El Ayuntamiento de Madrid inspeccionó dos veces en 2022 el restaurante incendiado
Las inspecciones, que aparecen como programadas, se realizaron pocos meses después de su apertura y señalan que se hacían a un «bar sin cocina»
El Ayuntamiento de Madrid realizó dos inspecciones en el año 2022 al restaurante Burro Canaglia, en la plaza de Manuel Becerra, que el viernes sufrió un incendio que provocó la muerte de dos personas.
En el listado de inspecciones para el control oficial de alimentos en establecimientos alimentarios, consultado por THE OBJECTIVE, aparecen dos visitas a este local, una el 1 de abril de 2022 y otra el 26 de mayo del mismo año. En ambas, que aparecen como visitas programadas, se enmarca el negocio en la categoría de «bar sin cocina» y «restauración colectiva».
El restaurante, que abrió sus puertas en diciembre de 2021, ha sido objeto de polémica este domingo tras publicarse que en la web del Ayuntamiento de Madrid aparece como «bar sin cocina», a pesar de que servían alimentos elaborados, como la pizza flambeada que al parecer provocó el incendio. Sin embargo, según un documento aportado por el diario El País y que el negocio ha defendido como válido ante LaSexta, el local tenía una licencia de cocina del año 1997 y, aunque fue otorgada a otro negocio, se mantendría debido a que no ha habido cambio de actividad.
La organización de consumidores Facua ha pedido explicaciones al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en un mensaje a través de su cuenta de Twitter después de que Rubén Sánchez haya denunciado que el restaurante siguiera funcionando con cocina a pesar de las dos inspecciones realizadas por el propio consistorio. «Si comprobaron que sí tenía cocina, ¿por qué no lo cerraron?», dice Sánchez.
Lo que no aparece en el listado de inspecciones es el resultado de las mismas, es decir, no muestra si se pidieron modificaciones y, en tal caso, si se había comprobado que se hubieran llevado a cabo.
El Ayuntamiento estudia la licencia
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, señaló el sábado durante su visita al lugar de los hechos que el Ayuntamiento está revisando la licencia y condiciones de las autorizaciones a fin de determinar si se cumplieron las prescripciones de las mismas.
No obstante, según han informado fuentes municipales a la agencia Efe, el Ayuntamiento afirma que sí tenía licencia para cocinar. Aseguran que la catalogación de «bar sin cocina», que aparece tanto en el censo de locales como en el listado de inspecciones mencionado anteriormente , es una cuestión que «no tiene nada que ver con la licencia ni con urbanismo», y dicen que «puede ser un error en el epígrafe».
En cuanto a la salida de emergencia, otro punto que había generado polémica en redes sociales, Almeida explicó que desde el punto de vista de la normativa «no era necesario» por las dimensiones del restaurante y por el número de comensales que tiene autorizado.
En el momento de los hechos, eran 30 las personas que se encontraban en el local, entre comensales y trabajadores. Los fallecidos fueron una de las clientas y un empleado, que llevaba trabajando en el restaurante apenas una semana.