La UE desarrolla una alternativa para analizar la seguridad alimentaria sin pruebas en animales
La plataforma TKPlate predice la toxicidad de las sustancias químicas y sus efectos en los humanos y animales
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), junto a científicos de varias organizaciones de investigación europeas, busca la manera de reducir el uso de animales en los análisis en el ámbito de la seguridad alimentaria. Para ello han desarrollado TKPlate, una plataforma para modelizar y predecir la toxicidad de las sustancias químicas y sus efectos en los humanos y animales.
Un software que, según la EFSA, «marca un hito importante en el camino hacia un futuro en el que se reduzca o desaparezca la experimentación con animales en el ámbito de la seguridad alimentaria».
Lo que hace la plataforma es «crear modelos de lo que el cuerpo hace a los químicos y lo que los químicos hacen al cuerpo en animales y humanos», según explican a THE OBJECTIVE los investigadores que lo desarrollan. Así, el usuario elige el modelo, la especie y la sustancia química que quiere modelizar y las predicciones se pueden comparar con datos ya medidos y los resultados se muestran de manera inmediata, explican.
«La sociedad y los científicos quieren que la comida esté libre de químicos nocivos sin usar pruebas en animales, no solo para reducir el sufrimiento animal, sino también porque los ratones y otros animales que se utilizan no son lo mismo que los humanos», señalan los investigadores de este proyecto, liderado por el toxicólogo Jean-Lou Dorne y el estadístico y modelizador José Cortiñas Abrahante.
Herramientas como esta lo que permiten es imitar los procesos biológicos y químicos «igual, o en algunos casos incluso mejor, que los experimentos en ratones, ratas u otros animales». «Esto supone datos más robustos y fiables para analizar los riesgos a largo plazo», añaden los científicos.
«Confiamos en la fiabilidad y solidez de los modelos»
A la hora de estudiar los modelos y la plataforma, se han tenido en cuenta la variabilidad y la incertidumbre «igual que se tienen en cuenta cuando se usan los resultados de los experimentos hechos con animales», explican a este periódico los investigadores.
«Como ocurre con toda la información científica, las predicciones generadas por estos modelos se caracterizan por su variabilidad e incertidumbre, ya que dependen de los datos de que se disponga sobre la especie y la sustancia química sometida a ensayo. Estos se documentan con transparencia en una serie de estudios de casos prácticos aplicando normas internacionales para evaluar la fiabilidad de cada modelo», explica en un comunicado de la EFSA Jean-Lou Dorne, uno de los responsables de TKPlate.
«Todo el trabajo de modelización externalizado requirió una importante labor de ajuste, ensayo y validación», añade José Cortiñas. «En los estudios de casos prácticos se pusieron a prueba los resultados de los modelos en diferentes contextos y para diferentes especies, y se obtuvieron resultados que son coherentes con nuestras expectativas. En consecuencia, confiamos en la fiabilidad y la solidez de los modelos», afirma.
Entre 2015 y 2020, la EFSA desarrolló modelos TK (toxicocinética, es decir, cómo gestiona el organismo las sustancias químicas) y produjo estudios de casos relativos a diferentes especies, como animales de granja y de laboratorio, así como seres humanos. Ahora, se han empezado a producir más modelos para una versión 2.0. «Estos buscarán incrementar los datos tras los modelos y el número de especies para producir resultados más precisos y fiables».
¿Cuándo estará disponible la herramienta?
Actualmente, la EFSA está «identificando en qué contextos TKPlate puede ser usado en el análisis de riesgos», mientras forma a sus trabajadores en el uso de esta herramienta, «porque cambiar las prácticas de trabajo lleva tiempo», explican a este periódico.
Ya se han publicado guías y casos de estudio para mostrar cómo funciona la herramienta, que es de libre acceso para todos los científicos, que solo necesitan introducir una contraseña para usarla. «Esperamos que haya ejemplos disponibles en el próximo año», dicen los investigadores. «Sin embargo, la publicación de los análisis finales puede depender de otros factores, como los datos disponibles de una determinada sustancia química o la carga de trabajo».
En cuanto al uso de TKPlate en los laboratorios europeos en el ámbito de la seguridad alimentaria, recuerdan que las normativas de cada país son distintas y algunas requieren específicamente que se entreguen resultados de pruebas hechas con animales para aprobar productos como aditivos alimentarios o nuevos alimentos. Por tanto, para cambiar el procedimiento y utilizar esta herramienta habría que cambiar la ley, «lo que no está en manos de la EFSA».
Por eso, el uso de TKPlate se plantea por el momento como una fuente complementaria de pruebas, con resultados que se generan en minutos, para validar las conclusiones de otros experimentos, como los hechos en animales, aunque no se descarta que en un futuro se negocie en la Unión Europea para que «los experimentos con animales sean la excepción y no la norma».