Murcia pone en marcha novedosas tutorías de alumnos para ayudar a compañeros pequeños
El proyecto, pionero en España, está dirigido a prevenir el abandono escolar y la repetición de curso
Son muchos los problemas que presenta el sistema educativo español, algo que el último informe PISA se ha ocupado de recordar con claridad. Y de entre esa variedad de obstáculos que forman el rompecabezas de la educación en nuestro país, seguramente el abandono escolar sea el más grave de todos.
Para afrontar este lastre, la Región de Murcia ha puesto en marcha una iniciativa pionera dirigida tanto a los alumnos en riesgo de abandonar los estudios como de repetir curso —en muchos casos lo segundo es un paso previo a lo primero—. El Gobierno que preside Fernando López Miras, a través de la Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo, ha implementado un programa que pretende mejorar el rendimiento escolar poniéndoles tutores a esos estudiantes en riesgo. La novedad es que quienes van a acompañarlos no son profesores, pedagogos o trabajadores sociales, sino otros alumnos de cursos superiores o que hayan terminado sus estudios en el mismo centro.
El Ejecutivo regional vende la idea con el eslogan de que los mejores influencers para los chavales no son los que ven en TikTok o en Instagram, sino más bien alumnos que no hace mucho que han pasado por sus aulas y que pueden motivarles y ayudarles de primera mano a lograr el éxito escolar. Así, el fin del proyecto es implicar a toda la comunidad educativa del centro en el seguimiento de los jóvenes con mayores dificultades. Para ello, los encargados de realizar las tutorías serán estudiantes de bachillerato y de ciclos medio y superior de Formación Profesional, así como antiguos estudiantes del centro que estén realizando enseñanzas superiores. En todos los casos los tutores serán voluntarios y serán seleccionados por los equipos docentes de los centros escolares.
La iniciativa ha sido bautizada como programa REFEFEN-T y forma parte de las políticas regionales de reducción del abandono escolar temprano, uno de los ejes estratégicos educativos del Ejecutivo murciano y de la educación española en su conjunto. El proyecto se implantará de manera experimental en diez centros públicos de Secundaria en la región este curso. De la experiencia que se adquiera, se desarrollará un plan completo en el próximo curso académico.
El consejero de Educación murciano, Víctor Marín, afirmó durante la presentación de la iniciativa que esta «no solo busca mejorar los resultados y éxito académico, sino también fortalecer la integración social y el bienestar de los alumnos con la promoción de los valores de solidaridad que aporta la figura del voluntario».
Marín sostuvo que la iniciativa se apoya sobre la piedra angular de las ventajas de las tutorías, avaladas por la «evidencia científica» demostrada en estudios recientes como los de Andre Nickow (Northwestern University), Michela Carlana (Harvard) o Eliana La Ferrara (Milán).
La relación entre aprendices y tutores se plasma en un contrato que involucra a ambos, además de a la familia, a los profesores y al centro y que debe ser consensuado por todas las partes. En él se especifica a qué se compromete cada parte, tratándose cada caso de forma individualizada. Entre otros puntos, las familias se comprometen a asistir a una tutoría trimestral con los profesores para hacer seguimiento del proyecto. El alumno y su acompañante, por su parte, tendrán sus tutorías a última hora o ya por la tarde.
La Consejería también ha especificado que cada tutor podrá tener un máximo de seis estudiantes a su cargo. Por otra parte, el profesorado participante recibirá una certificación de 40 horas en proyectos de innovación, mientras que el coordinador de cada programa recibirá una certificación de 50 horas en por el mismo concepto. Además, cada centro recibirá un máximo de 1.500 euros para gastos de funcionamiento del programa.