujo, el reflujo gastroesofágico o el síndrome de Zollinger-Ellison, por ejemplo.
«También tiene indicación junto con fármacos gastroerosivos como antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o anticoagulantes o antiagregantes cuando el paciente tiene patología digestiva esofágica, gástrica o en mayores de 60 años», desarrolla Fontanillas.
Además, hay que tener en cuenta un factor importante. Es cierto que los inhibidores de la bomba de protones y, por tanto, el omeprazol, han revolucionado el tratamiento de los trastornos que tienen que ver con el ácido gástrico. Sin embargo, no hay que tomarlos a la ligera ya que, como señalan las expertas consultadas por El Mundo, pueden desencadenar efectos adversos.
Efectos secundarios de este fármaco
Los principales riesgos de estos medicamentos están provocados por su uso prolongado (esto supone más de tres meses) o de un consumo de dosis elevadas. Por ello, señalan que «estos medicamentos siempre deben tomarse bajo la indicación de un profesional y cuando se prescriben a largo plazo, la dosis pautada debe ser la mínima eficaz y es preciso revaluarla periódicamente».
Entre los efectos potencialmente graves destacan:
- La alteración del microbioma intestinal.
- Deficiencias de micronutrientres, como magnesio, vitamina B12, hierro o calcio.
- Enfermedad renal crónica.
- Aumento de riesgo de enfermedades gastrointestinales.
- Riesgo de fracturas óseas.
- Riesgo de interacción con otros medicamentos.
«El déficit de B12 lo vemos en algunos pacientes que toman omeprazol de forma continuada», destaca Fontanillas. Por ello, si esto ocurre es importante hacer analíticas de revisión, ya que la falta de esta vitamina puede derivar en anemia. Además, sin una dosis suficiente de vitamina B12 el organismo no puede generar glóbulos rojos de forma adecuada. Esto provoca, en un principio, síntomas como fatiga, palidez, mareos o dificultad para respirar. Pero en caso de no tratarlo, este déficit puede terminar afectando al funcionamiento del sistema nervioso y generando alteraciones neurológicas.
Por otra parte, consumir durante mucho tiempo omeprazol también puede llevar a desarrollar hipomagnesemia. Esta «se manifiesta como fatiga, tetania, delirio, convulsiones, arritmia ventricular, mareos… Esto es especialmente preocupante en pacientes que además toma otros medicamentos como dignoxina o diuréticos. En estos casos deberían medirse los niveles de magnesio de forma regular», apunta Lázaro.
«El riesgo de fractura de cadera, muñeca y columna vertebral, especialmente en pacientes de edad avanzada y con riesgo añadido de fracturas» también es algo a tener en cuenta, añade la especialista.
Efectos adversos raros y su uso indiscriminado
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) además, añadió hace unas semanas un efecto adverso relacionado con el omeprazol, la nefritis tubulointerstical. No obstante, este es un efecto secundario raro, «que no debería preocupar a los pacientes si el uso de este medicamento está controlado por un profesional sanitario», tranquiliza Lázaro.
No obstante, y debido a la poca frecuencia con la que aparecen efectos secundarios como este, las especialistas señalan que lo que deberían preocupar son las consecuencias de usar el fármaco de forma indiscriminada y sin control. «Cuando los inhibidores de la bomba de protones se prescriben correctamente, sus beneficios superan en gran medida los posibles efectos adversos», concluye Fontanillas.