La dieta mediterránea, de las mejores para el corazón
La Asociación Estadounidense del Corazón ha realizado un ranking de diez patrones alimenticios según si son cardiosaludables
Tomate con aceite y aceitunas | Pixabay
El debate sobre qué tipo de dieta es la mejor para la salud del organismo es muy antiguo. Ahora, la Asociación Estadounidense del Corazón ha querido alumbrar más luz sobre el asunto. Para ello, ha analizado una decena de patrones dietéticos utilizando la guía que la propia organización hizo en 2021. Esta tiene en cuenta factores como el consumo de frutas y verduras, de cereales integrales frente a los refinados, de proteínas y aceites vegetales, de sal o de alimentos no procesados.
El artículo ha aparecido publicado en la revista Circulation y, según recoge eldiario.es, en él los autores elaboran un ranking a partir de la puntuación que 10 dietas obtienen en nueve parámetros. Es cierto que la mediterránea es una de las mejores para el corazón, pero no alcanza el primer puesto.
La máxima puntuación, un 100 sobre 100, la ha ganado la dieta Dash, acrónimo de Dietary Approaches to Stop Hypertension. Este plan que «se centra en aumentar la ingesta de micronutrientes vegetales y de carne magra, pescado y lácteos asociados con la reducción arterial (potasio, calcio y magnesio)», así como en la limitación de «macronutrientes asociados con el aumento de la presión arterial (grasas, azúcares añadidos y sodio)».
Las siguientes posiciones en el ranking
La ya mencionada dieta mediterránea ocupa el tercer puesto entre las analizadas, con 89 puntos sobre 100. Los principales fallos de este tipo de alimentación son el consumo de sal y alcohol, siendo «este patrón dietético único en su inclusión de alcohol (vino tinto), aunque con moderación». A pesar de esto, el estudio señala lo beneficioso del consumo de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, aves, pescados y mariscos y aceite de oliva virgen extra.
El segundo y cuarto puesto corresponden a las dietas pescetarianas (con un 92 sobre 100 de puntuación) y la lacto-ovo-vegetariana (con 86 de 100). Ambos patrones dietéticos se caracterizan por excluir el consumo de carne; la primera sí que contempla el comer pescados y mariscos y, la segunda, huevos y lácteos. Las cuatro dietas que obtienen mejor puntuación son, precisamente, los que incluyen frutas, verduras, legumbres, frutos secos y aceites vegetales, además de evitar o limitar el consumo de carnes.
En quinto lugar está la dieta vegana, que no contempla el consumo de ningún alimento que tenga origen animal. Junto a la dieta baja en grasas, la vegana incluye vegetales, legumbres, frutas y cereales, pero limita, por tanto, la ingesta de carnes grasas, aves de corral, pescado y alcohol. Esta dieta está, no obstante, «en su mayoría alineada» con las recomendaciones de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Las dietas con peor calificación
Las dietas paleo y keto son las que han obtenido una puntuación más baja, aunque en los últimos años están cada vez más de moda e incluso las han recomendado nutricionistas. La diferencia con las ya mencionadas es tal que estas ni siquiera llegan al aprobado en cuanto a si son o no cardiosaludables.
La dieta que imita a la del hombre de las cavernas, según explica el estudio, «enfatiza la carne, las aves y el pescado y tiende a ser alta en grasas saturadas, así como verduras, frutas y nueces». «Incluso cuando se siguen bien, estos patrones (con puntuaciones más bajas) promueven la restricción de grupos de alimentos que se consideran esenciales para una dieta saludable para el corazón, como legumbres y cereales integrales, y permiten las fuentes de grasas saturadas, que se desaconsejan fuertemente», completa.
La segunda dieta, la cetogénica o keto, está basada en restringir los carbohidratos. Pero también evade la mayoría de frutas, cereales y legumbres, así como los azúcares añadidos, algunas verduras con almidón y productos lácteos. «Debido a estas restricciones y recomendaciones, es rica en alimentos de origen animal y grasas saturadas. Por lo tanto, plantea preocupaciones sobre la adecuación de nutrientes», explican los expertos.
