Acusan a un policía en Cangas (Asturias) de acosar sexualmente a una compañera
«Pero cómo me pones, es que esas cejas, cómo me ponen…», llegó a decirle
La Fiscalía asturiana pide una condena de cinco meses de prisión para un policía local de Cangas de Onís, acusado de acosar sexualmente a una compañera de trabajo. Los hechos ocurrieron de servicio, cuando el agente, presuntamente, adoptó una conducta de inequívoco contenido sexual con la mujer, tal y como ha informado El Comercio.
Todo se remonta a mayo del 2020, cuando, en plena madrugada, entre la una y las tres de la mañana, el agente le tocó el muslo izquierdo a su compañera de patrulla mientras conducía y le contaba experiencias sexuales con otras mujeres. Su mano se deslizaba a lo largo de la pierna, cuando fue interceptada por la afectada, justo antes de llegar a la zona de la ingle.
Cuando llegaron a la zona cercana al cementerio del municipio, en el cual tenían que realizar labores de observación, ambos salieron del vehículo. Se apoyaron en el coche, cuando de manera intencionada el sujeto se restregó contra el cuerpo de su compañera, mientras continuaba relatándole muchas de sus experiencias con otras mujeres.
Pero los hechos de los que se le acusa no terminan ahí, ya que unos meses más tarde, en octubre del 2020, mientras la víctima se encontraba en secretaría comprobando unos datos en el ordenador, este individuo se acercó a ella susurrándole al oído: «Ya te dejo ver porno tranquila», y acto seguido le dio dos besos en la cabeza sin su consentimiento.
Los actos se repetían y continuaron semanas más tarde. De nuevo patrullando, el varón se dirigió hacia ella con la siguiente frase: «Pero cómo me pones, es que esas cejas, cómo me ponen…»; seguidamente, le agarró por detrás, le abrazó y le besó en la sien, nuevamente sin su consentimiento. Más tarde le dijo: «¿qué piensas, que quiero liarme contigo, qué crees, eso?», «pero a ver ¿cuántos años tienes? dime ¿cuántos? ¿Te crees que me quiero liar contigo?».
A esto último, la mujer respondió negativamente, alegando que tenía 26 años de edad. Este conjunto de hechos dejó muy afectada psicológicamente a la policía, que terminó por informar a sus superiores y denunciar ante la Guardia Civil. Ahora, el Ministerio Fiscal considera que ha cometido un delito de acoso sexual, y ha ordenado una orden de alejamiento de 200 metros durante un período de tres años.
Por otra parte, se pide una condena de cinco meses de prisión, así como una indemnización de 3.000 euros por los daños y perjuicios morales causados a su compañera de profesión.