Estos son los pasos a realizar si te quieres convertir en donante de órganos
Según la Ley de Trasplantes en España todos somos considerados donantes si en vida no hemos expresado lo contrario
El modelo de donación de órganos en España es ejemplar a nivel mundial. Durante el año 2023, España no solo ha recuperado las cifras de donaciones y trasplantes previas a la pandemia, sino que ha hecho nuevo récord.
La solidaridad ciudadana explica el éxito del funcionamiento del modelo español. Donar órganos significa dar vida a aquellos que sufren diversas condiciones médicas, como insuficiencias cardíacas, renales, cirrosis, leucemias o cegueras.
En 2023 las donaciones de personas fallecidas ascendieron a 2.346, un 6,8 más que en 2022. Pero a pesar de los logros, se destaca la importancia de no bajar la guardia. Aún hay 4.790 pacientes en lista de espera, de los cuales 75 son niños.
Las reglas fundamentales de la donación de órganos en España
La donación de órganos no es un comercio de órganos. En España, dos reglas fundamentales son el altruismo y la equidad. No se permite ni dar ni recibir compensación por un trasplante, y todas las personas que necesitan un trasplante deben tener las mismas oportunidades, priorizando según la urgencia y brindando un trato especial a los niños.
El éxito del modelo español
El éxito del modelo español se debe a varias características, como la cobertura de los trasplantes por la Sanidad pública, la organización de la Organización Nacional de Trasplantes y la consideración de cualquier fallecido como un potencial donante, a menos que haya expresado lo contrario.
Cómo ser donante de órganos en España según la OCU
La ley española establece que, al fallecer, se puede ser donante de órganos a menos que se haya indicado explícitamente lo contrario.
Sin embargo, el consentimiento de los familiares, en la práctica, será fundamental. Por eso es mejor facilitar las cosas:
- Solicita el carné de donante y llévalo encima junto al resto de tu documentación.
- Redacta tu testamento vital y regístralo en tu Consejería de Sanidad: en él debes explicar los tratamientos que deseas o no deseas recibir y lo que quieres que se haga con tus órganos.
- Sobre todo, habla con tus familiares más cercanos: por mucho que hayas dejado constancia documental, llegado el momento los médicos siempre les van a pedir consentimiento, por lo que es muy importante que ellos sepan cuál es tu voluntad.
Además, se destaca la opción de la donación de médula ósea, que puede salvar vidas en casos de leucemia u otras enfermedades sanguíneas. Aunque el donante típicamente es una persona fallecida, la opción de buscar donantes vivos también está disponible en casos de urgencia.
¿Quién puede ser donante?
Según la Organización Nacional de Transplantes, no todas las personas pueden serlo serlo. Es necesario que el fallecimiento tenga lugar en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Es en estas unidades dónde es posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias para realizar una correcta valoración de cada potencial donante.
Será el equipo médico quien, una vez realizadas todas las pruebas necesarias, dictamine si el fallecido puede ser donante y de qué órganos.
¿Qué órganos se pueden donar?
Los órganos que se pueden donar son los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones.
De cada donación se intenta obtener el mayor aprovechamiento posible. Lo habitual es que la donación sea completa. No obstante, si el fallecido decide en vida no donar algún órgano y/o tejido, basta con haberlo expresado en vida a sus familiares. Ellos deben comunicar su voluntad tras el fallecimiento.
En la práctica siempre se respeta la decisión de la familia, ya que se asume que estos no contradirán los deseos de su ser querido.