Candidiasis vaginal: ¿es contagiosa esta enfermedad silenciosa?
Se trata de una infección por el hongo Candida albicans que bajo determinadas circustancias, prolifera y causa daños
La candidiasis vaginal es una infección fúngica (por hongos) muy común que afecta a muchas mujeres en algún momento de sus vidas. Según los datos, el 75% de las mujeres sufren un episodio de candidiasis antes de la menopausia y hasta un 50% tiene recaídas.
Una minoría de estas últimas padecen más de cuatro infecciones al año, recibiendo entonces el nombre de candidiasis recurrente.
Es causada principalmente por el hongo llamado Candida albicans. Se trata de un organismo unicelular que normalmente se encuentra en pequeñas cantidades en la piel, la boca, el tracto gastrointestinal y la vagina, entre otras áreas del cuerpo humano.
En condiciones normales, este hongo coexiste pacíficamente con otras bacterias y microorganismos, formando parte de la microbiota o flora normal del cuerpo.
Bajo ciertas circunstancias, Candida albicans puede proliferar y causar infecciones como la candidiasis. Además, es un hongo oportunista, lo que significa que puede aprovechar situaciones favorables para multiplicarse y causar enfermedades. Es especialmente conocido por su capacidad para formar estructuras similares a raíces llamadas hifas, que le permiten invadir tejidos y causar daño.
Las infecciones por Candida albicans pueden manifestarse en varias partes del cuerpo, incluyendo la piel, la boca (candidiasis oral), el tracto gastrointestinal y la vagina (candidiasis vaginal).
Lo síntomas más habituales
- Picazón intensa en la zona vaginal.
- Ardor o irritación al orinar o durante las relaciones sexuales.
- Flujo vaginal espeso y blanco similar al requesón.
- Enrojecimiento e hinchazón alrededor de la vagina y la vulva.
¿Cuáles son las posibles causas de esta enfermedad?
La candidiasis vaginal generalmente ocurre cuando hay un desequilibrio en el entorno vaginal, lo que permite que el hongo Candida albicans prolifere. Esto puede ser desencadenado por:
- Antibióticos que alteran el equilibrio de las bacterias en la vagina, lo que permite que el hongo Candida crezca.
- Cambios hormonales durante el embarazo, la menstruación o debido al uso de anticonceptivos.
- Sistema inmunitario debilitado.
- Diabetes no controlada.
- Uso excesivo de productos de higiene vaginal, duchas vaginales o ropa ajustada que atrapa la humedad.
¿Es contagiosa?
La candidiasis vaginal no se considera una enfermedad de transmisión sexual (ETS) ni contagiosa. Es causada por un hongo que normalmente habita en el cuerpo humano y, por lo general, no se transmite de una persona a otra por contacto directo.
Sin embargo, es posible que la pareja sexual de una persona con candidiasis pueda experimentar irritación genital después del contacto íntimo, aunque la infección en sí misma no se transmite como una enfermedad infecciosa.
Aunque la candidiasis vaginal no se considera una enfermedad contagiosa, es recomendable que si tienes síntomas o si tu pareja experimenta síntomas de irritación después del contacto íntimo, se busque atención médica para un diagnóstico y tratamiento.
El tratamiento típico incluye antifúngicos en forma de cremas, óvulos o tabletas para combatir la infección y restablecer el equilibrio vaginal.
Cómo prevenir la candidiasis
La prevención de la candidiasis, implica mantener un equilibrio saludable en el cuerpo para evitar que este hongo se reproduzca de manera excesiva. Algunas medidas que pueden ayudar a prevenir la candidiasis son:
- Mantener buena higiene íntima: mantener la zona genital limpia y seca. Evitar el uso excesivo de jabones fuertes o duchas vaginales, ya que pueden alterar el equilibrio natural de la flora vaginal.
- Usar ropa interior adecuada: optar por ropa interior de algodón y evitar la ropa ajustada que pueda retener la humedad en la zona genital.
- Evitar la humedad: después de nadar o darse una ducha, hay que asegurarse de secar bien la zona.
- Controlar la diabetes: en el caso de personas diabéticas, hay que mantener controlados los niveles de azúcar en sangre, ya que los niveles elevados de azúcar pueden promover el crecimiento de hongos.
- Moderación en el uso de antibióticos: el uso excesivo de antibióticos puede eliminar las bacterias beneficiosas, alterando el equilibrio de la flora vaginal. Hay que usarlos solo cuando sean estrictamanente necesarios y según las indicaciones médicas.
- Dieta equilibrada: consumir una dieta equilibrada y rica en alimentos probióticos, como el yogur o el kéfir con cultivos vivos y fermentados, puede ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el cuerpo.
- Reducir el estrés: el estrés puede debilitar el sistema inmunológico, lo que podría aumentar el riesgo de infecciones por hongos. Prácticas como el yoga, la meditación o el ejercicio pueden ayudar a reducir el estrés.