Los hermanos asesinados en Morata de Tajuña tuvieron un inquilino que les agredió con un martillo
La Guardia Civil baraja esta hipótesis, teniendo en cuenta que llegó a haber un juicio
Un hombre de origen pakistaní residió como inquilino en la vivienda de los tres hermanos hallados muertos en Morata de Tajuña (Madrid). Le habían pedido dinero al hombre, con el fin de saldar sus deudas, y llegados a un punto, el varón agredió con un martillo a una de las hermanas, tal y como asegura Espejo Público.
Tres hermanos, un hombre y dos mujeres fueron hallados muertos en su vivienda de Morata de Tajuña (Madrid). Sus cuerpos presentaban signos de violencia, se encontraban apilados y parcialmente quemados. Con 68 y 70 años de edad, sus vecinos se extrañaban de llevar tanto tiempo sin verles, por lo que alertaron a las autoridades sobre ello.
Así, la Guardia Civil accedió a la vivienda y se encontró sus tres cadáveres parcialmente quemados, y con signos de violencia y restos de sangre. Ante el tremendo e impactante hallazgo, las autoridades se pusieron manos a la obra para averiguar los motivos que habrían podido llevar a alguien a asesinar a estas tres personas, quienes gozaban de gran popularidad en su municipio por su implicación en actividades sociales y culturales.
Primeras hipótesis
De inmediato se abrió una investigación para esclarecer los hechos, lo que llevó a los agentes al conocimiento de las grandes deudas contraídas por esta familia. Y es que, tal y como han confirmado propios vecinos de la localidad, las hermanas podrían haber sido víctimas de estafas amorosas, por las cuales habrían perdido grandes cantidades de dinero.
Así, presuntamente, ambas mantuvieron relaciones a distancia con dos presuntos militares estadounidenses, quienes, llegados a un punto, confirmaron a las hermanas el fallecimiento de uno de ellos, y su enorme necesidad económica para poder cobrar una herencia. Junto a esta, múltiples excusas para pedir dinero a las dos hermanas asesinadas, que terminaron por endeudarse.
Tanto es esto, que llegaron a pedirle cantidades de dinero a conocidos, quienes trataban de alertarles de que estaban siendo víctimas de una estafa, y que sus novios no existían.
Su relación con el inquilino
De hecho, tras haber contraído tantas deudas, llegaron a ofrecer una habitación en su domicilio, por la cual buscaban sacar rédito económico. Así apareció en sus vidas un hombre pakistaní, quien entró en la vivienda el pasado verano, y al que le cobraban un alquiler por la habitación y la estancia.
Por el momento se desconoce cómo transcurrió la convivencia con el sujeto, pero sí que se sabe que a él, además del alquiler, también llegaron a preguntarle por diferentes cantidades económicas con el fin de saldar sus deudas. Su relación se torció y el sujeto llegó a agredir con un martillo a una de las hermanas, motivo por el cual fueron a juicio.
Ahora, con esta información sobre la mesa, la Guardia Civil y las diferentes autoridades trabajan sin descanso para hallar nuevos hilos de los que tirar, y así poder esclarecer el suceso.