Este medicamento está vinculado con el desarrollo de cáncer de colon
Esta enfermedad es de las que más casos nuevos registra cada año en España, con un total de 43.370 en 2022
El consumo continuado de antibióticos está relacionado con el desarrollo de cáncer de colon y recto | Unsplash
El cáncer que más casos nuevos registra cada año en España es el de colon y recto. Solo el año pasado se diagnosticaron 43.581 nuevos casos, según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD); este 2022, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se esperan otros 43.370 casos.
Además, el último año del que hay registros de mortalidad es de 2020. En ese momento hubo algo más de 15.000 muertes por esta enfermedad. Es por ello que la lucha contra este tipo de cáncer es una de las más importantes para la salud pública española.
La parte buena es que, si se detecta a tiempo, en un 90% de las ocasiones el cáncer de colon y recto puede curarse. Así lo recordó la FEAD en el Día Mundial contra el Cáncer de Colon, que se celebra todos los 31 de marzo.
Es por esta razón que es tan importante participar en los programas de cribado de esta enfermedad, ya que habrá más probabilidad de superarla cuanto antes se detecte. Pero, además, también hay que tener presentes cuáles son los principales factores de riesgo de la misma y vigilar nuestros hábitos.
A raíz de esto, la Sociedad Americana del Cáncer (AMC, por sus siglas en inglés) han explicado algunos factores de riesgo que sí se pueden evitar. El sobrepeso y la obesidad, la inactividad física, el alto consumo de carnes rojas y procesadas y, sobre todo, si se cocinan a temperaturas muy altas, el consumo abusivo de alcohol y el tabaquismo son los principales hábitos que pueden derivar en esta enfermedad.
Además, ahora algunos científicos han descubierto un nuevo factor de riesgo que podría provocar este tipo de cáncer: el alto consumo de antibióticos.
La comunidad científica lleva varios años pidiendo a los consumidores que hagan un consumo responsable de los antibióticos. Es decir, que solo los temen cuando los recete un médico y durante el tiempo que este les indique.
Hasta el momento, la principal razón por la que pedían esta responsabilidad era para evitar la aparición de bacterias resistentes a este tipo de tratamientos. Esto se debe a que, cuando se usan de manera abusiva, las bacterias pueden mutar y volverse inmunes al efecto de estos fármacos; si eso ocurre supone, por tanto, un problema para tratar a las personas infectadas.
Sin embargo, ahora esta limitación en el consumo de antibióticos también podría estar motivada por su relación con el cáncer de colon y recto. Este hecho se ha observado en dos estudios diferentes.
El primero se presentó el año pasado en el Congreso Mundial sobre el Cáncer Gastrointestinal de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), y lo llevaron a cabo investigadores británicos. Estos estudiaron a una población de 8.000 pacientes que padecían cáncer colorrectal y 30.000 personas sanas.
Tras esto observaron en quienes eran menores de 50 años y tenían un historial de consumo de antibióticos se incrementaba hasta un 49% el riesgo de desarrollar cáncer en el colon, aunque no en el recto.
El segundo es un estudio sueco que se publicó en la revista científica Journal of the National Cancer Institute. Para él estudiaron a una población de más de 40.000 personas con cáncer colorrectal y más de 200.000 sin cáncer. Concluyeron que quienes habían consumido antibióticos durante más de seis meses tenían un 17% más de riesgo de padecer uno de estos cánceres.
Destrucción de la microbiota: la causa del cáncer
Estos estudios no buscan infundir miedo hacia los antibióticos, ya que son unos medicamentos fundamentales en algunas infecciones. No obstante, sí que buscan insistir en la necesidad de hacer un consumo responsable de ellos.
No obstante, de momento el riesgo que supone para el desarrollo de este tipo de cáncer el consumo de antibióticos no es comparable con el que suponen los factores de riesgo ambientales (la obesidad, la falta de ejercicio, el consumo de alcohol, la carne roja y procesada y el tabaco).
La razón por la que estos medicamentos son capaces de provocar un cáncer en este órgano esta relacionado con la propia función de los mismos. Es decir, los antibióticos tienen la capacidad de destruir las bacterias que producen enfermedades en el organismo, pero también puede ocurrir que eliminen aquellas que son beneficiosas y con las que se vive en simbiosis.
Estas son principalmente las bacterias que se encuentran en el intestino y que actúan como una barrera protectora, ya que evita la entrada de otros microorganismos patógenos.
Como los antibióticos pueden eliminar también las bacterias que tienen un efecto beneficioso en la salud hacen que la microbiota se descompense. El estado de la microbiota, por su parte, tiene una gran importancia en el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, según señala un estudio publicado en Genomics, proteomics & bioinformatics.
«Varios estudios sugieren que la microbiota y sus metabolitos no sólo están relacionados con la carcinogénesis al inducir inflamación y desregulación inmunitaria —lo que conduce a inestabilidad genética—, sino que también interfieren con la farmacodinámica de los agentes anticancerígenos», señala el estudio.
